Ni siquiera el Madrid, máximo obrador de milagros del planeta, pudo sobreponerse al colapso total que sufrió en la segunda parte de una final que concluyó con la victoria de Panathinaikos por 80-95.
El club blanco ha cogido la manía de plantarse en finales de la Copa de Europa, en ocasiones, con una frecuencia de dos veces por semana. Mientras los de Ancelotti preparaban sus músculos y neuronas para Wembley, los de Chus Mateo afrontaban su tercera final de Euroliga consecutiva tras ganar a Olympiakos gracias a esa cualidad que algunos llaman oficio y José Luis Llorente Gento prefiere dignificar como conocimiento. La tarea no era sencilla, para hacerse con el cetro europeo, tenían que salir vivos del bosque verde de Panathinaikos, plagado de árboles altos y peligrosos. Al final no encontraron la salida.
El encuentro comenzó con tres triples seguidos, dos de un inspirado Ndiaye y uno de Grant. El Madrid se situaba 10-6 arriba después de los tres primeros minutos de la final. Veinte segundos después, pitaban la segunda a Tavares y una técnica a Chus, quedaba patente por qué Difallah y Belosevic arbitraban por cuarta vez consecutiva a Panathinaikos después de que su extravagante dueño, una suerte de malo de película de Vin Diesel, se quejase tras perder aquel partido de playoff contra el Maccabi. Tavares, al banco, y no a sacar dinero precisamente.
El relevo anotador del Madrid lo asumió Musa, pero los griegos se empeñaban en no quedarse atrás, en muchas ocasiones de tres en tres, para frenar el vigor que insuflaban acciones como el mate de Poirier (los colegiados estimaron oportuno no pitar la falta de Lessort). Ambos equipos las estaban enchufando y se devolvían los golpes. Si la clavaba Slucky Luke desde la guarida de los hermanos Dalton, a la siguiente era Yabusele quien la colaba de tres.
Mateo afrontó el final del primer cuarto con Causeur, Llull y el Chacho a la vez sobre la pista, acompañados de Rudy y Poirier, para cerrarlo once arriba con unos rollizos 36-25. No obstante, sabíamos que no iba a ser nada sencillo.
El segundo cuarto comenzó con un triple de Yabusele y un robo de Rudy. Seguía el intercambio de golpes, por parte de los griegos de manera literal, a Causeur casi lo noquearon, pero, tras revisar la jugada, los árbitros no tuvieron a bien señalar antideportiva.
El Madrid empezó a mostrarse más desacertado en ataque (y en defensa) y Panathinaikos le endosó un 0-8 de parcial, 41-35, suficiente para que Chus pidiese tiempo muerto. Pero el Madrid seguía off en ataque. Tavares regresaba a la cancha cuando la ventaja blanca había mermado hasta los cinco puntos. Para colmo, antideportiva a Musa tras pérdida.
Después de varios días con sus noches correspondientes, el Madrid volvió a anotar, un triple de Hezonja, pero Grant y Vildoza respondieron con otro cada uno para ponerse a solo un punto. Sabíamos que iba a tocar sufrir, pese al buen comienzo.
El Madrid se agarraba a un par de canastas de tres de Campazzo y Mussa para no verse sobrepasado en el marcador y devolver la ventaja parcial a 7 puntos a falta de pocos segundos para finalizar la primera mitad, con el juego detenido por tiempo muerto. Solukas se encargó sobre la bocina de volver a mermar la distancia. 54-49, cinco arriba los de Chus y todo un segundo tiempo por delante para sufrir varios infartos de miocardio.
La segunda parte terminó como la primera, con Sloukas anotando, un auténtico incordio para los intereses de los blancos, que seguían desafortunados desde el perímetro, si bien enlazaron varias buenas acciones defensivas.
Cuando restaban siete minutos para finalizar el tercer cuarto, Campazzo y Tavares circulaban ya cargados con tres personales. Los griegos, de nuevo a uno, y el Madrid, maniatado por los hombres de verde y los de naranja, lo veía negro. Parecía un mal sueño.
Se veía venir, un nuevo triple de Panathinaikos lo colocaba por primera vez por delante, 56-58, con un 15-31 de parcial. Los merengues, cero de nueve en triples. Desde cerca, igual de mal. Las muñecas blancas parecían escopetas de feria.
Los árbitros, en cambio, en plena forma: de una tacada, tercera a Poirier y técnica para endosarle cuatro personales.
En Madrid estaba en parada cardiorrespiratoria y tenía que volver Tavares. Tercer cuarto nefasto, tenebroso. 61-64. Lo mejor, ir perdiendo solo de tres.
La cosa empeoró en el último cuarto y los griegos se marcharon ocho arriba. El Madrid, impotente. No entraba absolutamente nada. Para más inri, los árbitros seguían apoyando la causa verde de manera descarada.
Y Chus plantó la zona y, poco después, triple de Llull. Los griegos respondieron con otros dos. Y luego Llull, otro. El balear era el único que encestaba. A falta de cuatro minutos el Madrid se colocó a tres. Pero el desacierto era evidente y Panathinaikos se escapó de diez con el Facu eliminado. Solo restaba un milagro.
Quinta de Poirier y doce abajo. No había nada que hacer.
El Madrid colapsó y el partido terminó 80-95.
La Decimosegunda tendrá que esperar, al final no hubo milagro.
Getty Images.
Segunda parte horrible.
No obstante el Panathinaikos es un equipazo, desde diciembre están imparables en Euroliga.
El Madrid este año tiene muchísimo mérito, y la segunda parte salió todo al revés.
Ánimo y a luchar la liga.
Que le vamos hacer , una decepción pero ni un paso atrás. Esperemos que la semana que entra sea mejor
HALA MADRID Y NADA MÁS
Aquí lo teníamos complicado. Ellos tienen un equipazo, y nosotros hemos hecho una temporada increíble.
Todas las finales son complicadas, pero esta no era la mas fácil para ganar.
Se ha competido bien este año.
Espero que el sábado sea distinto, tampoco es lo mismo en cuanto a equipos. En fútbol somos superiores, aunque hay que demostrarlo.
Ndiaye fue el artífice de un inicio arroyador no entiendo como estando en racha no lo volvió a,sacar en todo el partido en el primer cuarto fueron 36 puntos . Y la otra clave fue el árbitro fortachon el mas joven no nos puede ni ver las,faltas y técnicas que nos ha pitado sobre todo a los pivots nos ha desestabilizado pir completo no obstante HALA MADRID
Hoy más que nunca del Real Madrid, caer en toda una final ante un muy buen equipo no es un fracaso, ahora hay que apretar los dientes y cargarse al robalona porque el Madrid no puede dejar caer ésta extraordinaria temporada en la liga ACB, no sería justo.
No lo veo así. Lo de justo o que tal competición le deba un título a tal equipo, no "funciona" así. Los merecimientos hay que hacerlos sobre la cancha.
Lo que creo , desde hace tiempo, es que hay mucha gente esperando tropiezos del Madrid. Y los de baloncesto para arremeter contra su entrenador. En mi caso estaría encantado de que se lleven la liga , pero...ya veremos.
No deberíamos exigir tanto ,daba mucha grima el pabellón cubierto de verde por los seguidores de panathinaikos mientras un reducido grupo de blanco figuraba en una esquina ,tenemos una aficion perra y rata en lo de gastar,esperemos que en wembley las ratas piperas no hagan negocio con sus entradas y sigamos en inferioridad,tenemos mucho rata
Este comentario es gratuito. Estos viajes no son baratos.
Puedes ir tú para dar ejemplo.
Yebrita, éste elemento al que respondes no es más que un troll, lo que me pregunto es por qué la Galerna sigue permitiendo comentarios de éste tipejo.
La actuación arbitral fue descaradamente pro griega, sobre todo la del esbirro francés al que ya conocemos. Se encargaron de sacar del partido a nuestros jugadores con la excusa de "llevar el partido igualado". Los comentarios de Vomitar Pus, repugnantes; más antimadridistas imposible. El único que se salvó fue Daimiel, el resto estaban eufóricos al finalizar; al parecer no jugaba ningún equipo español la final.
En las buenas y en las malas, HALA MADRID.
Vomistar, Dazn, Gol TV... se les ve el plumero a kilómetros de distancia, y son medios que deberían ser teóricamente imparciales, luego critican a Realmadrid TV que teóricamente debe ser madridista porque es un medio propiedad del Real Madrid.
Pues si el único que se salvó fue el antimadridista Daimiel, ya lo has dicho todo. Siempre que puedo lo veo por canales extranjeros o, en su defecto. sin audio. Siempre con tal de no escuchar a los "equidistantes" y "simpáticos" antimadridistas.
El Daimiel ese bajo su aspecto de pánfilo encubre un antimadridista de manual ,es un culoroto atlético y ni con su tono de voz pausado camufla el rechazo que le genera el Madrid
Estoy de acuerdo.