A buen fin no hay mal principio

Pido perdón por adelantado al lector por usar el título de una de las obras maestras de Shakespeare para abrir este artículo, pero ese es posiblemente el resumen más acertado de la clasificación del equipo de baloncesto para la segunda ronda dela Euroliga.

Se ha sufrido mucho durante estos dos meses de competición. Hace unas semanas, el Madrid presentaba una marca de 2 victorias por 5 derrotas que lo situaba al borde mismo del abismo. Más aún si se consideraba que debía recibir al equipo de Zeljko Obradovic, viajar a Munich y cerrar la liguilla recibiendo al Estrasburgo, de nuestro viejo conocido Vincent Collet, un partido a priori más sencillo que los dos anteriores, pero que tal vez por entonces ya no sirviera para nada.

Pero si algo se puede afirmar de este equipo es que muy pocas veces falla en los momentos decisivos en las últimas temporadas. El Madrid ha arrastrado problemas durante toda la fase regular de la Euroliga, motivados por la ausencia de pretemporada y la falta de acoplamiento de los nuevos y agravados por las lesiones que han castigado la plantilla y también por una sensación bastante evidente de falta de hambre a estas alturas de temporada, tras venir de ganarlo todo hace pocas fechas.

Sin embargo, el Madrid, que se presentaba moribundo a primeros de diciembre, se ha sabido levantar y ha firmado tal vez sus tres mejores partidos en lo que va de temporada cuando más calentaba el sol. A las brillantes segundas partes que dieron la victoria frente a Fenerbahce y Bayern Munich ha seguido la fiesta vivida en el Palacio ante el Estrasburgo, que ha certificado el pase al Top 16 de la Euroliga.

Centrándonos en el último partido, el Estrasburgo llegaba al Barclaycard Center consciente de que sólo ganando conservaría alguna posibilidad de pasar a la siguiente ronda, mientras que el Madrid lo hacía con los nervios de saber que no podía fallar tras hacer lo más difícil. Y así, los primeros minutos fueron una oda al horror. Fallos y más fallos de ambos equipos (más del Madrid que de los franceses) llevaban el marcador a un pobre 0-2 con dos minutos y medio jugados. A partir de ahí el Madrid se entonó para ponerse 12-6 en los siguientes minutos y romper el partido enseguida tras un minuto de locura (y de fantástica defensa, empezando por la presión sobre los bases franceses tras saque de fondo) que daba al Madrid una ventaja de 19-6 que dejó tan pronto como en el minuto 7 el partido decidido. Y es que en ese momento, pese al tiempo muerto solicitado por Collet, el Estrasburgo entendió que iba a ser imposible imponerse en el Palacio, mientras el Madrid se venía arriba, empezando a parecerse al equipo de las grandes ocasiones de la temporada pasada.

Así, al final del primer cuarto se llegaba con nada menos que un 29-15, con el equipo defendiendo fantásticamente y moviéndose muy bien en ataque. Un rato después, tras la entrada en pista de Doncic, se alcanzaba un 40-18 que  marcaría un punto de inflexión en el partido. Y es que un par de pérdidas de balón seguidas de un par de triples franceses en dos despistes defensivos ponían el marcador en 46-31 primero y en 49-37 después, ya con los titulares blancos de nuevo en pista. La defensa por entonces empezaba a flojear, pero al descanso se llegó con un 52-37 que no permitía relajaciones pero que era un colchón más que suficiente.

La segunda parte empezó con el Estrasburgo por fin mostrando su cara real, más agresivo en defensa y jugando mejor al baloncesto. El Madrid de todas formas, manejaba muy bien su renta, que se seguía moviendo en el entorno de los 15 puntos hasta que una serie de acciones defensivas de un Jonas Maciulis renacido romperían el partido definitivamente. En el minuto 27 el marcador se disparaba al 71-49 y a partir de ahí se desataría el vendaval final del Madrid, que convertiría el último cuarto en una fiesta.

La diferencia ya no pararía de crecer hasta el 97-65 final que sellaba el pase al Top 16 de la Euroliga y nos recordaba que el campeón está de vuelta. Después de las Navidades llegará la segunda fase de la competición y el Madrid estará en ella.

Mención especial merece en el partido un récord en Europa como son las 36 asistencias repartidas (7 de Doncic y 6 de un Gustavo Ayón que tiene una capacidad de pase extraordinaria). El dato es aún más impresionante si se tiene en cuenta que el Madrid metió 38 canastas. Es decir, solo 2 canastas vinieron de jugada individual, resultando las 36 anteriores de un pase previo de un compañero al jugador que encestaría el balón. Esto en un equipo con tendencia muchas veces al juanpalomismo es una noticia fantástica. Cuanto más se mueva el balón más fácil es encontrar huecos en la defensa rival y esto quedó meridianamente claro (73% de acierto en el tiro de dos puntos, 44% en el tiro de tres). Hay que destacar que los nuevos fichajes tienen una gran habilidad para dar ese pase extra que abre las defensas y en eso se ha ganado mucho respecto a hace un año.

Como también se ha ganado con la llegada de Taylor, un jugador que es excelente en defensa (y que ya empieza a conocer cómo se las gastan los árbitros en Europa y va cometiendo menos faltas) pero que se mueve muy bien en ataque, especialmente por la línea de fondo, algo en lo que el Madrid tenía muchas carencias hasta ahora. La entrada por detrás de la defensa desde el lado débil del jugador sueco está siendo una de las mejores armas del Madrid en los últimos partidos. Pese a las lesiones o tal vez gracias a ellas, el Madrid está pudiendo ampliar su arsenal con nuevas armas y eso es una buena noticia para lo que queda de curso.

Se habla de fichajes (ha llegado Maurice Ndour para el juego interior, en parte por la lesión de Nocioni, en parte por la lentitud en la adaptación de Hernangómez a los esquemas de Laso) y KC Rivers vuelve por Navidad como El Almendro, aunque ocupará plaza de extracomunitario en la Liga Endesa y su participación sólo es segura en Euroliga. Tendremos entonces 15 jugadores en plantilla y habrá que hilar fino con los descartes. No sé si la vuelta de Rivers es realmente necesaria; dependerá de la evolución de la lesión de Rudy Fernández, pero el Madrid ya está preparado para defender sus títulos. Hay quien dice que no será este el último movimiento en la plantilla, y que Augusto Lima llegaría también en enero, lo que traería con ello la salida cedido de Willy Hernangómez. Veremos...

No quiero terminar este artículo sin citar a Jaycee Carroll. El americano fue expulsado hace dos domingos a poco de empezar el partido contra el Gran Canaria, tras encararse con el árbitro lo que le valió dos técnicas consecutivas. Un par de días después, Jaycee asumía su error y pedía perdón en las redes sociales con estos mensajes: "Llevo algunos días preguntándome por qué tengo tanta rabia en mi interior. Me di cuenta de que había olvidado una lección muy importante de cuando fui misionero. Hay una palabra: GRATITUD. Estoy agradecido por la oportunidad de jugar al baloncesto. Estoy agradecido por la oportunidad de jugar en el Real Madrid. Estoy agradecido a mis compañeros, entrenadores y por supuesto a la gran afición del baloncesto aquí en España. Desde hoy verán la mejor versión de Jaycee Carroll".

Es evidente que la educación recibida por cada uno es distinta, pero comparen ustedes la actitud de Carroll con el endiosamiento de los de la primera plantilla del equipo de fútbol. Tal vez por eso se pueda explicar que el Madrid haya arrollado a Fenerbahce, Bayern Munich y Estrasburgo mientras otros ven pasar la liga con el mismo interés con el que las vacas ven pasar el tren.

En fin. El Madrid está en la segunda fase de la Euroliga y vuelve a ser el equipo que conocíamos.