En aquel interludio estival de 2014, con la Décima recién colocada por Florentino en el museo —clanc— sin que hubiese dado tiempo aún a que se le posara mota de polvo alguna, se marchó volando al Bayern Xabi Alonso y procedente de aquellos lares tomó tierra en el Bernabéu, cual águila federal, Toni Kroos, el new kid in town.
Sabíamos que era bueno, pero… Con esos puntos suspensivos ahorro al lector el pormenorizado análisis de su carrera, realizado ya por quienes saben de fútbol. Yo solo sé lo que me ha hecho sentir Toni.
En el momento de su despedida del Bernabéu, las palabras brotan como lluvia infinita y fluyen sobre el papel del ordenador, forman charcos de tristeza y olas de alegría en el editor de textos, poseyéndome y acariciándome a Kroos the universe.
Words are flowing out like endless rain into a paper cup
they slither wildly as they slip away across the universe.
Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my opened mind
possessing and caressing me.
Fogonazos de pases de luz bailan ante mí, millones de imágenes de una medular ya quebrada con Modric y Casemiro me llaman una y otra vez a Kroos the universe.
Inevitables pensamientos nostálgicos deambulan como el viento agitado dentro de un balón acariciado por Toni, y se tropiezan con la tristeza y con la alegría mientras se abren camino a Kroos the universe.
Images of broken light which dance before me like a million eyes
they call me on and on across the universe.
Thoughts meander like a restless wind inside a letterbox
they tumble blindly as they make their way across the universe
Ecos de profusas victorias y sombras de exiguas derrotas resuenan en mis oídos abiertos, incitándome a inventarme un estado de ánimo que no sé cuál es porque es la primera vez que Toni me azota con su última actuación en el Santiago Bernabéu.
Un amor infinito como la horizontalidad de su número brilla alrededor de Toni, más chulo que un ocho tumbado, como los ojos líquidos de millones de madridistas y demás amantes de la belleza. Un amor infinito me llama una y otra vez a Kroos the universe.
Sounds of laughter shades of life are ringing
through my open ears inciting and inviting me.
Limitless undying love which shines around me like a million suns
it calls me on and on across the universe
La devastación de la alegría por haber disfrutado de Toni certifica que el fútbol y su trasunto menos redondo, la vida, nunca serán igual sin él.
El mundo ha cambiado para siempre mientras Toni se aleja de la mano de sus hijos y su mujer, con las Adidas blancas al hombro, silbando con la mirada Nothing's gonna change my world.
Getty Images.
El emotivo homenaje a Toni Kroos ha corroborado , además del cariño, admiración y respeto que club y aficionados le profesan, que el madridismo no casa con lo provinciano , regionalista o de tintes sectarios. "Cada uno da lo que recibe. Y luego recibe lo que da" dice, entre otros. el cantautor Jorge Drexler. Algo de eso hay. La de ayer es una muy diferente manera, en relación a otras figuras históricas del club, de despedirse. Lo de ayer fue de una lógica aplastante. Amor puro y empíricamente probado.
Muy bonito y estupendo reflejo de lo que es y, sobre todo, será Toni Kroos para el madridismo.
Soy de los que se me pusieron los ojos líquidos como a millones de madridistas. Y hoy, me ha manifestado hijo un link con 18 minutos de homenaje en el Bernabeu. Y se me han vuelto poner los ojos líquidos.