Ya es frase bien conocida que perder no es lo peor sino la cara que se te queda. Pero hay caras y caras. Cuando tienes en tu mano dejar bien claro quién es el mejor de Europa; cuando lo puedes hacer en casa ajena; y cuando podrías haber hecho saltar por los aires la crónica de una revancha anunciada, la cara de la derrota es un poema. Sobre todo, cuando tienes el partido en tus manos, siguiendo la rutina que te conduce toda la temporada. Empiezo el partido a ver qué pasa y al final aprieto para ganar: soy tan bueno que gano y gano en el momento que quiero. Pero no. El Madrid pifió el final y la cara -por lo menos la mía- se parece a la del niño al que le quitan el juguete o al zagal al que le birlan la novia o viceversa.
El Madrid comenzó como suelen hacerlo los equipos de este club desde hace unos años. No sé por qué ni de dónde viene el hábito de acongojar a la parroquia, pero lo habitual en los últimos tiempos es que los jugadores salten a la cancha con una ilimitada confianza en sus fuerzas. Que no digo yo que no lo sean, aunque les rogaría “un poquito de por favor” con los aficionados blancos, en particular en estos días en los que todos andamos más sensibles. Fruto de esta actitud tan festiva con el contrario terminamos perdiendo el primer cuarto por diez puntos. Desde los primeros minutos el Fenerbahce dejó bien claro que venía a lo de siempre: a dar estopa y luego a preguntar. Es la táctica Obradovic desde hace unos cuantos años, así que no sé por qué la gente se sorprende ni la alaba tanto. Hace ya muchos años que el amigo de Vicente Ramos -tranquilos que no me paso a su serial-, Aíto García Reneses, introdujo el kárate press en Badalona, cuanta más leña reparto menos me pitan.
En el segundo cuarto, el Madrid rehízo las filas en torno a dos de sus mejores hombres del momento: Campazzo y Tavares. Si hay algo claro en estos momentos es que hay un Madrid con el caboverdiano y otro sin él. Su poder de intimidación es de tal magnitud que cambia los partidos por sí solo. Ayuda, tapona tiros, desvía penetraciones y, finalmente, causa estupor en el rival porque desarbola su estrategia ofensiva. Fue aparecer Tavares en cancha y diluirse Vesely, el gigante checo que nos había amargado el primer acto. Por otro lado, el gran momento del base argentino está levantando una preocupación en el bando madridista. Por contraste, salta a la vista que Llull no está en su mejor momento. Si no es ningún problema físico no me preocupa en absoluto. Estuvo mucho tiempo parado y es lógico que le cueste llegar al extraordinario nivel que nos ofreció. Si tiene alguna molestia, ojalá se recupere cuanto antes porque el equipo, aun dentro de su enorme capacidad, le está echando en falta. Sin ir más lejos, lo hizo al final del partido.
Volviendo al curso del encuentro después del descanso, siguió la tónica de juego de choque y poco acierto por parte de los dos equipos. Entre la reyerta vimos detalles esperanzadores y de calidad: Randolph, Rudy y Carroll se mostraban efectivos de cara al aro y, el resto y todos juntos, cerraban las líneas defensivas con una sola carencia. A la postre, les costaría muy cara: el rebote defensivo. Aún así, el Madrid persistía en escribir la historia de los partidos de este curso, en esta ocasión con el mérito añadido de hacerlo ante el subcampeón de Europa. Se plantó a falta de dos minutos con seis puntos de ventaja y una evidencia: estaba jugando mejor y de forma más equilibrada, casi doblando a su rival en número de asistencias (17 por 9). El juego fluía y un servidor (y me imagino que uno cuantos madridistas más) se frotaba las manos frente al televisor.
Sin embargo, el encuentro giró de forma dramática -para nosotros- e inesperada. Sin previo aviso, los jugadores se paralizaron y el balón dejó de viajar de mano en mano con la triste consecuencia de que no anotaron ni una canasta más. El bloqueo mental se propagó a la defensa para terminar con una jugada en la que fallaron casi todos y un tiro de Campazzo que certificó el desacierto errático de los dos últimos minutos. El Madrid echó un borrón al final, cuando ya no tiene remedio, y el relato de Navidad se estropeó. Menos mal que, por el momento, no parece que vaya a tener demasiadas consecuencias. Al menos, como consuelo, el Madrid continúa segundo.
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Coincido en casi todo. Menos en esa velada crítica al entrenador por no dar más minutos a Tavares. En ese aspecto, lo primero es que confío en el entrenador , ha dado sobradas muestras de que sabe de que va esto, y -segundo- nadie mejor que él para saber como están sus jugadores. No creo que nadie que entienda lo suficiente de baloncesto pueda quejarse del rendimiento de Gustavo Ayón; especialmente en estos últimos meses.
Lo de la velada crítica es mi percepción. Quizás no es tal.
Buenas tardes y para mi sorpresa también coincido con la crónica del Sr. Llorente, lo único que no me ha gustado es lo politicamente correcto que ha sido y que no ha tenido cojones para hablar y comentar del arbitraje ( es un decir) de ayer, tampoco ha hecho mención a la curiosidad de que en el último ataque de los turcos, teníamos 2 personales para gastar antes de entrar en "bonus" quedando 15 segundos, e incomprensiblemente no se gastaron, a saber si fueron ordenes ( no creo), despiste, mala defensa etc....
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Pues a mi me parece que Tavares, debe estar más tiempo en el campo. Sobre todo si quieres ganar en su campo a uno de los dos rivales directos para ganar la competición. No por los puntos, sino para dejarle claro al rival desde el principio que "aquí estoy yo".
Es cierto que la tolerancia arbitral con los turcos y unas personales en ataque que nos pitan al final, nos perjudicaron. Pero tuvimos el partido en nuestra mano, y lo dejamos escapar en los dos últimos minutos.
Sobre Llul. A mí si que empieza a preocuparme su mal estado de forma. Y no solo en ataque. Ayer la frustración le llevó a recibir una técnica absurda que supuso su expulsión.
Finalmente un clásico, no solo navideño. Los comentaristas de Movistar, antes C+, antes PRISA, antes lo que usted quiera, ¿me parece a mi, o son entusiastas de los equipos ACB, (Baskonia, Barça Lassa, ...) siempre que no sean el Madrid? Yo tenía a Amaya Valdemoro por "madridista sin exagerar", pero sus comentarios ayer, en los que del Madrid todo eran errores, y respecto de los turcos todos eran jugadorazos, me llaman la atención. Del otro comentarista sólo diré que me parece que es un "anti" de manual.
Saludos.
No, no se lo parece a usted. Son insufribles. Y cuando creen que es "el día en que el Madrid puede perder", es día festivo. Afortunadamente, así, el 95% de los partidos que narran, pese al "rollo guay sin bufandas del buen ambiente del basket" que intentan transmitir, con ambiente festivo y lúdico, acaban convertidos en un velatorio muy divertido para mí, pues se ven resignados, estoicamente, y bien que se les nota, a narrar nuestras victorias.
Donde dice LLul, debe decir Llull, a cada uno lo suyo.
Hay un comentarista en Movistar, no David Carnicero ayer sino otro, que se empeña en decir “Sergi” Llull. ¿No hay nadie que tenga huevos a decir nada a este mariachi? Por lo demás, quitando el primer cuarto y los dos últimos minutos, el equipo muy bien. Este año tenemos una mejor y más larga plantilla que Fenerbahce y, jugando al 100%, deberíamos ganarles cuando llegue el momento decisivo.
Pues, para mí, hubo dos decisiones absurdas de Laso que, junto con la masacre arbitral, nos hicieron perder el partido. La primera, prescindir de Tavares en los últimos 32 segundos de encuentro, cuando ganábamos por dos puntos y, su ausencia, permitió que nos entraran hasta la cocina par empatar el partido. La segunda, a falta de seis segundos y tras recibir el tiro adicional que nos dejaba dos puntos por debajo, no solicitar tiempo muerto para iniciar el juego desde el centro del campo.
Es un grandísimo entrenador pero, para los finales apretados, sólo tiene una jugada: dádsela a Llull y que se la juegue en el último segundo. Varias veces le ha salido pero, no siempre. Ayer, no estaba el mallorquín y, en su ausencia, no tiene idea de qué hacer. Es ya bastante común que perdamos esos finales apretados.
Con 6 segundos, tiempo suficiente, Campazzo- con mayor espacio- podía coger inercia y tener más posibilidades de ser objeto de personal o zafarse del rival , lanzando o doblando a un compañero.
(*)Me parece que Pablo Laso ya había agotado los tiempos muertos.
Perdón; no para empatar sino para ponerse un punto por encima.
Sinceramente, pienso que Laso no estuvo bien al final. Sacó a un buen Randolph para meter a un errático Thompkins, y no poner a Tavares a defender la última jugada es incomprensible. Malas sensaciones con Llull, espero que momentáneas. Ahora viene Baskonia, y me temo que los jugadores seguirán con la mente en Estambul, será difícil ganar.
Jose Luis Llorente no dice nada de los arbitros por que no benificiaron al Real Madrid, tampoco se acordo del arbitraje en la final de copa contra el Barcelona ya que en esta ocasion tambien nos perjudicaba, sin embargo escribio un articulo sobre el arbitraje en copa con el Andorra mas propio de un periodista del Sport, Mundo Deportivo, As y Marca. Todo normal, lo que ignoro es el motivo, quiza algun dia podria aclarar en sus articulos los motivos que seguro son muy razonables.
Veo que estamos de acuerdo, le leo ahora después de haber escrito debajo.
No me explico por qué tiene espacio en la Galerna teniendo en cuenta que todos sus artículos van siempre en esa linea que en vez de crítica raya lo antimadridista. A mi la crítica me parece bien, si no me lo pareciera, sería del farsa o del atleti. Lo que no me parece ni medio normal es que sólo se escriba siempre de lo malo, y nunca de lo muchísimo bueno que ahora mismo tiene el madrid de Baloncesto. Estamos hablando del 2º entrenador del Madrid de Baloncesto que tiene más títulos tras el mítico Ferrandiz, y sólo nos escribe de los momentos malos ¿?. Todavía si fuera de futbol podría esgrimirse que "ya hay mucho periodista loando al Madrid" y blablabla, que además sería falso, porque el madrid siempre gana por suerte, por los árbitros, las bolas calientes, o por su pegada. Pero es que del baloncesto casi nada se dice cuando se trata del Madrid. Se loa a Doncic y se habla de su viaje de Europa a la NBA para evitar hablar del Madrid donde ha jugado los 5 últimos años...
En fin, que estoy cansado de esta situación, y me sorprende encontrarme a gente así en la galerna. Evidentemente el señor Bengoechea está en su perfecto derecho a invitar a quien él quiera a escribir aquí, y por supuesto yo también soy libre de no venir aquí e irme a otro sitio, como también soy libre, porque aquí permiten escribir comentarios, de expresar mi sorpresa y disgusto por este tipo de artículos, sobre todo porque siempre vienen del mismo.
Salu2
Creo que no ha quedado claro lo que quería decir.
Mi sorpresa viene porque aquí que se denuncia el doblevarismo, la minusvaloración de los éxitos madridistas, y ese tipo de conductas, luego se de espacio al señor Llorente que parece la encarnación de ese mismo espíritu.
Espero que ahora quede más clara mi opinión.
Curiosamente ganamos alrededor de 60 o 65 partidos al año al baloncesto, y sólo hace crónica de una derrota contra el vigente subcampeón del continente, y campeón del año anterior. Es más, en una derrota por sólo 2 puntos y fuera de casa. ¿Que se pudo ganar y por gañanes se perdió? Sin duda, pero viendo la trayectoria de sus escritos cuando al Madrid actual se refiere...
A mi este hombre no me gusta como escritor de la Galerna por regla general. Le respeto como ex baloncestista, pero como madridista no me gusta.
Veo algunas cosillas en el Madrid de este año que me preocupan un poco, quizá es por Llull, pero por ejemplo, aunque se arrolló al Baskonia el pasado domingo, no vi al equipo especialmente fluido en la segunda mitad. Incluso cuando nos fuimos 26 puntos arriba, partiendo de ir ganando por 8, se vió cláramente que era por un grandísimo acierto en el tiro. En cuanto empezamos a fallar tiros, se vio que el juego del equipo anda algo cojo. Me preocupa un poquillo. Pero como siempre, mejor barcos sin honra, que honra sin barcos. Mientras ganemos, lo demás importa menos. Lo que quiero decir es que esos bajones, si son puntuales por ir sobrados, no pasa nada, el problema es que hemos tenido algunas temporadas así que acabaron al final sin más títulos que la copa, que oye, bienvenida sea, pero supo a poco teniendo en cuenta que parecía que nos lo llevabamos todo de calle esos años. Y este año, al Barcelona se le ve bastante más fuerte en lo domestico. Con lo cual, a nada que nuestros amigos del trio arbitral de turno aprieten un poquito pueden conseguir que una posible victoria contra ellos se transforme en una derrota sin paliativos.
P.D. ¡Grande Doncic!
Eso no es cierto. Sin ir más lejos, la crónica anterior la es a un partido en el que se aplastó al Barcelona.