Soy un ávido seguidor de las noticias deportivas y, especialmente, procuro leer todo lo que cae en mis manos sobre el Real Madrid. Nada extraordinario pues supongo que vosotros, galernautas, también sois un poco ‘lectodependientes’, con el mismo y simple afán que me mueve a mí: estar informado de forma solvente sobre la actualidad y tener un criterio fundado sobre las cosas que pasan. Sin embargo, el sentimiento que me embarga en los últimos tiempos es justamente el contrario: cada día me siento más desinformado y estoy más confuso… La desinformación imperante, las fake news bien pensadas y mejor ejecutadas o el ‘pim, pam, pum’ de mensajes de todos los actores de este negocio contribuyen con sus mensajes interesados a semejante ceremonia de la confusión.
Toda esa mezcla explosiva queda recogida luego en soportes únicos, bien sean periódicos, bien páginas web, bien redes sociales… donde lo que menos importa son las noticias en su sentido más literal, ni el rigor con que se cuentan; tampoco, el desistimiento en la búsqueda de la verdad objetiva, la transparencia como actitud democrática (por no decir vital), la independencia de los medios y de sus periodistas o el inherente fairplay tan necesario en el mundo del deporte. Parece que todo vale con tal de que la verdad no prevalezca, porque siempre hay alguien con intereses espurios que tratará de que eso no llegue a suceder.
Voy a poner un ejemplo sobre lo que digo. Un ejemplo que conocemos todos. ¿Qué es lo que hay de cierto -a día de hoy- entre las miles de piezas periodísticas relativas a la planificación del Real para esta temporada? Digo bien: miles de impactos de todos los colores y por todos los medios y canales que han contado -y hablan- sobre los fichajes del Real para esta campaña, con decenas y decenas de nombres sobre la mesa, puestos en negro sobre blanco… Y cuando digo ‘decenas’ tampoco exagero ni un ápice.
lo que menos importa son las noticias en su sentido más literal, ni el rigor con que se cuentan.
Estoy teniendo la curiosidad -y la paciencia- de recopilar desde el verano pasado, tras la ‘chamusquina’ del fallido fichaje de Mbappé, los nombres de futbolistas por los que al parecer suspira nuestro club: los que iban a terminar ciclo en sus clubes y llegarían gratis (¿…?), los que se postulan para jugar de blanco o los que alguien quiere colocar… en fin, una lista interminable. Veamos una breve muestra: “Así juega Sesko, el nuevo Haaland que quiere el Madrid”, “El Real Madrid se lanza a por Fofana y ofrece 40 millones más Isco”, “El Madrid quiere hacerse con Tolisso a coste cero en junio 2022”, “El Cruzeiro, nuevo club de Ronaldo, tiene un canterano con potencial para el Madrid: Weverton”, “Matheus Nascimento, la perla de 17 años que sigue el Madrid”, “El Madrid lleva manejando informes desde hace 2 años de Wirtz”, “El Real Madrid mueve ficha por el fichaje de Gravenberch”, “Weslley Patati es la nueva joya del Santos y sueña con jugar en el Madrid”, “El Madrid a Raiola: Gravenberch interesa “mucho más” que Pogba”, “Así es Demiral, el central que habría pedido fichar Ancelotti”, “El descubridor de Julián Álvarez lo tiene claro: “Al Real Madrid o al United”, “El Madrid tras la joven promesa del Brujas- Charles de Ketelaere”, “En Italia aseguran que Kessié será el fichaje sorpresa del Madrid”, “El técnico del Fulham reconoce que Carvalho interesa al Madrid”, “En Estados Unidos ven a Reyna, la siguiente gran joya del Dortmund, fichando por el Madrid”, “Araújo, objetivo del Real Madrid”, “Los futuros cracks que el Real Madrid tiene en su radar”, “El Real Madrid viaja a Mónaco a por Tchouameni”, “Angeliño está en la lista de tres laterales que quiere fichar el Madrid”, “: En Alemania sitúan a Serge Gnabry en la órbita del Real Madrid”, etc, etc.
La lista se queda corta, mucho, porque no cabría en este artículo. Es probable que, al final, alguno acierte. Pero todos sabemos que en verano sólo llegaron Alaba y Camavinga. El jugador austriaco vino como agente libre y la noticia estaba descontada desde meses antes; y en el fichaje del francés, el Club supo aprovechar (a salto de mata) una oportunidad totalmente inesperada. Entonces, ¿qué significa esta ridícula realidad?
En mi opinión, nuestro periodismo deportivo no pasa los mínimos filtros de calidad, rigor y veracidad de las noticias que se publican. Pero eso parece no importar, pues muchos consideran que estamos en un circo y que ‘todo vale’, pues al final nadie se acuerda de tanta ‘intoxicación’. Si nos ceñimos al caso de Mbappé, de cuyo fichaje (¿estamos seguros?) se publican todos los días decenas de piezas informativas… solo podemos un hecho objetivo: todavía no se ha publicado al respecto comunicado oficial alguno por parte de los dos clubes concernidos, ni tampoco del jugador (que está jugando sus bazas, ya que no vive una situación cómoda).
Dando por hecho que finalmente Mbappé llegará, vayamos al caso de Haaland. Cada día que pasa, su fichaje parece estar más en el aire. Pero eso no es óbice para que cada cual publique lo que se le antoje, sin tener probablemente ni una sola fuente solvente. Lo digo con pesar: los periodistas nos lo inventamos casi todo sobre este asunto. Basta que un conocido del jugador o un experto opine desde Alemania que lo ve jugando en el Real Madrid en el futuro, para que eso nos parezca un scoop informativo que va a misa. Sin embargo, cuando un ‘anti’ (que también se lo inventa) dice que Raiola -su representante- desaconseja al noruego que fiche por el Real porque, ‘al lado de Mbappé, nunca podrá ganar el Balón de Oro’, el corifeo de la prensa barcelonista se limita a vociferar el mensaje en todos los medios y canales a su alcance; saben que una delantera con Mbappé, Haaland y Vinicius, dejaría a su Barça relegado a un puesto de segundón durante una década. Pero lo único cierto es que nadie sabe -salvo los directamente interesados- qué es lo que está pasando en este proceso de decisión del ariete’ noruego y no gozan de fuentes solventes con las que poder contrastar la noticia (además, no se olvide, Raiola está internado desde hace tiempo en un hospital, al parecer con una dolencia grave y, sin él, probablemente no se pueda tomar una decisión).
En mi opinión, nuestro periodismo deportivo no pasa los mínimos filtros de calidad, rigor y veracidad de las noticias que se publican. Pero eso parece no importar, pues muchos consideran que estamos en un circo y que todo vale.
¿Por qué se publican en los medios tantos rumores, noticias falsas (e inventadas), o sin contrastar? El primer objetivo es crear confusión, en medio de la cual nada parecerá creíble. Otra de las razones es que los medios tienen que hacerse eco de una exclusiva publicada por sus competidores, salvo riesgo de parecer que están ‘en fuera de juego’ y, por ello, se ven obligados a hacer alguna aportación complementaria… pero ¿qué pasa si esa exclusiva fuera de las inventadas? Otra, muy frecuente: todas las partes implicadas en los fichajes -sí, digo todas- tienen sus propios intereses y lanzan sus mensajes, utilizando para ello a los periodistas que les son más próximos (y de ahí la cantidad de ‘globos sonda’ que se ven publicados cada día). Esta parece ser la forma más seguida por los agentes de jugadores, o por los clubes, o por los propios futbolistas, que no pueden mostrar su protagonismo pero que practican la estrategia del calamar soltando demasiada tinta para ‘tapar’ el territorio de realidad posible…
No somos tan ingenuos como para pensar que las negociaciones sobre un futbolista tienen que ser transparentes; los clubes compiten por llevarse el mejor talento y no van a dar pistas a sus posibles competidores. Pero lo que nos espera de aquí al mercado de verano va a ser una marabunta formidable de noticias falsas, mucha desinformación en estado puro y aún más frustración en los aficionados a quienes les han llenado sus cabezas y corazones de expectativas que después (¡seguro!) no se cumplirán. Así pasa siempre, podrá replicarme cualquier aficionado, pero la responsabilidad de tantas ilusiones frustradas depende en buena medida de esos periodistas que cada día hablan o escriben sobre fichajes inexistentes, sin la mínima sensibilidad necesaria para entender que lo que ellos cuentan afecta emocionalmente a muchas personas.
Alguien podrá decirme que en La Galerna también hacemos un periodismo opinativo y de bufanda, lo cual no niego. Nuestro equipo es el Real Madrid y nuestro color, el blanco. Pero creo que se trata de ejercer desde esta página un periodismo opinativo, respetuoso, desenfadado y bien humorado, donde se escribe de hechos ciertos, sin contribuir a los procesos puramente especulativos o inventados. Todas las opiniones son libres y respetables. Y eso lo defenderé siempre, sea cual sea su ideología. Pero, por favor, trabajemos para hacer un mejor periodismo.
Buenos días a todos...
Me temo sr Agrasar que no siempre "todas" las opiniones son necesariamente respetables pero se entiende perfectamente lo que usted señala que defiende.
Desde hace más de una década he podido ir notando - no ha sido súbitamente porque mi par de neuronas no colaboran mucho - que el problema que señala el autor está muy extendido en muchos entornos profesionales y comunales. Con mayor o menor intensidad, por supuesto, pero extendido al fin. O tempora! O mores! supongo...
Don editorialista de La Galerna, gracias por su artículo que parece obvio pero es muy claro. En la otra orilla esta confusión deliberada que presenta el "periodismo deportivo internacional" . Yo no veo, ni escucho, ni leo periodismo deportivo en Uruguay, ni en medios argentinos y tampoco en medios españoles( exceptuando a La Galerna que como el color blanco, son de todo el mundo mundial) Me da asco, Don editorialista, este "periodismo". Hieren mi más profunda sensibilidad e inteligencia. Parecen más propaganda pequeño seudo nazi, que deportiva o periodística. Real Madrid no existe en Argentina( 1._porque no hay argentinos en RM y 2._ están enfermos de messibulia). En Uruguay es peor , la mediocridad es la reina y se hacen eco de la desinformación mundial, a pesar que está el pájaro Valverde. Que le voy a decir de los amigos de ESPN ( exceptuando a Quique Wolff) que son los que trasmiten junto con DIRECTV el fútbol español en Uruguay. Es duro ser un aficionado del buen fútbol (Léase RMadrid) entre malandras, comerciantes y lamebotas. Me apropio de su cita “Nuestro equipo es el Real Madrid y nuestro color, el blanco” ¡ Hala Madrid , hoy y por siempre!!
Chapeau!