El uniforme de paisano de entrenador top de la ACB es igual que el oficial, solo que sin chaqueta ni corbata. De esa guisa vimos a Pablo Laso llorar de alegría, en la grada, el esfuerzo titánico de una temporada imposible, marcada por infortunios sin fin pero coronada majestuosamente con la Liga más merecida y emocionante que se recuerda hace tiempo. Las lágrimas de paisano se distinguen de las reglamentarias, a su vez, porque están marcadas por haber avistado la frontera misma de la vida, allá donde hasta ganar pasa a segundo plano, incluso para un madridista.
Chus Mateo sí iba de chaqueta y corbata, pero sus lágrimas tampoco eran reglamentarias. Llorar por ganar una Liga con todo en contra tiene que ser emocionante, lograrlo para hacer feliz a un amigo un júbilo, las dos cosas a la vez la leche misma. Laso ya entrenó durante la semana y esta Liga es suya más que de nadie, más suya quizá que ninguna otra de las conseguidas, pero el que ganó la partida a Jasikevicius en las lindes del parqué fue Chus. Se lleva eso para toda la vida. Nos lo llevamos todos.
El Barça llegó a este partido por lo que llegó. Un 3-0 no era aceptable para el sistema y por eso arribamos a este punto, pero hay que decir que los azulgrana se batieron con enorme dignidad -al menos aquellos miembros de la plantilla que la tengan- para aguantarle la mirada al campeón. Se marcaron un porcentaje de triples de escándalo que abortó los sucesivos intentos blancos de poner tierra de por medio. Llegaron los de Chus a ir ganando por catorce, pero eran distancias que en los dos primeros cuartos se esfumaban por acribillamiento desde los 6,75. Un descomunal Tavares (MVP de la Final), un muy eficiente Hanga y un Llull que forzó una inenarrable jugada de 4 puntos permitieron una mínima ventaja al descanso.
Gente que hace de dejar el último aliento cuestión de costumbre, adalides del honor que convierten en hábito la ambición sin límites
La tónica del partido, con un Madrid que soñaba con volar y un Barça que lo mantenía atado al suelo (llegaron los azulgrana a adelantarse incluso en el marcador en el tercer cuarto), prosiguió tras la interrupción. Era el momento que sueñan los héroes, los que se crecen en la adversidad e interpretan cualquier revés (lesiones sin fin -fuerza, Anthony-, finales pérdidas por un punto y hasta accidentes cardiovasculares de tu entrenador) como un estímulo del destino. Ahí estaba marcada en la Historia la figura desmesurada del gigante caboverdiano, a cuyo nombre en la lista de titanes habría sin embargo que añadir la de un francés que rubricó su excepcional actuación besándose el escudo, primero, y guillotínando al Barça después. Si es posible Causeur debería quedarse, pero ese es otro asunto que habrá que ver en frío. Lo que permanece caliente es su espíritu indomable, su personalidad granítica para incursionar con éxito bajo los gigantes Smits y Mirotic y dejar sus bandejas solícitas, así como jugárselo con éxito desde más allá de la línea cuando a otro le temblaría la muñeca.
Y con esta materia, amigos, se hace la Historia. En un año cuasi en blanco (la Supercopa nunca cuenta cuando viene sola), habríamos querido casi igual a estos hombres de Laso y al propio Laso, gente que hace de dejar el último aliento cuestión de costumbre, adalides del honor que convierten en hábito la ambición sin límites. Lo que pasa es que al final, además, han ganado. Vivan todos ellos y viva por siempre Pablo Laso, de uniforme, de paisano o en calzoncillos.
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Buenas tardes a todos.
Buen artículo, don Jesús. Felicitaciones...
Saludos, Sr. ungusano.
Espero que todo vaya muy bien.
Sr portega, afortunadamente hasta ahora es así, deseando que sea igual o mucho mejor en su caso.
Gracias por sus deseos.
Enhorabuena a todos los madridistas.
Magnífica temporada del club.
Y desde mañana, a pensar en el próximo título.
Cómo me he alegrado de esta victoria, cómo he disfrutado estos cuatro partidos (es cierto que el tangado en el Palau me cabreó 48 horas), el de la Final Four y el tangado en Liga con la no-personal a Sanli señalada. Se nota que Laso y Chus Mateo estudiaron a fondo cómo enfrentarse a este Barça de Saras que nos estaba derrotando de manera sistemática, muchas veces con holgura. El cambio en las defensas se notó ya en el partido de la temporada regular, sin importar los mismatch que se creaban. Ahí tocaba apretar y a fe que lo hicieron. Ha sido una victoria del colectivo, de prácticamente ocho jugadores remando en la misma dirección.
Enhorabuena por la Liga para Chus y Pablo, y a todos aquellos a los que daban por muertos en marzo: solo una canasta los privó del doblete Liga-Euroliga. ¡A disfrutar el triunfo!
Ayer era el día. Todos los madridistas éramos conscientes. No se podía fallar. También, no pocos de los especialistas en este bello deporte, sabíamos que nos iban a meter a hierreçuelo & co. Los 3 preparados y especializados en contribuir a la causa culer en el momento preciso. Sin precipitarse. Igual que a dani hierreçuelo le reconozco su desfachatez e inmoralidad arbitrando, le reconozco en esa misma faceta su habilidad para escoger los momentos puntuales para asestar los golpes.
Vi el partido en directo, con el lógico nerviosismo y cierta tensión a pesar de que mis sensaciones previas al partido eran buenas. Fue una gozada. Totalmente. El baloncesto del Real Madrid ha sido, es y tiene que seguir siendo una pasada. Espero que Florentino, que siempre ha demostrado un gran aprecio por nuestro baloncesto, siga apostando por la sección. Le da mucho al club . Y ayuda a establecer sinergias con USA (NBA, empresas, JP Morgan...todo ello fundamental para la economía y los éxitos deportivos del club ).
(+)Parece que Hezonja, Sergio Rodríguez y Musa están atados. No está mal.
¡ HALA MADRID !