Ancelotti debe continuar

Sé que no es una afirmación muy popular en estos momentos. Probablemente el carro de los que no quieren ver al entrenador italiano en el banquillo del Madrid el ejercicio próximo esté más lleno. Algunos de sus integrantes han defendido su destitución durante toda la temporada y otros se han visto impulsados a solicitarla tras la confirmación del fracaso de esta temporada. Porque sí, señores: a pesar de que quien escribe defiende la continuidad de Carlo, afirmo que esta temporada ha sido un fracaso evidente. Como luego explicaré, esa evidencia es –paradójicamente- mi argumento principal para defender su continuidad.

Tras rematar de forma triunfal la pasada temporada, el Madrid empezó esta con pocos pero importantes cambios en su plantilla. El retraso en el inicio de la pretemporada tuvo como consecuencia la pérdida de dos partidos, pero pronto el Madrid enganchó una racha triunfal con veintidós victorias. Lo que ocurrió durante esos tres meses es que el equipo blanco aunó preciosismo futbolístico y eficacia demoledora. Se llegó a hablar del mejor Madrid de la historia. Acabado diciembre, el Madrid había ganado otros dos títulos, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, y hasta el más pesimista le auguraba un gran 2015.

Sin embargo en enero se unieron a la de Modric (lesionado desde noviembre) las bajas de James y Ramos, y el rendimiento empezó a caer en picado. Llegó la eliminación en Copa del Rey y algunas derrotas en Liga que hicieron perder el liderato. En Champions, el Madrid sufrió la ominosa aunque inocua derrota ante el Schalke en el Bernabéu. El regreso de Modric parecía ser la mejor receta al mal momento y la verdad es que así se confirmó, puesto que el Madrid acarició fugazmente, con la vuelta del croata, el nivel del mes de noviembre (Camp Nou). La recaída de Modric y el desacierto en ambas áreas condenaron al Madrid a perder una liga (que en diciembre estaba de cara) y una Champions que parecía tener escrito el nombre del club blanco para una final histórica ante el Barcelona.

Falta de rotaciones

En esta entrada de defensa de la continuidad de Ancelotti curiosamente no hablaré de las cosas que ha hecho bien, que han sido bastantes por mucho que se niegue. Tampoco voy a hacer mención al palmarés que le acredita como un técnico de prestigio.  Al contrario: trataré de comentar algunos de los defectos que ha evidenciado, y explicaré por qué creo que es el más indicado para solucionarlos. Como indicaba antes, este es el principal argumento en su defensa. Cuando una persona inteligente comete un error y lo detecta, está más equipado que cualquier otro para evitar su repetición futura.

No nos deben engañar las ruedas de prensa de Carletto en las cuales parece caer en una postura acrítica. Las ruedas de prensa son una sucesión de enunciados al exterior, no la emanación de una reflexión interna que seguro ha hecho. Por ejemplo, a estas horas Ancelotti ya sabe que ha hecho un uso excesivo de sus indiscutibles. Ahora bien, ¿es solo su culpa la diferencia de nivel entre titulares y suplentes?

Si de algo podía presumir el Madrid años atrás era de tener una plantilla larga que permitía todo tipo de opciones a su entrenador. Este año, en la confianza del gran once inicial que podía alinear Ancelotti, se ha descuidado mucho desde la directiva el proveerle de buenos suplentes que pudiesen suponer una buena opción de sustitución. ¿Cuántas veces hemos mirado al banquillo sin encontrar nada que pudiese cambiar un partido adverso? Desde el club se cometió el lógico error de confiar en una mejor vuelta de Jesé, pero en mi opinión se sobrevaloró la implicación y el nivel de algunos suplentes que no han sabido o podido dar la cara. Sin duda Ancelotti podría haber dado cabida a esos suplentes en el transcurso de algunos partidos sentenciados, o de primeras ante rivales débiles, pero los integrantes del banquillo no invitaban a la ilusión precisamente. No podemos olvidar que el centro del campo del campeón en Lisboa sufrió una transformación casi total con la marcha de Alonso y Di María y el aterrizaje de Kroos y James. La única manera de acelerar el acoplamiento de los nuevos mecanismos era que esos jugadores coincidieran muchos minutos en el campo. Probablemente se ha hecho un uso excesivo de varios jugadores (Kroos, Bale y CR), y ojalá esta certeza sirva de aprendizaje para el futuro. 

Lesiones vitales a lo largo de la temporada

Por otro lado, ha resultado evidente que Carletto no supo encontrar un plan B ante tanta lesión. Mi opinión es que cometió el error de privilegiar el sistema por encima de los jugadores que tenían que desarrollarlo. Un sistema ambicioso que se antojaba perfecto con todos los jugadores disponibles, y que devino ineficaz cuando se introdujeron actores de reparto. Una vez reconocido esto, ¿era evitable la bajada de nivel cuando te faltan jugadores como Modric, James o Ramos? Mi opinión es que difícilmente.

En este aspecto, se le ha atribuido mucha responsabilidad al italiano con respecto a las numerosas lesiones. Amén de que algunas de ellas han venido motivadas por traumatismos, realmente (y si hacemos una comparativa con el Barça lo comprobaremos) la carga de minutos no ha sido el factor más decisivo en la plaga de bajas. Han sido públicos los problemas entre los servicios médicos del Madrid y su antiguo cuerpo de fisios comandado por Chueca. Según me cuenta gente bien informada, las consecuencias de estas diferencias han sido muy relevantes. En muchas ocasiones los jugadores no han recibido tratamiento de fisioterapia tras acabar cargados determinados entrenamientos. La sobrecarga no subsanada por el trabajo de descarga que realiza todo buen fisio ha podido ser decisiva en algunas de las lesiones más importantes.

Mala gestión de la portería 

Resulta evidente que el Madrid no ha contado con un portero titular de élite esta temporada. A la postre, este factor le ha costado al equipo los suficientes puntos como para perder la liga. Si bien se podría hacer una cuantificación de los mismos, el perjuicio más relevante ha sido a nivel cualitativo. La sensación es que la inseguridad en la portería se ha trasladado a todo el entramado defensivo. Carletto no tiene defensa en este asunto, pese a la ingente presión que hubiera debido soportar en el caso de sentar a Iker. Un entrenador está para tomar decisiones complicadas y más cuando aparentemente son evidentes. Sin embargo, todo parece indicar que este problema no se trasladará a la temporada que viene. La llegada de un portero con rol de titular parece segura. Si además ese portero es De Gea, ni siquiera la presión mediática será fuerte, puesto que el relevo dulce que se espera en la selección se estaría adelantando en el Madrid. Además Iker ha hecho evidente el declive que comenzó en la última temporada con Mou.

El ejemplo de Laso

El Madrid se proclamó campeón de la Euroliga el pasado domingo. La gestión que se ha hecho de la sección debe invitar a la reflexión profunda antes de destituir al entrenador. El Madrid de basket acabó la temporada pasada sin Euroliga ni Liga. Tras perder la final de Milán, el desmoronamiento del equipo fue evidente, y pese a que las dudas sobre el entrenador fueron evidentes, se optó por darle un voto de confianza por su trayectoria a lo largo de las tres anteriores campañas. Se pensó en proyecto y no sólo en los últimos resultados, pese al fracaso coyuntural de ese final de temporada.

Pues bien. Los buenos resultados llegaron. Entre la directiva y Laso supieron leer las carencias del equipo y las corrigieron con fichajes que complementaban el talento que ya existía en la plantilla. Hubo un acierto en el diagnóstico y en la elección de las salidas y entradas. Además, la planificación física que falló con estrépito la temporada anterior sufrió también modificaciones relevantes, y a la postre decisivas para llegar a tope a los retos más importantes de la temporada en curso en lo que a nivel físico respecta.

Ante la falta de candidatos de total fiabilidad para el banquillo del Santiago Bernabéu, nada me hace pensar que Ancelotti no merezca una segunda oportunidad. Tras conseguir cuatro títulos y deslumbrar hasta diciembre de 2014, me parece el candidato ideal para identificar las carencias del equipo, asumir sus errores y preparar una siguiente temporada con la lección aprendida. Creo que Carletto bien merece un tercer año.

La inversión en la plantilla pienso que será fuerte y el debería poder evitar replicar sus errores. Creo que su capacidad está acreditada: no hablamos de un principiante al que le viene grande este club. Los grandes clubes deben edificar proyectos que vayan más allá de los puntuales resultados. La fortuna esta temporada no ha estado precisamente del lado del club blanco,  y de no haber sido tan esquiva el Madrid aún tendría dos títulos en juego. Diciembre de 2014 no está tan lejano en el tiempo: el Madrid debe evocar ese recuerdo y continuar por una línea que conducía al éxito.