Amancio cumple 82 años este sábado 16 de octubre. Nacido en el año 39 en unos tiempos muy complicados para España con una guerra civil recién terminada, Amancio convirtió el fútbol en una tarjeta de presentación inmejorable.
‘El Brujo’ —como se le apodó en la época por su capacidad de convertir cada jugada en un acto de magia, de prestidigitación y quizá también por la querencia gallega a las leyendas pobladas de brujas y brujos en las noches de bruma— fue santo y seña del Real Madrid, con el que jugó desde el año 1962 hasta 1976, firmando un palmarés incontestable. Uno de los mejores historiales de todos los tiempos en el club blanco, y eso, cuando se habla del Real Madrid, son palabras mayores.
Al Brujo de La Coruña no le asustó el reto de mantener el listón a la inmensa altura en el que lo había situado la generación encabezada por leyendas como Di Stéfano, Puskas, Rial, Kopa o el mismísimo Gento
Amancio lideró un Madrid de entretiempo. El Club venía de una época dorada, había pasado de ser un equipo del montón en España a sentar las bases para ser considerado el Mejor Club del Siglo XX. Al Brujo de La Coruña no le asustó el reto de mantener el listón a la inmensa altura en el que lo había situado la generación encabezada por leyendas como Di Stéfano, Puskas, Rial, Kopa o el mismísimo Gento, con el que compartió vestuario en los años postreros de la carrera de la Galerna del Cantábrico.
Ganó la Copa de Europa del 66 al Partizan de Belgrado en Bruselas, territorio siempre grato al recuerdo del Madrid. En esa final, marcó un gol y formó parte troncal del Madrid Ye-yé, un formidable conjunto formado solamente por jugadores españoles que supo recuperar el trono continental para el club blanco. Completó su particular sala de trofeos con nueve Ligas, tres Copas e incluso la Eurocopa del 64, el primer gran título de la historia de La Roja.
La historia de Amancio con la zamarra blanca es legendaria, pero su influencia va mucho más allá. Él fue el entrenador de aquel Castilla campeón de la Liga en Segunda División, un hito que ningún otro filial ha podido repetir en toda la historia del fútbol español, y fue también él quien cocinó a fuego lento una camada de jugadores a los que dio la alternativa en el primer equipo Alfredo Di Stéfano y que el periodista Julio César Iglesias bautizó con mucha fortuna como La Quinta de El Buitre. Hablamos de Butragueño, Michel, Martín Vázquez, Sanchís y Pardeza.
Con Amancio también comenzó a gestarse otro mito mucho más subliminal, pero de enorme valor en un deporte como es el fútbol, en el que los gestos y los detalles forman parte indispensable del espectáculo y de la mística: fue el primer 7 de leyenda del Real Madrid.
Los grandes clubes tienen siempre un dorsal de referencia. En el Madrid ese rol lo interpreta el 7. Amancio no fue el primero en lucirlo con éxito, ese honor corresponde a Raymond Kopa, pero sí el primero en convertirlo en un dorsal temible. Después de él, han jugado con ese número a la espalda leyendas del Real Madrid como Juanito, Butragueño, Raúl y Cristiano Ronaldo. Todos ellos forman parte del imaginario colectivo de la institución. Ahora lo porta —con peor fortuna hasta el momento— Eden Hazard, pero que el Club le asignara ese dorsal cuando fichó por el Madrid da una idea de la importancia que se le otorgaba al jugador belga cuando arribó a la capital de España.
Por tanto, Amancio es el 7 que dio sentido al 7, el inventor
Por tanto, Amancio es el 7 que dio sentido al 7, el inventor. Y ese es, posiblemente, su mejor legado. Si el fútbol es así de grande es por su capacidad inagotable de generar mitos. Y Amancio Amaro, El Brujo, es sin duda alguna uno de los grandes. El 7 es su prueba.
Fotografías Imago.
Muy afortunados los que le vimos jugar durante toda su carrera en el Real Madrid
LEYENDA
Amancio está en la bruma de mis recuerdos del Madrid, esa época de la infancia en que recuerdas a jugadores pero apenas puedes recordar ningún partido. Una generación de niños que sabíamos que el Madrid se había asentado en lo más alto… pero antes de nacer nosotros, siempre con el temor de que nunca se repitiera. Hubo un momento en que el Madrid no ganó la liga durante cinco años, a una edad en que eso es una eternidad, y parecía que incluso perdía la hegemonía en España. Apareció el milagro del Castilla, Amancio y su Quinta del Buitre. Fue algo mágico. Solo comparable con la Séptima.
Gracias a Amancio Amaro Varela soy del Madrid
Para mi, el mejor.
El único ídolo que he tenido. De niño era auténtica pasión lo que me generaba su juego. Sus caracoleos, regates...pura diversión e imaginación.
Tuvo que jugar en el futbol más duro de la Historia con un juego que desquiciaba a las malas bestias como Capón, Ovejero, Fernández y demás.
Y para colmo, en mis cincuenta años de socio fue el que me entrego la insignia de oro.
Ni Zidane ni Raúl ni Modric... El mejor...AMANCIO.
Muchas gracias por tu futbol.
Ahora a por el número 10. Promete ser jugoso.
Gol de el Brujo al Partzán. Mejor dicho, golazo.
Es una leyenda madridista. De los más grandes.