Han pasado varios días desde la disputa del Ajax-Real Madrid y el antimadridismo sigue hablando del gol anulado a los holandeses como si fuera una herida que jamás cicatrizará. Pasó igual con el penalti a Lucas Vázquez ante la Juventus la temporada pasada. Por aquel entonces, el VAR no había aterrizado en la Champions League, pero, de haber estado ahí, el resultado habría sido el mismo. Esa justicia cruda, que no abarca colores ni himnos, es lo que aturde a un sector de aficionados cuyo único deseo es que pierda el Real Madrid.
El problema es que hay un VAR en España y otro bien distinto fuera de nuestras fronteras. Todo el mundo celebró el buen uso de la tecnología durante el Mundial de Rusia, y la inmensa mayoría -los que huyen de filias y fobias- aplauden el agradable debut que ha tenido en la Champions League. Las decisiones se toman más o menos rápido y el árbitro acude a ver el monitor en acciones importantes. Saben el procedimiento y lo ejecutan con una naturalidad a la que, por desgracia, no estamos acostumbrados en España.
Estas evidentes diferencias invitan a pensar mal. ¿Cómo es posible que en Liga y Copa del Rey exista un oscurantismo tan atronador a la hora de utilizar el VAR? ¿Por qué en Champions League un árbitro acude al monitor a ver una acción y en España sólo se toma esa decisión según quién sea el beneficiado/perjudicado? ¿Por qué hay una realización tan sesgada en nuestro país?
Son preguntas sin respuesta. O con una respuesta que nadie se atreve a dar pese a que todo el mundo la intuye. Quizá tenga que ver con el famoso entorno, ese que se ha teñido de blaugrana en España y que tiene un color más neutro cuando miramos a Europa. En Liga y Copa, las repeticiones escasean y el uso del VAR es un tanto extraño. Velasco Carballo ofreció una hilarante rueda de prensa para explicar el criterio a utilizar y lo único que demostró es que se ríen de la gente. El famoso "todo OK, José Luis" es prueba de ello. El penalti a Vinicius contra la Real Sociedad se habría pitado en la Champions League.
Volviendo al entorno, cabe recordar que la tecnología también puede -y debe, vaya- utilizarse para acciones que requieran una expulsión. Al leer esto, muchos de vosotros habréis pensado el mismo nombre que yo: Luis Suárez. En España se está investigando el corte de mangas de Bale -debería ser castigado- mientras se siguen pasando por alto las agresiones del delantero uruguayo, que ya hasta las utiliza para marcar goles sin que el VAR intervenga para negárselos. Los árbitros no las castigan y la prensa baila sobre ellas. Su tanto ante el Leganés en el Camp Nou habría sido anulado en la Champions League.
La conclusión ya la habíamos sacado en el segundo párrafo: no hay un único VAR. Y eso es lo realmente preocupante. Se trata de una tecnología revolucionaria, que debería tener el mismo enfoque para todos los equipos, pero cuyo uso en Champions League y Mundial de Rusia ha servido, sirve y servirá para desnudar las miserias de un fútbol español opaco y mal gestionado. Y no te quejes, que eres el Real Madrid.
Claro que algo pasa con el VAR en España, como venimos diciendo muchos desde antes de su implantación. Y no es que estemos en contra del VAR, todo lo contrario, como vimos en el Mundial en varios partidos. A mí me encantó de modo especial cuando el VAR corrigió un piscinazo de Neymar (creo que ante Costa Rica) que en España ya vimos que se pitaba de modo recurrente a cada ocasión.
Y pasa que las Fuerzas del Mal (La Galerna dixit) llevan trabajando en el control del VAR desde hace mucho. Mediapro y Roures como dueños del invento, Óscar Lago en la realización, Clos Gómez (con el que recuerdo que el VARça nunca perdió) como jefe del aparato, López Nieto y Puentes Leira encargados de la formación en su uso, y el mamporrero Fouto para justificar lo injustificable, ¿qué podía salir mal para la RFEFCB?
El uso del VAR en Ámsterdam ha vuelto a dejar con el culo al aire la patraña que es el VAR en España, y lo mejor ha sido ver la indignación de buena parte del periogolfismo patrio: les importa un carajo el Reglamento, la realidad o la normativa, solo les mueve ver perder al Madrid. Nos llevan años de ventaja, pero no quiero que el Madrid se acerque al funcionamiento de toda esta mafia ni un milímetro.
Déjale un cuchillo a un excelente chef y te hará una demostración de cortes precisos y concisos en piezas de carnes, pescados y verduras, para el deleite de los comensales.
Déjale ese mismo cuchillo a Jack el Destripador y ya veremos lo que pasa...
Sublime!
¿Cómo? ¿Que el árbitro va a ver una jugada a la banda y tras ver las jugada en el televisor decide aplicar el reglamento?
A dónde vamos a parar.
Esta claro que las tecnologías funcionan, el problema, es el uso que se da de ellas.
Todo lo que se escriba es poco o, según lo mires, es redundar sobre lo mismo. La malicia y cinismo es tremendo. Hoy, se han comido un par o 3 de penales sobre jugadores del Real Madrid, el VAR no ha entrado...Y, sin embargo, sí lo ha hecho -deteniéndose el partido innecesariamente, en un gol conseguido por Marcelo en claro fuera de juego. Está claro a lo que juegan.