A principios de la década de los 70, Santiago Bernabéu contrató a dos jugadores alemanes: Gunter Netzer tras la apertura en el fútbol español para los extranjeros y un año más tarde a Paul Breitner. Un año antes de fallecer decidió emprender otro viaje a tierras alemanas junto al histórico secretario general de la entidad Agustín Domínguez. Iban a ver a Wimmer, un magnífico centrocampista del Borussia Mönchengladbach. Sin embargo, muy pronto ya le entró por los ojos un compañero suyo, Uli Stielike.
Lo primero que dijo al verle fue: “Agustín, ficha a ese del bigote con tan mala leche, van diez minutos de partido y ya se ha fajado con dos rivales”. Dicho y hecho. El club blanco pagó 48 millones de pesetas por su traspaso y Stielike firmó por tres años a razón de 21 millones de pesetas de ficha. Sus primeras declaraciones nada más llegar fueron que “fichar por el Real Madrid es el sueño de cualquier jugador, porque tiene mucha fama y está entre los mejores equipos del mundo”.
Uli nació en la localidad de Ketsch un 15 de noviembre de 1954. Estuvo hasta juveniles en el club de su localidad, momento en el que el ‘Gladbach’ se fijó en él y lo contrató. Con los ‘Potros’ formó parte de un plantel extraordinario que hizo frente al gran Bayern Munich de Beckenbauer, Muller, Maier y compañía. Allí estrenó su palmarés y logró tres Bundesligas de forma consecutiva y una Copa de la UEFA en 1975. Sin embargo perdió una final de Copa de Europa ante el Liverpool que no sería la única.
Mediocampista muy combativo, de gran entrega y fabulosa colocación, iba muy bien por arriba, tenía un brillante sentido para la anticipación, una potente arrancada y una sensacional llegada al área para finalizar con su poderoso disparo. Pero el teutón no empezó con buen pie su andadura en el cuadro merengue. Tenía fama de ser un jugador de cristal y en el segundo partido de Liga frente al Sevilla se lesionó. De forma sorprendente jugó la siguiente semana contra el RCD Español, aunque después tuvo que parar. Tenía un problema muscular que le alejó de los campos casi dos meses. Por entonces el técnico ya era Molowny que sustituyó al yugoslavo Miljanic.
El “Mangas” desde el principio confió en el teutón y le dio plaza fija en el mediocampo junto a Del Bosque, y, tras lesionarse el salmantino, con Jensen como principal socio. Brilló a medida que pasaba la temporada y se convirtió en pieza clave para que el Real Madrid ganase la Liga por delante del F.C. Barcelona. En el 79 los capitalinos revalidaron el título tras aventajar al Sporting de Gijón en la tabla en cuatro puntos. El medio se mantuvo en el eje central del equipo junto a Del Bosque y Wolff y tiró del equipo en muchos partidos gracias a su poderío físico y su raza.
La tercera Liga consecutiva llevó el sello de Boskov en la parcela técnica. Fue el yugoslavo el que empezó a utilizar a Stielike en algunos partidos como líbero, aunque cuando actuó en el centro del campo con Ángel y Del Bosque a su lado fue el verdadero motor del plantel. La Real Sociedad no puso las cosas fáciles y hasta la última jornada no se cantó el alirón en casa tras derrotar por 3-1 al Athletic Club.
A partir de 1981 el Real Madrid acusó un bajón en la cosecha de títulos. Esa campaña un tanto del realista Zamora en Pucela dejó al Real Madrid sin la Liga en el último minuto. Mientras que en la final de la Copa de Europa, con Stielike en el once de Boskov, el Liverpool se impuso a los blancos por la mínima con una diana de Alan Kennedy. Un curso más tarde sí se consiguió el triunfo en la Copa. El germano, que ya formaba en la defensa, acompañó en la zaga a San José, Sabido y Camacho, y los merengues doblegaron al Sporting de Gijón por 2-1 en Valladolid.
Sin embargo, en la temporada 1982-1983 todo salió al revés. Con Di Stéfano en el banquillo se ocupó el segundo lugar en todas las competiciones, siendo especialmente doloroso el perder la final de Copa y de la Copa de la Liga ante el Barça de Menotti y la de la Recopa contra el Aberdeen escocés. Precisamente tras este encuentro Stielike realizó unas duras declaraciones en las que se quejó de que "algunos compañeros jugaron para la galería”, lo que provocó la contestación de Juanito y dos años largos sin que ambos se hablasen.
Tras otra temporada en blanco, el futbolista de bigote se despidió al término de la campaña 1984-1985 con un buen sabor de boca. Primero se obtuvo el título de la Copa de la UEFA participando el alemán en las fabulosas remontadas en el Bernabéu frente al Rijeka y el Anderlecht, y también en la final donde se derrotó al Videoton húngaro por un global de 1-3. No fue el único entorchado de ese año, puesto que se logró la Copa de la Liga. La final se disputó en junio y supuso su último partido con la casaca merengue. Además se marchó marcando un gol en la final contra el Atlético de Madrid, cuyo resultado fue 2-0 a favor de los de Molowny. Sus compañeros le despidieron a hombros, incluyendo Juanito, y Stielike declaró que “su adiós fue muy emotivo”.
Después de dejar el Real Madrid se fue a Suiza para terminar su carrera. Jugó en el Neuchatel tres campañas y se llegó a enfrentar a su ex equipo en la Copa de la UEFA. En el Bernabéu volvió a tener un incidente con Juanito al escupirle este en un lance del juego y responder el teutón con una gran patada. Tras el partido el pique se mantuvo en sala mixta con unas palabras del jugador del cuadro suizo en las que decía que Juanito “era un desequilibrado” y el malagueño replicando que Stielike “era una mala persona”. Años después y tras la fatídica perdida del genial futbolista andaluz el de Ketsch confirmó que “habían hecho las paces en una playa”.
Stielike, con la selección alemana, también tuvo una importante trayectoria internacional durante casi una década. Llegó a vestir los colores de la ‘mannschaft’ en 42 partidos, con tres goles en su haber. Además fue uno de los jugadores importantes en la Eurocopa de 1980 que Alemania conquista tras dejar en el camino a checoslovacos, neerlandeses, griegos y los belgas en la final. Dos años más tarde también estuvo en la lista de Jupp Derwall para el Mundial de España. En el Ramón Sánchez Pizjuán, en semifinales, vivió uno de sus peores momentos personales al errar en la famosa tanda de penaltis contra Francia. Sin embargo, su compañero Schumacher le salvó del mal trago y los germanos accedieron a la final, donde fueron superados con claridad por la Italia de Bearzot.
En su vida posterior, tras colgar las botas montó un negocio de almendras y trabajó en la empresa tabaquera de su suegro. Pero donde ha tenido más continuidad ha sido en los banquillos. Dirigió un par de temporadas a la selección suiza y también al Neuchatel en los 90. En España tuvo una breve aventura en el Almería y luego firmó un contrato con la Federación Alemana para ejercer distintas labores técnicas en las categorías inferiores. En el nuevo siglo se hizo cargo de Costa de Marfil y entrenó a un par de equipos cataríes. En la actualidad es el seleccionador de Corea del Sur a la que trata de clasificar para el Mundial de Rusia.
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Lo he dicho siempre: Un ejemplo de madridismo, casta y entrega. Siendo además alemán. Uno de los 10 mejores jugadores del Real Madrid desde que yo sigo el fútbol blanco.
En este Madrid actual, un jugador como Uli sería casi tan importante como Cristiano. Sería la guinda del pastel.
Totalmente de acuerdo; yo le veía todos los domingos en el campo y sin duda ha sido uno de los jugadores más determinantes del Madrid.
Qué gran jugador era el alemán.... su mala leche en el terreno de juego, con esa fuerza y raza tan característica de los alemanes, le hacían un jugador casi imprescindible en aquel Madrid de finales de los 70 y primeros de los 80, que fue cuando me enganché al fútbol... y al Real Madrid. En su época fue el jugador extranjero que más me cautivó y, pasados ya 31 años de su última temporada de blanco, todavía lo recuerdo como uno de los mejores extranjeros de toda la historia del Real Madrid.... éso, con mitos como Di Stéfano, Puskas, Kopa, Roberto Carlos, Ronaldo, Cristiano, Modric, Bale.... es mucho decir en un equipo como el Real Madrid que está obligado a tener siempre los mejores jugadores, tanto extranjeros como nacionales. Muchas gracias, Alberto, por recordarnos con este magnífico artículo, un poco de la trayectoria del alemán en el mejor equipo del mundo.
No puedo estar más de acuerdo contigo, Navarrista.
Excelente artículo al que solo quiero añadir un par de detalles anecdóticos sobre mi ídolo.
Cuando se jubiló don Antonio Calderón, histórico gerente de nuestro club, le hicieron una extensa entrevista creo que en el Marca. En dicha entrevista le preguntaron a don Antonio por algún recuerdo llamativo en su etapa como gerente del Real Madrid y, entre otros muchos, destacó que Stielike en su primera temporada, debido a los partidos que se perdió al principio por los problemas físicos, sobre todo de espalda, le pidió a nuestro gerente que descontará el valor económico de dichos partidos del importe total de la ficha de esa primera temporada en el club, a lo que don Antonio respondió con acierto y sabiduría:
"Pero hombre, Stielike, cómo le vamos a descontar eso si no ha sido culpa suya...
Ni hablar. Usted cobra su ficha completa, que es lo que corresponde".
Curiosamente, los problemas de espalda estaban motivados porque Stielike tenía una pierna más corta que la otra (por escasos milímetros) y ni los médicos del Borussia, ni los de la selección alemana habían sido capaces de detectar estos en unas cuantas temporadas:
tuvo que ser el equipo médico del Real Madrid el que hiciera tan acertada averiguación.
Todo se solucionó con una plantilla en la bota del pie más corto y se acabaron para siempre los problemas de espalda para él.
Como explica Alberto Cosín en su artículo, los típicos agoreros de la prensa deportiva española tardaron bien poco en decir, cuando Uli sufrió esos primeros problemas físicos a principio de temporada, que el Madrid había fichado a un jugador de cristal...
Sí, pero de cristal antibalas.
Y no olvidéis nunca que...
EL QUE AL GRITO DE ¡HALA, MADRID! NO RESPONDE...
NI ES ESPAÑOL, NI ES HOMBRE.
No vi jugar al aleman pero me han hablado mucho d él y era un jugador d raza como todos los germanos pero también era muy potente físicamente, buen cabeceador, bueno tácticamente, tenía gen muy ganador justamente lo que el Madrid demandaba y sobre todo era un jugador con mucho carácter,tanto que no dudaba en hacerle frente a un rival si un compañero era insultado o humillado.
Era un jugador d mucha raza como Pirri y muy ganador, eso lo dice todo,un jugador d los d antes y d los que ya no quedan .