Pepe no es mi jugador favorito del Madrid. No todos pueden serlo, como no todas las personas que nos rodean pueden ser nuestras favoritas en la vida. Hay cosas que no me gustan en Pepe, pero le reconozco un madridismo a prueba de bombas, una gran voluntad, un carácter férreo y unas cualidades futbolísticas indudables que le han aupado a la élite.
Las cosas que no me gustan de Pepe son exactamente las mismas que no le gustan a Nacho Faerna y que él mismo explicita en este durísimo artículo que publicamos ayer. Sin embargo, yo nunca le habría criticado con tanta visceralidad, o no habría empleado ese tono para hacerlo. El tono no es cuestión menor. La vida, la felicidad, son cuestiones de tono.
En varios partidos de su carrera, y muy recientemente en la propia Final de Milán, Pepe ha sucumbido a la tentación del fingimiento. Ya saben. Te rozan en la cara y te retuerces de dolor en el suelo, como si te hubieran sacado un ojo, a fin de engañar al árbitro y propiciar la expulsión de un rival. Es un acto chocante y asqueroso. Si sabremos los madridistas lo chocante y asqueroso que es que lo sufrimos en nuestras carnes a lo largo de muchos enfrentamientos contra el Barça, cuyos jugadores son en un amplio porcentaje maestros indiscutibles en ese bochornoso arte. Lo hemos sufrido nosotros y, virtualmente, todos los adversarios del Barça, uno a uno.
Tengo para mí que el teatro de Pepe es el resultado de una mala asimilación de la frustración de ver al rival catalán salirse con la suya una y otra vez con esa sonrojante añagaza. Pepe hace eso porque aún no ha superado ver al eterno rival hacerlo tantísimas veces sin ser sancionado por ello y, lo que es peor, logrando en muchos casos su objetivo, es decir, la expulsión del rival. Tengo para mí que Pepe aún no ha superado, específicamente, su propia expulsión en unas semifinales de Champions contra el Barcelona a resultas de un miserable fingimiento de Alves cuando el central portugués (en aquella ocasión centrocampista) ni siquiera llegó a rozarle. No me extraña que no lo haya superado. Si no lo he superado yo, ¿cómo habría podido superarlo él, víctima de aquel momento oprobioso?
Pepe es un madridista de corazón que, sublevado ante las malas artes del rival, que son continuas, cae en la tentación ocasional de seguir su filosofía. No lo aplaudo. No lo puedo aplaudir. Pero menos aún puedo perder la perspectiva. Cuando un jugador mío cae en eventuales gestos antideportivos, por mucho que estos me desagraden, mientras el eterno rival los tiene en su agenda diaria como una estrategia que le es consustancial y mancomunada (Alves, Busquets, Alba, Neymar, antes Pedrito), yo sé muy bien dónde está mi corazón.
Por lo demás, el propio Nacho admite en su artículo que la fama de leñero de Pepe podría ser injusta. Lo es. Las estadísticas demuestran que hay pocos defensas que cometan menos faltas que él. La mayor parte de los delanteros a los que marca superan con mucho el número de faltas que él comete. Eso sí. Como la española cuando besa, Pepe comete faltas de verdad cuando las comete, de lo cual toma nota el antimadridismo y saca su cuaderno de notas, blandiéndolo en el aire, generación tras generación. Los nietos de Casquero y los de Pepe se emborracharán juntos mientras los nietos de Quim Domenech les gritan que a dónde vais, que si no sabéis lo que pasó entre tu padre y tu padre o los padres de ambos. Las patadas a Casquero son a Pepe lo que el dedo en el ojo es a Mou: estuvo mal, estuvo muy mal, pero oiga: ¿cuántas veces más hay que decirlo? ¿Hay un punto en el horizonte de los evos donde toda esta mierda prescribe y los antimadridistas (y, lo que es peor, los propios madridistas) se envainan de una bendita vez el flagelo? Por nuestra culpa, por nuestra culpa, por nuestra grandisima culpa. Grandísima si se quiere pero no eterna, cojones ya, sobre todo cuando los interesados se han disculpado ya por aquello por activa y por pasiva. Busquets no se ha disculpado jamás por su insulto racista a Marcelo o por sus recurrentes tributos a Meryl Streep. Mourinho y Tito estrecharon lazos en la etapa final de este último, pero muchos siguen releyendo la página que sus protagonistas dejaron atrás para siempre y hace años. Con Pepe sucede algo parecido en lo que toca a su supuesta dureza. En lo que toca a su teatro, expuesta queda mi teoría no eximente, pero (encuentro) claramente atenuante.
Pepe no es mi jugador favorito del Madrid. Pero una cosa. Si nos pasamos la vida recordando que debemos subordinar nuestras filias mayores al culto al escudo, al equipo, que es lo que importa, ¿cuánto más no debernos obrar igual con nuestras filias menores (como es mi caso) y por supuesto, si las hubiere, con nuestras fobias (como es el caso de Nacho Faerna)? Pepe tiene sus defectos, a los que opone un amor desmesurado por el escudo del que hablamos y, a decir de quienes le conocen, una enorme bonhomía. Algunas de las personas que más quiero en este mundo han hecho alguna vez cosas que me repugnan.
Pepe no es mi jugador favorito del Madrid, pero yo quiero a Pepe.
Yo también quiero a Pepe, ¡hombreee!
Intento leer la Galerna todos los días. A veces no puedo, como hoy. Hoy leo este artículo y también el de ayer de Nacho Faerna. Nacho se equivoca y no pone el contrapunto adecuado. En mi opinión, por supuesto.
Pepe no simula, exagera sí, pero no simula, siempre haya una acción previa antirreglamentaria en su contra. Lo rivales de siempre siempre simulan. No es ésta una cuestión irrelevante.
No me gusta que exagere Pepe. Queda mal. Pero veo a Pepe vivir sus goles con una alegría difícil de igualar. Veo a Pepe sufrir, llorar, correr como un niño. Veo a Pepe desolado cuando se equivoca. Se ha dejado diez mil vidas en el campo. Veo a Pepe animar a los jóvenes. Es el primero en felicitarlos en ayudarles en el campo. Veo a Pepe dirigirse a la grada del Bernabéu como si hubiera nacido madridista. Y veo a Pepe muriendo madridista. Amigo Nacho, Pepe se equivoca muchas veces, pero las virtudes que muestra en el campo (y no sólo en lo deportivo) engrandecen el corazón de los madridistas de verdad. Me siendo orgulloso de Pepe como de mi hijo, de quién también me siendo orgulloso y que también se equivoca y al que reprendo.
Luego las filias y las fobias personales, son eso, personales. Irrelevantes por tanto. Como decía el otro (no me acuerdo) "El menos valiente de mis soldados ha vuelto hoy sobre el escudo. Gloria eterna para él. Yo mismo mataré al más valiente si no se postra ante él".
Ah, que Pepe es un niño al que hay que regañar por sus equivocaciones y no un profesional extraordinariamente bien pagado al que se debe exigir, como mínimo, que mantenga la dignidad cuando lleva puesta la camiseta del club. Porque hablamos de dignidad, de no hacer el ridículo (yo no he sido tan duro en mi artículo en contra como lo es Jesús en éste a favor, en el que habla de asco y repugnancia) y de no insultar la inteligencia de árbitros y aficionados. En cuanto a que en can Barça cuezan también habas, a mí, las pajas en ojo propio me soliviantan aún más que las vigas en los ajenos.
A Vicente L. le recuerdo que tan irrelevante es su opinión como la mía, como la de Jesús... En mis artículos doy la mía, claro, no se me ocurre de qué otra manera podría si no escribirlos. Y si relee el final de mi diatriba (que lo es, yo mismo lo reconozco, y completamente legítima) verá que lo que afirmo es que cuando Pepe "exagera" faltas reales, a la vez que abochonarme a mí y a miles de espectadores, las más de las veces lo que consigue es que el árbitro no sancione la acción. Consigue, además, que el árbitro juzgue a partir de entonces cualquier caída suya como parte de un repertorio de patochadas. Es decir, no sólo perjudica la imagen del club, perjudica al club.
"En cuanto a que en can Barça cuezan también habas, a mí, las pajas en ojo propio me soliviantan aún más que las vigas en los ajenos."
La cuestión no es que cuezan también habas, (allí tienen factorías completas, cocinan suficientes para exportar al mundo entero) como el pateti.. esos "intensos" y con un entrenador con bula para lo que quiera, y podríamos ir a otros muchos clubs, incluyendo aficiones. El problema no es que pasen estas cosas, el problema es que haya dos varas de medir, en una competición en que participan todos. Con diferencias escandalosas.
O jugamos todos o rompemos la baraja, no?
Claramente no, participando en las mismas competiciones, se usan baremos sin relación, mientras eso pase, mal podemos señalar a Pepe mientras los demás tienen bula para hacer con él lo que quieran. Es normal que acabe quemado.
Mismas reglas para todos, nada de dos varas de medir, participamos en las mismas competiciones y estamos bajo los mismos reglamentos... en teoría.
Nacho, estando de acuerdo contigo de que las pajas en ojo propio te molestan más que las vigas en ojo ajeno, tampoco seríamos justos sino reconociéramos a Pepe que él SI fue un HOMBRE reconociendo su error con Casquero, principalmente, y otros.... pero los madridistas todavía estamos esperando, y lo que te rondaré morena, que los del país chiquitito de ahí arriba reconozcan UNA SOLA de las MUCHAS cacicadas que han cometido con Pepe.... sin ser mi jugador favorito, porque éso, en un equipo que tiene al mejor jugador de fútbol que yo he visto en mi vida, es imposible, nuestro 3, sin ser madrileño ni canterano, puede dar lecciones de madridismo a más de uno....
Subscribo palabra por palabra el articulo. Tal vez solo difiero en decir que Pepe, es uno de mis jugadores favoritos.
Sí, no es perfecto en estas cosas, pero alguien se da cuenta como evoluciono desde que llegó del Oporto?
Ha pasado a ser el defensa mas limpio de la liga, recibe muchas mas faltas que las que él hace.
Y con respecto a fingir, recuerdo muy bien como le pisaron la cabeza (por supuesto, ni hace falta mencionar el club, especialista en tragicomedia, del cual uno de sus mas avezados actores, Busquets le piso rápido, pero sin ningún disimulo) Por supuesto no paso nada, como no pasa nunca con ellos. Imaginan que habría pasado al revés...?
Y jamas olvidare como bien menciona el gran teatro de alves para forzar su expulsión.. (se nos fue ahí una CL, *hurto* es la palabra).
Podríamos estar enumerando muchas, entiendo (aunque no apruebo) que Pepe exagere una vez entre tropecientas vs todas las que ha tenido que sufrir de los contrarios, jamas castigadas.
Pepe, gran madridista, siempre con las peñas, y uno de los mejores centrales del mundo de largo. No caigamos en las campañas que se hacen contra él, de partes muy interesadas -- Los que hacen esas campañas son el ejemplo clásico, de la paja en el ojo ajeno, y el hierro en el propio.
Vaya por delante que a mi me sorprendió el tono desabrido del artículo de Nacho. Siga a continuación que estoy completamente de acuerdo en el fondo de lo que expone.
Querido Jesús, yo no sé si Pepe actúa así fruto de un trauma infantil, de la frustración ante el éxito de las sonrojantes añagazas del Barcelona o porque entiende que de esa manera defiende mejor los intereses del club que le paga. No tengo ni el conocimiento ni las ganas de psicoanalizar a Pepe, y además me parece una cuestión irrelevante. No es el único jugador que ha sufrido en sus carnes las irritantes consecuencias del histrionismo tramposo del Barca; cabe preguntarse por qué es el único que obra repetidamente así. Y en todo caso, la cuestión mollar es si tal actitud es tolerable o no. Yo, ya lo he dicho, pienso que no.
Y este es el reproche fundamental que me atrevo a hacerle a tu bienintencionado artículo. Afirmas en él que Pepe ha sucumbido a la tentación del fingimiento en varios partidos de su carrera. ¿En varios? Creo que sería más ajustado a la realidad utilizar adjetivos como muchos, innumerables, frecuentes, etcétera. Es decir, no son incidentes aislados, son modos de proceder frecuentes y repetidos que ponen de manifiesto una pauta de comportamiento. Una pauta de comportamiento que a mí me resulta repulsiva en el Barcelona y, en cuanto que reduce la distancia moral que nos separa del club de la esquinita, aún más repulsiva en un jugador del Real Madrid.
Te retrotraes después al episodio de Casquero para denunciar la injusticia de la condena eterna a la que Pepe fue sometido desde entonces. Denuncia a la que me sumo, pero que a los efectos de esta discusión resulta irrelevante, porque el artículo de Nacho no condenaba a Pepe por aquel incidente -que creo ni siquiera menciona en su artículo- ni por ningún otro suceso aislado, sino por la reprobable pauta de comportamiento anteriormente descrita. Por eso, tu invocación a esos amigos a los que perdonamos algún comportamiento equivocado me parece inoportuna, y -¿me atreveré a decirlo?- pelín tramposa. Creo que el madridismo -incluido yo y, sospecho, también Nacho- perdonó a Pepe aquella locura transitoria hace mucho tiempo. No es eso lo que el artículo de Nacho condena con vehemencia.
Yo no sé si Pepe es o no buena persona, porque no tengo el gusto de conocerlo, aunque tampoco tengo razón alguna para dudarlo. Pero lo que está en cuestión aquí no es el Pepe ser humano sino el Pepe futbolista del Real Madrid. Y a mí me solivianta sobremanera que los repetidos comportamientos estúpidos del Pepe futbolista, sobre resultar ridículos además de contraproducentes, socavan gravemente la autoridad que nos permite condenar enérgicamente ciertas actitudes despreciables en el Barcelona. Porque esa autoridad sólo procede, sólo puede proceder, de sabernos moralmente superiores.
Pepe es un tipo de central imprescindible para el Madrid. Rápido, ágil, duro y con un punto de mala baba. El central perfecto para un equipo en el que , con mucha suerte y en días especiales, defienden cinco o seis, Tampoco es un tronco jugando el balón, a muchos he visto con la blanca bastante peores, incluso centrocampistas y delanteros. Como siempre, algunos lo empezarán a echar de menos cuando se retire. Siempre he creído que los centrales tienen que ser veteranos y feos, es la conjunción perfecta. Un chico con las facultades innatas de Varane, es incapaz de arrebatarlo el puesto y no es por casualidad. En fin, en mi equipo siempre un Pepe, un guerrero siempre listo para el combate, un defensa que da a entender a los delanteros rivales, el pésimo negocio que es encarar la portería del Madrid, con o sin "argumentos". Por favor, no volvamos a los Helguera, Pavón, Mejias, Samuel, Ivan Campo...Que espanto.
Pepe es un gran jugador y uno de los mejores centrales del mundo.Si es buena persona o no en el futbol profesional no importa! Busquets, Alba,Neymar,Pedro y Alves tambien son buenas personas pero eso no les exime de que puedan hacer teatro en un estadio de futbol.
Que Pepe no supero el trauma?Que vaya a un psicologo. Que actua asi por el trauma. Pues Pedro tambien esta traumatizado al criarse en un isla. Alves y Neymar tuvieron una infancia dificil en Brasil.Alba era un chico revoltoso que a lo mejor sufria el sindrome del TDAH y Busquets quedo traumatizado pero una visita al paseo del terror en el parque de atracciones.
Si criticamos a los demas empecemos a arreglar primero nuestra casa y si no somos capaces de eso, nos toca callar. A Pepe despues de lo que hizo con Casquero le tenian que haber caido los 4 meses de sancion como a Luis Suarez y despues el club lo tendria que haber vendido. Su comportamiento es vergonzoso para cualquier persona que le gusta el futbol y mas si es de mi equipo.
Yo tambien quiero a Pepe en mi equipo pero que se comporte y si no by by my love!!!Cosa que ya tendria que haber sucedido hace tiempo, ya que su comportamiento es reiterativo.
No decia el gran Mou (Dios de esta pagina) que a el le daria verguenza ganar la shempions de esa forma?
No sé cuánto tiene Pepe de madridista y tampoco es que me importe mucho. Tengo claro que la gran mayoría de los jugadores son de sus propios colores y tampoco es que me importe mucho siempre y cuando sean profesionales comprometidos con el club que les paga. Dicho esto, a mí no me gusta nada el Pepe fingidor y teatrero. No me gustan que los jugadores hagan esos teatros, me da mucha rabia. Es de las cosas que peor llevo. Además Pepe debería saber o alguien del club se lo debería decir, que ni tiene actitudes para el teatro ni cuenta con la tolerancia y la simpatía de los medios y los árbitros, como sí tienen los chicos de la escuela de Teatro La Masía.
Saludos
Joder, Pepe es uno de los mejores centrales del mundo y aún hoy en día, imprescindible en el Madrid. Yo quiero de estos jugadores, que pequen por exceso antes que por defecto. Como Juanito, Stielike, Benito... jugadores con corazón, con garra. Madridistas belicosos y con un punto de mala leche que les hace ganar un plus de combatibilidad. Ya lo decía aquél y así marcaba el primer gol: «Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos». Para mí, es un central de los de toda la vida y uno de los transmisores del gen madridista. En este sentido, incluso lo veo como una figura imprescindible una vez retirado para inculcar a los jóvenes el espíritu eterno y diferencial de nuestro club.
Sinceramente, Silvestre, me es totalmente imposible imaginar a Stielike, a Juanito o a Benito haciendo teatro. Incompatible con sus genes... Ojalá Pepe perteneciera a esa estirpe.
Amén
No estoy hablando de teatro. Hablo de profesionalidad, defensa del club, entrega, garra y ese punto de mala leche que tiene que tener, según mi opinión, un buen central. De todas formas, el último gran teatrero que ha tenido el Madrid ha sido Di María y para mí eso era algo anecdótico porque fue un pedazo de jugador.
Vaya por delante que el teatro de pepe y di maria en su momento. No me gustaba ni un pelo, pero el Madrid no es el unico equipo con jugadores faltos de mollera y con un buen nivel teatral. Dicho esto si lo sufrimos con jugadores rivales y en encuentros transcendentales. Yo no mataria a Pepe, solamente le diria que sea jugador del Madrid y respete su escudo como si fuera su Madre. Somos humanos y equivocarnos es un defecto de serie......
No se es muy justo valorando a Pepe por lo que debe evitar cuando es tanto lo que da. Ha nadie le gusta que haga teatro. Eso esta claro. Pero hay que ponderar lo que hace bien: es un defensa impecable, rápido, agresivo, buen compañero, esforzado, competitivo, intenso y muy madridista (que se lo pregunten a las peñas). Lo de Casquero fue lamentable, y cumplió pena por ello. Estuvo mal lo de la final de Milán, pero que diríamos si le hubieran expulsado, como a ZZ, por dar un cabezazo a un rival? No vuelve a Madrid. Me da pena por él porque sin esos episodios, muy esporádicos, seria valorado como uno de los mejores centrales de Europa y de la historia del Madrid. Pepe es de los nuestros, apoyémosle y disfrutemos de la Champions! Pd: estoy seguro de que se sale en la EURO, esta en un momento de forma brutal.
Este chico (Pepe) va acabar mal. Empezó dando patadas a Casquero, puñetazos a Albín, pisando a Messi; ahora le ha dado por exagerar las faltas que sufre. Mucho me temo que acabará por no dar los buenos días. Vèndase.