El ácido desoxirribonucleico, ese compuesto químico imprescindible para la vida que todos tenemos distinto y que diferencia a unas familias de otras, esa espiral de proteínas tan manida y usada en conversaciones banales y en tesis sesudas que justifica una forma de ser determinada o este o aquel comportamiento, el famoso ADN, salió a relucir en Manchester. El llamado ADN blanco en Copa de Europa no es otra cosa que una forma de vida que rota alrededor de una competición culminada por una copa de grandes orejas (para oírte mejor, lobo dixit) que es la razón del Real Madrid.
El club de nuestros amores no sería lo que es sin la Copa de Europa y la Copa de Europa, posiblemente, no sería lo que es sin la mística, la épica y el respeto reverencial que profesan los 11 principitos blancos (querido Tiri allá donde estés) a esta competición. Cuando un niño entra a formar parte de las categorías inferiores del Real Madrid, empieza el ejercicio de mentalización. Cuando un futbolista profesional entra en el despacho en el que firma su contrato, comienza el bombardeo.
El llamado ADN blanco en Copa de Europa no es otra cosa que una forma de vida que rota alrededor de una competición culminada por una copa de grandes orejas que es la razón del Real Madrid
El Real Madrid puede hacer buena o mala temporada, ganar o no el campeonato doméstico, jugar mejor o peor al fútbol, no clasificarse siquiera para las competiciones continentales de la temporada siguiente, pero el único objetivo de verdad que se marca el club es acabar el curso como Campeón de Europa. Desde la temporada 1955/56 se ha conseguido el objetivo en catorce ocasiones. Catorce años en los que el madridista, el club y sus integrantes han podido irse de vacaciones con el deber cumplido. Catorce nada más y catorce nada menos. Por eso el Real Madrid es el más grande y por eso es el club más exigente de la tierra.
El 17 de abril de 2024 será recordado como la fecha en la que el Real Madrid escribió otra página de oro (y van…) en la competición más importante del mundo. Etihad Stadium. Manchester (Inglaterra). Vuelta de los cuartos de final de la edición en curso. Manchester City-R. Madrid o, lo que es lo mismo, Campeón de Europa vs Rey de Europa. No hubo encerrona, no hubo cosas raras. Lo que hubo fue un monumental equipo que se volcó con todo lo habido y por haber sobre la portería de Lunin, que luchó sin cesar materializando casi cuarenta disparos a portería y casi veinte saques de esquina, que ahogó literalmente al rival dentro de su área pequeña, que se entregó hasta la extenuación para derribar el muro tejido por el equipo contrario y, enfrente, simplemente, el Real Madrid de la Copa de Europa.
Les voy a decir algo personal. Tengo 58 años, soy madridista desde hace más de 60, he visto en torno a 3.000 partidos del Real Madrid entre amistosos y oficiales, y nunca, nunca, he presenciado una exhibición defensiva como la que vimos en Manchester.
Tengo 58 años, soy madridista desde hace más de 60, he visto en torno a 3.000 partidos del Real Madrid entre amistosos y oficiales, y nunca, nunca, he presenciado una exhibición defensiva como la que vimos en Manchester
Hay una frase muy común en Chamartín “El Madrid no sabe defender”. Y es cierto, cada vez que algún entrenador ha intentado colgarse del larguero en un partido, lo que ha conseguido es colgarse a él mismo, ponerse la soga a su propio cuello. En Manchester no, el Real Madrid sabía lo que tenía que hacer para doblegar al equipo de Guardiola (un verdadero señor a la finalización del partido. Por cierto, Xavi, aprende de tus mayores, anda, majete).
Había que sufrir, había que defender con un orden estoico, con una solidaridad impecable, con una concentración de opositor de notarías, dejándose literalmente el alma en cada balón, en cada marcaje, en cada duelo, en cada momento, sin desesperarse ante el arbitraje casero (que no descarado) de Orsato, sin entretenerse en discutir con nadie, simplemente, resistir esperando esa oportunidad de hacer correr hacia a atrás a los ingleses —quizás lo único que no bordan— hasta que llegó: balón al cielo de Manchester, control estratosférico de Bellingham, balón profundo a Vinícius, pase de la muerte, disparo con la espinilla/rodilla/quéseyo de Rodrygo, rechace del portero y remache a la red del menino. Gol.
Minuto 12, quizás pronto, quizás nos ilusionamos muy pronto, porque la respuesta de los blues fue impresionante, un ataque ordenado pero desmedido, con criterio pero demoledor. Pero ahí mismo, en ese momento, afloró el famoso ADN del Real Madrid, el que hace que el veterano se gane el balón de oro y que en novel se consagre como estrella mundial.
Cuando Lunin se erigió como el porterazo que es, sujetando al equipo, haciendo el partido de su vida, la defensa se hizo fuerte, la media solidaria con los de atrás peleando cada pelota y la delantera, igual de solidaria, pero esperando la oportunidad de poder correr y hacer daño. Ahí se vio al Real Madrid de la Copa de Europa, ahí se demostró una vez más que en esta competición jugar bien está genial, meter cinco goles es muy gratificante, pero que lo que hay que hacer es pasar eliminatorias y ganar finales. Ahí apareció el verdadero Real Madrid europeo.
En Copa de Europa, jugar bien está genial, meter cinco goles es muy gratificante, pero que lo que hay que hacer es pasar eliminatorias y ganar finales. Ahí apareció el verdadero Real Madrid europeo
El resto de la película ya la saben ustedes, en este prestigioso medio se han escrito las consiguientes y brillantes crónicas y contracrónicas que lo explican mucho mejor que este humilde escribidor y contador de historias. Prórroga, penaltis y… Lunin. A semifinales, donde nos espera nuestro viejo amigo Bayern de Munich, el rival al que más veces nos hemos enfrentado en Copa de Europa, el verdadero clásico de esta competición. Una semifinal de tronío en la que volveremos a ver el ADN del Real Madrid. Siempre a luchar, siempre a ganar, adaptándose a cada rival y a cada eliminatoria. A intentar el objetivo que no es otro que ir a Londres y marcharse de vacaciones como Campeón de Europa. Como cada año, como siempre.
Hoy voy a dejar en paz (sólo hoy, no se hagan ilusiones) al FC Negreilona y a sus secuaces negreiriles, hoy no les voy a dar la tabarra de las mil y una aberraciones y los mil y un delitos perpetrados por esta tropa. Hoy sólo toca disfrutar, solo toca recuperar de la hiperventilación, ser magnánimos con los amigos/familiares/compañeros colchoneros y levantar la cabeza. Hoy toca eso.
Ahora, como siempre, les voy a dar los datos que se generaron en el partido, teniendo en cuenta que técnicamente se considera un empate y, no lo olviden, hoy más que nunca, ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!
Partidos redondos referidos al Real Madrid
CARVAJAL ha jugado su partido oficial nº 410.
FEDE VALVERDE ha jugado su partido de competición europea nº 50.
MENDY ha jugado su partido de competición europea nº 30.
RODRYGO ha jugado su partido de competición europea nº 50.
CAMAVINGA ha jugado su partido del competición europea nº 30.
RÜDIGER ha jugado su partido de competición europea nº 20.
KROOS ha jugado su partido de competición internacional nº 120.
MODRIC ha jugado su partido de competición internacional nº 130.
MENDY ha jugado su partido de competición internación al nº 40.
LUNIN ha jugado su partido de competición internacional nº 10.
Clasificaciones
LUCAS VÁZQUEZ se ha convertido en el jugador histórico nº 35 de la historia del Real Madrid con 342 partidos jugados.
FEDE VALVERDE se ha convertido en el jugador histórico nº 56 de la historia del Real Madrid con 249 partidos jugados.
Goles
RODRYGO ha marcado el gol nº 420 en competición internacional jugando como visitante de la historia del Real Madrid.
El Real Madrid
Este ha sido el partido oficial nº 2210 del Real Madrid jugando como visitante y el partido oficial nº 4560 de la historia blanca.
El dato
El Real Madrid ha conseguido estar en semifinales 12 de las últimas 14 ediciones de la Copa de Europa.
Getty Images.
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