¿Acierta el Real Madrid renovando a Reyes?

Sí. Es necesario empezar estas líneas con una respuesta afirmativa a la cuestión que encabeza el artículo. Luego podemos entrar en matices como pueden ser los roles futuros,pero a estas alturas, no se debería cuestionar que el capitán del Real Madrid, del mejor Real Madrid de su existencia contemporánea, merece colgar las botas en su casa y, más o menos, como él quiera hacerlo.

No es sencillo, nunca lo ha sido, pervivir en una institución tan grande, y tan demoledora a veces, como el Real Madrid. El primer mérito de Felipe Reyes ha sido aguantar como primera espada desde que llegó al club merengue hace trece años, un día de verano de 2004.Pocos recuerdan ya que su anterior equipo fue el Estudiantes, en un cambio de barrio que vivieron previamente otros ilustres jugadores como Alberto Herreros o el malogrado Fernando Martín. Felipe habrá cumplido prácticamente quince años en el Madrid para 2019, cuando cercano a la cuarentena, termine el contrato que acaba de suscribir por dos campañas con el equipo de la Concha Espina. No descarten que pueda ir más allá para entonces, si bien todo pinta que estamos ante el último baile del pívot.

Dicen que del Madrid no te vas, te echan, aunque hay excepciones que deciden cómo y cuándo se produce esa salida. Son excepciones basadas en méritos labrados a lo largo de los lustros, como es el caso de un Felipe Reyes que se las ha visto de todos los colores, que vivió algunos de los años oscuros de la sección (2006 y, sobre todo, 2008 y 2009) para luego ser imprescindible puntal bajo los tableros en los días de gloria. Ganó  un título en2005, con Božidar Maljković y esa imposible Liga ACB; en 2007, con el doblete Liga-ULEB de la mano de Plaza y MVP de la Final ACB incluido para el casi eterno capitán. Y luego ya a partir de 2011, el chorro de trofeos, uno por curso mínimo, de la mano de Pablo Laso. Entre ese 2007 y la Copa del Rey de 2012 hubo un MPV de la Liga Regular en 2009, que luego repetiría en 2015, y episodios más oscuros como un Ettore Messina empeñado en que Felipe exclusivamente tirase de tres, como si sus tiempos como jugador interior estuvieran acabados. Reyes, listo y con una capacidad de adaptación fuera de toda duda, aprovechó lo bueno de aquella época mala y progresó en un tiro a media distancia que sigue siendo un recurso muy utilizado en su carrera.

El rol de Felipe

Si seguramente no se pueda discutir la renovación de Felipe, porque hace justicia a su trayectoria y ascendencia en el club y le respeta como el símbolo que es, sí podría haber debate en cuanto a su aportación en las dos temporadas venideras. Felipe sigue en forma, de otra manera ni él ni el club habrían dado el paso. Es una relación basada en la honestidad y estoy seguro que si el dorsal nº 9 del Madrid no se viera capaz, no habría renovado ni por un curso ni por dos. Ahora bien, una cosa es estar en forma, listo y sobre todo dispuesto y otra bien distinta es no asumir que es muy complicado, por no decir imposible, ver a un Felipe tan regular y potente como hace un par de años. Y más con estas temporadas agotadoras que se nos avecinan y de las que el Madrid ya ha palpado un buen bocado, con más de 80 partidos en la 2016/17.

No ha tenido grandes lesiones Felipe, pero con la edad, el cuerpo tarda mucho más en recuperar. Puede que sus prestaciones, en líneas generales, sean las mismas sobre la pista, pero su exposición, si se quiere tener una buena pieza durante los nueve meses de competición, ha de ser menor. No se trata de lo que pueda o no hacer Felipe sobre el parqué, sino del tiempo que tarde en recuperarse. De fondo, el agotamiento, que si cuando acaba el año agarrota a jugadores que no han pisado la treintena, lo lógico es que ataque también a alguien que lleva machacándose durante veinte años. Sobra decir que el propio protagonista sabe de esta realidad y el primer paso para ahorrar gasolina sería renunciar al Eurobasket de septiembre.

Con menos minutos aparece la posibilidad de rentabilizarlos más, de tener un Felipe de apariciones más espaciadas, más puntuales, pero mejor aprovechadas. Pero no piensen que va a ser una jubilación a la carta de un pívot veterano, hombre de vestuario, importante en la rotación y con experiencia para fuera y dentro de la pista. Es el camino al retiro de un tipo que se ha ganado esta renovación y la posibilidad de gestionar, de la forma merecida, el camino para colgar las botas en el lugar que le hizo grande, el Real Madrid