Como es bien sabido, el Real Madrid, además de acumular sin parar títulos en fútbol y en baloncesto, también acapara trofeos en otros deportes: Fórmula 1 con Fernando Alonso, motos con Ángel Nieto, ajedrez con Magnus Carlsen, esquí con la familia Fernández Ochoa y, por supuesto, tenis.
Desde Manolo Santana, pasando por Juan Carlos Ferrero, ganadores de títulos de Grand Slam, hasta el gran Rafael Nadal, recordman absoluto de Grand Slams (21 hasta la fecha), el tenis español ha dado muchas alegrías protagonizadas por fervientes seguidores del Real Madrid. Debemos sumar a ellos a la última sensación tenística a nivel mundial, el murciano de El Palmar Carlos Alcaraz, que acaba de culminar una semana sensacional tras cumplir el pasado jueves 19 años, imponiéndose en el Open de Madrid (Masters 1000 de ATP) en una tacada ante nada menos que el propio Rafa Nadal, Novak Djokovic y el alemán de origen ruso Alexander Zverev.
Carlitos, o Charley, como le gusta ser llamado (lo de Carlos le parece “demasiado serio”), además de arrasar a todos sus rivales en la Caja Mágica, ha acudido en estos últimos 8 días dos veces al palco de honor del Santiago Bernabéu (primera y segunda vez que presenciaba in situ un partido de fútbol), ya que ha declarado, muchas veces, su amor por los colores madridistas.
Dentro de un par de semanas empezará en París la Champions del tenis en tierra batida, el Open de Francia, más conocido como Roland-Garros. Nadal luchará por su trofeo número 14 en París, exactamente lo mismo que el 28 de mayo el Real Madrid tratará de embolsarse su 14ª Copa de Europa a unos pocos kilómetros de la capital francesa, en el Stade de France de Saint-Denis.
Tras la exhibición del murciano Alcaraz en Madrid, el madridismo del tenis y de la tierra batida va a disponer esta vez no de una, sino de dos magníficas balas para volver a ganar el prestigioso torneo francés. La de Rafa Nadal, como es habitual desde que conquistó su primer RG en 2005 (13 títulos en 17 años) y la de Charley Alcaraz.
Todos los ojos madridistas estarán fijados en París a finales de mayo, donde el Madrid merece culminar su homérica trayectoria de esta Champions 21-22. Pero no descuidemos que también podremos asistir a la 14ª coronación del más grande tenista de la historia o al advenimiento de un nuevo rey de las pistas
Nadal, que también contempló durante la semana en el palco tanto los festejos por la trigésimo quinta liga como la espectacular remontada ante el City el pasado 4 de mayo, pese a sus crónicos dolores de espalda y su maltrecho tobillo, siempre debe partir como favorito en su torneo predilecto. Cumplirá 36 años durante la disputa del campeonato, pero no hay duda de que en el lado de su cuadro nadie tendrá ninguna gana de enfrentarse con él.
Por otra parte, Alcaraz —desde hoy número 6 del mundo (tras sus últimas victorias en Río de Janeiro, Miami (su primer Masters 1000), Barcelona (donde acabó su semifinal y disputó la final ante Carreño el mismo día, con apenas dos horas de descanso entre ambos partidos) y Madrid— ha demostrado con sus 19 años una retahíla de virtudes que hacen de él un más que futuro número 1 mundial en muy poco tiempo. Tras los pasos de su maestro y entrenador el “Mosquito” Juanqui Ferrero, Alcaraz está demostrando tener mucha cabeza fría, buenas decisiones, una derecha penetrante y un magnífico revés, a los que une un saque que mejora adecuadamente (ante Sasha Zverev estuvo impecable) y una prodigiosa forma de hacer dejadas (ante Djokovic fue una estrategia clave para clasificarse para la final) que destrozan las piernas de los rivales y les rompen el ritmo, con una muñeca que no desmerece en nada la de maestros de esta jugada como John McEnroe o el propio Roger Federer.
Todos los ojos madridistas, por razones obvias, estarán fijados en París a finales de mayo, donde el Madrid merece culminar su homérica trayectoria de esta Champions 21-22. Pero no descuidemos que en la Ciudad de la Luz también podremos asistir a la 14ª coronación del más grande tenista de la historia en su sede favorita o al advenimiento de un nuevo rey de las pistas, de trato exquisito y encantador, que puede ser por calidad, por recursos y por talento, el gran dominador del tenis mundial en la próxima década. Y la pasión que ambos atesoran por el Real Madrid es un destacable denominador común de estos dos maestros de la raqueta.
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Pues estamos en la Final. Es difícil de explicar cómo, pero ahí estamos. El City fue superior desde el físico, tal y como había advertido su entrenador, hasta el punto de ponerse 0-1.Y futbolisticamente nos han aplastado. A quién siga diciendo que el City es un mal equipo, lo siento, no tiene ni idea de fútbol. El City es una escuadra impresionante. Y lo entrena el mejor entrenador que hay ahora mismo en el panorama futbolístico, Pep Guardiola. El mérito del Madrid es enorme, precisamente por eso. Sacar un partido como el del del City con Nacho, con Mendy, con Carvajal de central, acabando con Vallejo... de verdad, enorme. La baja de Alaba ha sido decisiva. Militao, creo que ya podemos decirlo, es un pésimo marcador, si a eso unimos a Nacho y el partido desastroso de Mendy, ya tenemos buena parte de la explicación del resultado antes de la prorroga. El City nos han pasado por encima desde el minuto 10 pero, como muchas veces ocurre en este estadio, el Madrid saca fuerzas de la nada y se resiste hasta el final. Ese espíritu encarnado principalmente en Modric pero también en Valverde y Rodrygo es el que nos ha salvado. Valoremos lo que hemos hecho. Repito, es increíble que este equipo, con las limitaciones que tiene pero también con sus maravillosas virtudes, haya eliminado a PSG, Chelsea y City. Todo un ejemplo para el mundo del fútbol. El Madrid es inmortal. Y yo soy un avistador de ovnis, sirenas, unicornios, floquets y gnomillos. En definitiva un socioholograma de vida social y familiar plena que, eso sí, está hasta los cojones del contrataque, de Zidane, Ancelotti, el bloque bajo. Sin embargo, lo afirmo sin ambages de ningún tipo, me encantan Guardiola, Pedri, Ansu Fati, Geri y Joao Félix.
En absoluto y completo desacuerdo. Evidentemente, no vimos el mismo partido o, lo vimos con gafas y televisores diferentes. Una escuadra tan impresionante a la que le hemos marcado seis -¡seis!- goles nada menos. Y que, en Madrid, sólo jugó mejor que el Real, los 10 - 12 minutos posteriores al gol de Mahrez. Ni antes ni, mucho menos, después. Por cierto, el penalty, lo marcó Benzemá en el minuto 5 de la prórroga. Quedaban, como poco, 25 minutos más. ¿Qué hizo esa impresionante escuadra? ¿Qué hizo ese magnífico entrenador? Absolutamente, nada. Nada de nada. ¡Menudo equipazo que se “rila” de esa manera!
Magnifico artículo. Fidedigno testimonio de la realidad.
Me excito solo con pensar en ese doble triunfo alcanzado por los nuestros.
Prefiero un madridismo como el existente , con todos sus matices, sl que contribuyen unas secciones competitivas al máximo y luchando por todo de manera legal, a un nazional-culerisme basado en el apoyo extradeportivo con secciones ruinosas todas, empezando por la del furgol, pero que cuentan con la connivencia del Estado español ( LFP, RFEF, CSD, Ministerio de Cultura y Deportes...) . Sí, ese al que tanto odian y del que tanto se quejan haciéndose las victimas para pedir cada vez Mas y Mas privilegios. Entonces, ver a pilotos de automovilismo ,tan vinculados al madridismo como los Carlos Sainz, Fernando Alonso , además de los tenistas actuales y que hasta hace poco todavía estaban en activo como jugadores , es algo que me alegra llenándome de orgullo y satisfacción .
Hay una cuestión que apesta: ¿ cómo y por qué una institución en quiebra técnica ,por la cuantiosísima deuda acumulada, es autorizada a fichar todo lo que se menea en hockei patins, balonmanu,, balonsestu, carreras de sacos, tiro al pichón , dardos et alter...