Adama lo peta

Buenos días. BOOM. ¿Ustedes se creen que son formas de sacar a nadie de la cama? BOOM ¿Cómo que BOOM? Nosotros, la verdad, preferimos que nos saque del sueño la discreta campanilla del móvil, en un tono más bien bajo a ser posible, y estimamos que la única razón por la que el I got you, babe de Sony & Cher se hacía insoportable para Bill Murray era por su repetición día tras día. Con moderación, el I got you, babe también estaría bien. Pero ¿BOOM? BOOM además referido a a Coutinho y a Adama Traoré Diarra, que ya me dirán ustedes qué tienen que ver el uno con el otro y qué clase de bomba han hecho explotar ambos jugadores al alimón. 

Ninguna. No han hecho estallar absolutamente ninguna bomba. Ni Coutinho por su cuenta, ni Adama por la suya, ni mucho menos los dos a un tiempo, como parece sugerir la presencia de ambos en la portada de Mundo Deportivo, acompañados de tan bélica onomatopeya. Además ni siquiera es BOOM BOOM, lo que nos otorgaría la esperanza de que quien viene a despertarnos es John Lee Hooker, que tampoco estaría mal. 

El intempestivo despertar que nos brinda Mundo Deportivo tiene su justificación (?), por un lado, en el buen rendimiento de Coutinho en el Barça de Koeman y, por otro, en el buen debut con la llamada Roja de Adama Traoré Diarra, que es ese chico mazao que ven junto a Coutinho. ¿Y a santo de qué un periódico de filiación blaugrana trae en su primera plana a este jugador?, se preguntarán anhelantes. No contengan por más tiempo la respiración, ya se lo contamos. Resulta que Adama Traoré Diarra (que es el muy madridista nombre del chaval) militó en el filial blaugrana en su momento, lo que parece que da a Mundo Deportivo la oportunidad de marcar paquete casi tanto como Adama marca bíceps. Presumir de ex es una cosa un poco patética si uno lo piensa detenidamente. No presumes de uno que sea tuyo sino de uno que lo fue, y nos preguntamos si eso es algo de lo que presumir. Si un amigo viene enseñando fotos y jactándose de la belleza de una antigua novia, lo primero que se nos ocurre es preguntarle cómo la dejó escapar, y lo segundo cómo se le ocurre vanagloriarse de nada cuando fue tan torpe, precisamente, como para dejarla escapar. Es más: ¿imagináis, queridos lectores, la que habría ahora mismo montada en la prensa (tanto barcelonesa como capitalina) si el que hubiera dejado escapar a la nueva perla de Luis Enrique no fuera el Barça sino el Real Madrid? Lo que a Mundo Deportivo le da para presumir habría bastado a los cuatro jinetes del Apocalipsis para salir a degüello contra Florentino por dejar marchar tanto talento y tan español. 

Sí, amigos. Entre que el muchacho tiene sus virtudes y que en estas fechas de parón hay poco de que hablar, Adama lo está petando (nos referimos al uniforme de la selección, que pone el borde del estallido interno de tanta musculatura como exhibe el chico). “Los secretos de Adama”, titula As, en lo que parece más un anuncio de productos cosméticos con la penúltima celebrity que la portada de un diario deportivo. “Si soy el mismo de ayer, es un día perdido”, nos comenta no sabemos si Adama o Rabindranath Tagore. No puede negarse que el chico está de moda. Hoy, veremos mañana. No solo porque hay que ver si mantiene el nivel, sino también porque mañana habrá otras cosas de las que hablar. Y porque mañana Adama no será ya Adama, puesto que sí hoy aspira a no ser el mismo de ayer será también porque mañana no aspirará a ser el mismo de hoy. 

Por lo demás, nos quedamos con los apellidos de la perla del Wolverhampton, que como señalábamos antes arrojan grandes reminiscencias madridistas. Para encontrar los orígenes de Adama hay que llegar nada menos que a Mali, de ahí ese apellido tan familiar: Diarra. Se conoce que de los Diarra de Mali de toda la vida, no sabemos si exactamente de la misma rama que nuestros entrañables Mahamadou y Lass. Este nuevo Diarra, sin embargo, debe todavía comer muchos bollycaos antes de aspirar a la grandeza de cualquiera de nuestros dos Diarras. Para llegar al éxito de Mahamadou debe todavía meter un gol que valga una Liga (junto a -ay- Reyes), y para parecerse a Lass debe parecerse también al mayordomo del Príncipe de Bel Air, a la sazón el actor Joseph Marcell, natural de Santa Lucía y viva imagen de Lass. 

Hemos acabado (sí) con la serie de Will Smith por las mismas razones por las que Mundo Deportivo y As han empezado (el día) con Adama Traoré Diarra, es decir, y dígámoslo sin ambages, porque por obra y gracia del bendito parón de selecciones no hay absolutamente nada de qué hablar. A Sport y Marca les ha dado por Griezmann y Nadal, respectivamente, exactamente por el mismo motivo, aunque nunca esté mal hablar de Nadal, el Real Madrid del tenis que ahora, como el de fútbol, juega sin público. Ánimo al mallorquín, que está a las puertas de un nuevo (y muy anómalo, como todo en 2020) Roland Garros.

Pasad un buen día.