En los últimos años ha hecho cierta fortuna una frase de Manuel Jabois: "No entiendo cómo todavía queda gente que no es del Madrid. Es como renunciar voluntariamente a la felicidad". La frase es brillante en la forma pero falsa en su contenido: ni el madridismo es feliz, ni pretende la felicidad, ni el Real Madrid parece que la procure.
Hay conformismo en la felicidad: uno es feliz con lo que tiene, con dónde está, con lo que hace; no desea más. La felicidad se basta a sí misma. El Real Madrid, por el contrario, nunca se conforma, siempre quiere más. Importan el logro, la grandeza, la excelencia, la ambición de ser los mejores y serlo siempre.
La exigencia constante está reñida con la felicidad. El madridismo está centrado en la conquista, en el triunfo sin descanso. Cuando ganamos un partido, buscamos la siguiente victoria; cuando ganamos un título, esperamos el siguiente. Aunque siempre se pierda más de lo que se gana, todo lo que no sea la victoria sabe a fracaso. En el Madrid, la alegría es una parte del éxito, la felicidad es una consecuencia del logro, nunca un fin. La felicidad madridista está siempre condenada a ser efímera. Nuestra felicidad es residual, una mera porción de la gloria.
Nuestra felicidad es residual, una mera porción de la gloria
Si uno quiere ser feliz se hace del Cádiz, del Almendralejo o del Betis; se conforma con la alegría tranquila de la pertenencia, con el placer de ver jugar a los suyos, con las victorias inesperadas, con los logros insospechados. A la afición del Real Madrid le preocupa ganar y celebrar títulos, y sólo entonces vivir la euforia y la alegría, pero no mucho, no más de lo que tarde en comenzar el siguiente partido o un nuevo campeonato. Es una afición pantagruélica, siempre sedienta. Por consiguiente, ese afán por la victoria, ese ansia y esas expectativas, implican necesariamente insatisfacción, desilusión cuando no se gana y no se alcanzan los triunfos.
El madridista se sienta a ver ganar a su equipo como un hecho esperado, casi inevitable en la mayoría de los casos, y si no sucede se siente decepcionado. Espera ganar un título cada año, un suceso casi contra las estadísticas, puesto que se pierden más títulos de los que se ganan —que el Real Madrid gane más que los demás no significa que gane siempre ni tenga por qué ganar— y si no lo consigue, campa la frustración. Si además se juega contra un equipo pequeño ya no sólo se ve el partido con la expectativa de ganar, si no con la esperanza de ver un baño y una goleada. Si no se produce, le parece un fiasco.
Le pedimos al Real Madrid lo inhumano, que esté siempre al 100 por cien, que no falle, que no nos defraude, que siempre cumpla, algo que nadie consigue en su propia existencia. La vida en buena medida son nuestros fallos, nuestros errores, nuestras derrotas y nuestros fracasos, cómo los afrontamos y reaccionamos ante ellos, cómo gestionamos la adversidad.
Cabe distinguir a aquéllos que exigen el esfuerzo de quienes se enfurruñan si no se gana; a aquéllos que distinguen las malas tardes de las malas dinámicas; a aquéllos que critican las malas actitudes de quienes viven instalados en la crítica reiterativa y constante. Sin embargo, observando cómo reacciona buena parte de la afición, no hay nada constructivo ni en absoluto esperanzador.
Le pedimos al Real Madrid lo inhumano, que esté siempre al 100 por cien, que no falle, que no nos defraude, que siempre cumpla, algo que nadie consigue en su propia existencia
En los últimos años se están originando tendencias que no hablan bien ni de la sociedad en la que estamos ni de la sociedad que viene. Es fácil detectar un madridismo nerón: una parte de la afición apasionada del fuego y de la gasolina, que goza de la pira constante, que siempre busca culpables y chivos expiatorios. Tras un ciclo ganador como no se había producido en 60 años, todo lo ven mal y todo les parece negativo. Todo es intolerancia y agresividad.
Igualmente se puede detectar un madridismo calígula: veleidoso, errático, inestable, cruel; un sector caprichoso y pueril, amohinado porque no juega el niño de sus ojos, irritado porque el equipo no juega como le place, enojado con la alineación o el sistema; airado con la directiva de turno por mantener a tal entrenador o semejante jugador o no hacer equis fichajes. Todo es impaciencia y malos modos.
Ambos confluyen en la pasión firme por tener razón. Llegan hasta el punto de preferir que se cumpla la profecía de sus miserias antes que el éxito colectivo del Real Madrid y del madridismo. Llegan a desear y a alegrarse de ciertas derrotas y ciertos fracasos, como si les sirviera de autoafirmación. Todo ello les permite proseguir con su espiral de incendios y dislates, con la mezquindad y el apetito por la destrucción. Cada vez critican más, y apoyan menos; cada vez son más justicieros y menos afición. La insatisfacción por las altas expectativas cede entonces paso a una insatisfacción ñoña y amarga, gruñona y cascarrabias. Desde luego, así no se construyen las historias épicas, ni se forjan las gestas, ni transcienden las leyendas.
Fotografías: Getty Images.
A mi modo de ver, todo esto que relatas (y que es cierto) lo ha motivado la prensa patria. Y, desgraciadamente, todavía queda una inmensidad de afición que se deja influenciar por ella. Personalmente, disfruto mucho con el equipo por todas las alegrías que me ha dado, me sigue dando y, estoy seguro, me dará. Como bien has dicho en el artículo, no se puede ganar siempre, y si nosotros somos los que más hemos ganado, ¿qué sentirán las demás aficiones?.
No lo creo, Elías. Hay gente muy insatisfecha con su día a día y el fútbol es su excusa para mostrar a los demás su frustración, porque tampoco son capaces de trabajar en revertir su situación.
Décimo Cornelio, firmo debajo de tu artículo.
Por desgracia es como lo describes. Siempre criticando a nuestro equipo, no tenemos remedio.
Dado el nombre del autor, se le supone certeza en las nuevas clasificaciones de madridistas: nerones y calígulas. Que hay que añadir a omaítas, piperos, zidanistas, zidanplanistas, oficialistas, florentinistas. Madre mía, qué complicados somos. Con lo bien que viven en la Farsa adorando a Messi y en el Malakito al Cholo.
También he tenido la sensación de que en la última parte del artículo se refería, sin dar nombres, a varios foreros de este blog.
Te olvidas de los madridistas perimetrales.
Aquí hay mucho Calígula. Mucho quejica al que todo le parece mal, que prefiere criticar al equipo, al entrenador y a los jugadores antes que defenderlos. Y lo triste es que van de entendidos, y encima no saben ni de lo que hablan, sólo se quejan de todo. Sólo hay que ver que los comentarios de triplican cuando perdemos.
Gran artículo del señor Cornelio.
Tienes razón en que cuando perdemos hay más mensajes que cuando ganamos. Pero se duplican o triplican por las contestaciones y enfrentamientos entre algunos foreros, que cuando perdemos están más enfadados y se calientan en el foro.
"Todo es impaciencia y malos modos". Así es. Ese es el resumen.
Articulo perfecto que retrata a nuestra afición. Es muy fácil echar la culpa a la prensa (creadora del relato), pero si, como es mi caso, sólo te informas a través de paginas como La Galerna, o distintos foros madridistas ( sin periodistas), la sensación es la misma, es decir, todo está mal, todo hay que cambiarlo. Somos lamentables como afición.
Qué grande, qué enorme. No recuerdo haber leído algo tan bien analizado y desgraciadamente, tan cierto. Perfectamente escrito, por otra parte. Enhorabuena. De sombrerazo.
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No olvidemos a los mourinhistas. Si, hay muchas formas de vivir el madridismo. Reconozco que a mí me hace muy feliz, mucho más que desgraciada. No soy masoquista, ni mucho menos pirómana-neroniana, ja ja, ja. En todas las facetas de la vida tiendo más a la reflexión calmada que a la exaltación, y en el fútbol, aunque soy un poco más visceral, también. Será cuestión de carácter.
Keep calm and Hala Madrid!
Exacto!
El amargado se amarga más cuando ve que hay otros que no comparten su amargura, y trabaja incansablemente hasta conseguir amargar a todos.
Amen
"Cada vez critican más". No sé dónde has vivido los últimos 30 años, pero en la Tierra, tercer planeta del llamado por los indigenas sistema solar, no.
Amén, Décimo. Se puede decir más alto pero no más claro......
Piperos y omaitas, aquí mismo no hay nada más que entrar cuando empatamos o perdemos para verlos o leerlos......son legión.
Yo ya no escribo nada porque me asquean....
Cuánta razón tienes, Décimo.
La diferencia es que el MQUC y el equipo del pueblo siempre tienen coartada en la derrota: el Madrid. Nosotros no tenemos esa coartada. Es la servidumbre de ser el más grande. Yo no me quejo de que entre nuestra afición haya tantas tribús y pensamientos. Pero eso sí, a mi las derrotas no me restan no un ápice en mi madridismo. Y es que como dijo el cocinero Pepe Rodríguez, sí el de Master Chef, primero soy madridista y luego ser humano.
Escuchando a tipos como Juanma Rodríguez o Tomás Roncero se explica perfectamente el análisis que ofrece el artículo.
Pues me parece a mí que existe también el madridista que aspira a que su equipo cumpla al menos con la letra de su himno. Y que cuando las circunstancias lo propician, cuando te enfrentas a rivales muy inferiores o parece que los demás equipos fuertes están en crisis, al menos quisieras exigirles que no se malogren títulos fáciles, eliminatorias cantadas y cosas por el estilo. Estuvo bien ganar supercopa y liga el año pasado porque entre otras cosas parecía que no quería ganarlas nadie. Perder en esas circunstancias es demencial, pero sin duda cuesta trabajo y mucho sacar esos títulos adelante porque solemos dejar para mañana, como diría Mota, lo que se puede y debe resolver hoy. Así que cuando veo a mi equipo jugar si no bien al menos con dignidad y esfuerzo, pero el resultado es adverso, el título esquivo o los imponderables inasumibles (aquí se pueden meter los temas arbitrales y demás) pues sinceramente no me llevo chasco alguno, cumplieron con lo que ponía en su contrato y consiguen aficionarme más. De algunas derrotas he sacado así fuerzas renovadas para ser más madridista. Pero amigo, cuando se permiten integrantes del club insultar a la institución entonces soy el peor enemigo que se pueden encontrar. Y creo yo que no se debe aceptar nunca que quede otra solución.
Para ser feliz se inventó la inocencia, ser del Madrid debe ser otra cosa.
¡Qué buen comentario!. Totalmente de acuerdo contigo. No es perder, sino cómo se pierde. También te felicito por el comentario en el artículo "Zidane no es dios".
¿Títulos fáciles? ¿Eliminatorias cantadas?
La historia del fútbol nos ha enseñado que no hay títulos fáciles ni eliminatorias cantadas.
Y esa historia la hacemos nosotros, historia que tú hiciste, contra el Alcoyano por ejemplo.
La gran exigencia que muchas veces tenemos creo que tiene su origen, no el único, pero si importante, en el antimadridismo. El antimadridismo está más álgido que nunca, tiene más voceros y mucho más eco. Si el Madrid pierde, burlas, si gana, excusas (árbitros, Franco... No hay estilo). Al final es una bola que cada vez es más grande, y es todo el rato machacando, una y otra vez... Es un mensaje mil veces repetido, que acaba calando.
Gran artículo y perfectamente definido. Yo sufro a varios "infelices" en mi entorno.
Chapó.
Yo creo que es bueno sentirse frustrado y cabreado cuando se pierde con el Alcoyano, se empata con el Elche o se gana jugando de forma deplorable. Lo que no tiene sentido es cuestionar continuamente todo, el club, la presidencia, el entrenador, los jugadores.... Esos días, te vas a la cama enfurruñado... y hasta la próxima. Y si se hace una mala temporada, a intentar mejorar en la siguiente.
Así lo veo yo también.
Suscribo totalmente el artículo. Tenemos un grupo de guasap solo de madridistas y hay dos que solo intervienen para atacar a los que tienen entre ceja y ceja: Bale, Courtois, Hazard, Marcelo, Vinicius... Nunca dicen nada bueno, madridismo calígula, sin duda. He estado por sacarlos del grupo varias veces.
El articulo es para suscribirlo, en su totalidad, pero de todo lo que se habla en radio y tertulias deportivas, a dia de la fecha, es todo una ordinariez y, mala baba, pues hay que ser muy muy ordinario, para escuchar lo que se escucha y se escribe hoy en dia, a los que vienen detrás, que pensaran, cuando vean el historial del Real Madrid, diran que todo es mentira, y que mala suerte hemos tenido, con estos escribidores a sueldo, pues no hemos sabido crear una nueva Generación del 98, hoy la mayoria es filibusterismo. y además tambien creo que hay mucho Tiberio. Y le doy las gracias por el articulo publicado.
Excelente artículo. Siempre se ha dicho que la afición del Madrid es muy exigente. Más bien diría que existe un sector de la afición que nunca está contento con nada. Si se gana pero no se hace el partido perfecto critican. Si no se gana, críticas furibundas. Si se ficha a un jugador critican porque no se ha fichado a otro y si se ficha a ese critican porque no se fichó al otro. Si la segunda equipación es azul critican porque no es verde, si es verde porque no es azul y así...hasta el infinito y más allá. Esa "afición" es tóxica y muy perjudicial y, por desgracia, abunda en nuestro club. La crítica, cuando es razonada y sosegada es sana y necesaria (si no hubiera crítica seríamos el Atlético) pero esa gente ataca sin ningún motivo. Supongo que en general, se trata de personas frustradas y muy infelices que descargan toda su ira criticando al Madrid. A todas esas personas les diría lo que dijo el gran Fernando Fernán Gómez: váyanse ustedes a la m...y, por favor, vuelvan. Un saludo a todos los madridistas de bien y ¡¡¡HALA MADRID SIEMPRE!!!
Los aficionados del Madrid son personas y como tal de toda condición y pelaje: los hay muy listos (A), listos (B), tontos (C), muy tontos (D) y mediopensionistas (E). Hay algunos que llegan a decir majaderías del calibre de "que mal nos ha hecho ganar las tres Champions seguidas". Estos serían claros especímenes del grupo D, y si van en pareja podrían servir para protagonizar la secuela X de la peli protagonizada por Jim Carrey y Jeff Daniels.
Yo he visto a mi equipo ganar 7 champions, esa es la verdadera felicidad del madridista, ni ligas ni leches...y en esto solo un milanista de 70 años me iguala. He visto 3 consecutivas, cosa que parecía imposible y 4 en 5 años cosa que no creo veamos de nuevo. Con esto me puedo morir madridistamente tranquilo. El día a día de la liga es algo para tomarse con tranquilidad, un minuto despues de ganar una liga ni te acuerdas, es la champions lo que permanece en el recuerdo. 10 ligas no igualan una champions, que se lo digan a alguien del PSG o la Juve. Dicho esto, en efecto ser del madrid en estos últimos años si ha acercado mucho a la felicidad.
La afición del Madrid no es tan diferente a la afición de otros equipos, tampoco flipemos. Yo soy del Madrid desde hace muchas décadas y haciendo una profunda reflexión (¿o quizás una ligera reflexión , quien sabe?) reconozco que qué suerte he tenido siendo del Madrid. Me lo paso pipa en general aunque también me cabreo, cosa lógica. La historia del Madrid es tan grandiosa que te permite infinidad de sentimientos y de momentos, muchos buenos y otros malos, pero eso es la ley de seguir el deporte.
Ese tipo de afición ha existido siempre. Pero, los sufríamos en el bar o en el estadio (los del tendido 7, que digo yo). Santiago Bernabéu estuvo a punto de irse en alguna ocasión, gracias a ellos.
Lo que ocurre ahora es que sus opiniones quedan escritas en la red, lo que es mucho más desagradable.
No sé si os preguntaréis lo que yo muchas veces: ¿Se leerán lo que escriben?
Yo llevo 50 años viendo al madrid y esto no es nuevo. Somos la afición más exigente del mundo y eso ha hecho grande al equipo. Al q no le guste q se critique cdo se hace el ridículo tiene genes del atleti. Recuerdo como se criticaba a Muñoz, Miljanic, boskov...etc. Q somos el Madrid. La élite. Y criticamos y exigimos.
Eso que dices no te lo crees ni tú. Seguro que el Madrid es más grande porque gente como tú y otros está siempre dando la tabarra jajaja. No flipes anda. Pues nada, vete con un bombo delante de Valdebebas a amargar la tarde a los jugadores y a lo mejor ganamos las próximas quince Champions. El Madrid es el club más grande y tiene una exigencia enorme, pero también la tiene el Barcelona, el Bayern, la Juve, el Manchester United el Liverpool etc. Yo no sé si el Madrid tendría más o menos Champions con una afición más o menos 'ruidosa', pero parece que tú sí lo sabes.
Otro del atleti
Sí, soy Raúl.
Pero no vendemos todo el equipo, pedimos la dimisión del entrenador y la cabeza del presidente cada vez que se pierde un punto.
Porque toda la vida se han perdido puntos y algunas veces, de que manera.
Pero, vamos, es de lo que estamos escribiendo. Y digo bien, porque así queda, escrito.
Les agradezco a todos sus comentarios y la buena acogida del artículo.
Decimos contra todo y contra todos: contra competiciones adulteradas, contra el saldo arbitral, contra las campañas de ciertos medios, contra la falta de repeticiones y las imágenes hurtadas, contra retransmisiones deleznables; y también contra nosotros mismos, el enemigo interior.