50 años atrás, Günter Netzer, 'el dios rubio de Mönchengladbach', se presentaba con el Real Madrid
El martes 28 de agosto de 1973, en un abarrotadísimo 'Estadio Santiago Bernabéu', el Real Madrid presentaba a Günter Theo Netzer, el llamado 'Dios Rubio del Borussia Mönchengladbach'. Fue en un partido amistoso de presentación frente a los 'Millonarios' (o 'Millonario') del River Plate de Buenos Aires, como parte del traspaso del extremo zurdo Oscar 'Pinino' Más al club de Chamartín, al que Más llegaba como segundo fichaje extranjero tras la adquisición estelar de Netzer.
El Real Madrid batió a River por 3-1, tantos de Santillana, Pirri y Aguilar, más Edgardo Di Mola —que abrió el marcador— para los 'Millonarios'. Netzer ('Facilidad y precisión', titulaba 'Marca' el miércoles 29.8.73) jugó los 90 minutos; Más ('Garra y remate') fue sustituido en el segundo tiempo por Rafa Marañón.
"Qué tío más bárbaro ese Netzer, cómo juega; vamos a dejarnos melenas tú y yo, a ver si se nos pega", revelaba el célebre crítico cinematográfico Alfonso Sánchez (de 'Informaciones' y TVE) que le había dicho en la tribuna su grandísimo amigo Enrique Herreros, famoso agente cinematográfico. Había un grave problema para ellos: Herreros y Sánchez eran dos insignes calvos, dos ilustres reliquias de aquella época, 'cuando Hollywood estaba en la Gran Vía'.
Al curso siguiente, 1974-75, 'Pinino' —gran chutador en volea, aunque no demasiado móvil— ya había vuelto a Buenos Aires y a River, tras ser reemplazado en la plantilla madridista nada menos que por otro comodín de Alemania Federal ('Occidental'), flamante campeón del mundo en el WM/1974: Paul Breitner, ' El Abisinio'.
Para la insigne ocasión de la presentación contra River, Miguel Muñoz alineó a García Remón; Touriño (José Luis L. Peinado), Benito (Zunzunegui), Verdugo; Pirri (Del Bosque), Grosso; Aguilar, Velázquez (Andrés), Santillana, Netzer y Más (Marañón). Todo empezaría a torcerse para el Real Madrid, Muñoz y Netzer, al menos para esa temporada 1973-74, apenas cuatro días después, en la noche del sábado 1.9.1973 y siempre al calor de Chamartín, cuando un Castellón bastante depauperado en relación al que había sido finalista de Copa ante el Athletic Bilbao en 1972-73 arrancó un inopinado empate a cero en la apertura del Campeonato de Liga 73-74.
El martes 28 de agosto de 1973, en un abarrotadísimo 'Estadio Santiago Bernabéu', el Real Madrid presentaba a Günter Theo Netzer, el llamado 'Dios Rubio del Borussia Mönchengladbach'
Del plantel de 1972-73, el Castellón que entrenaba el exmadridista Lucien Muller había perdido a Vicente del Bosque y Juan Bautista Planelles, ambos de regreso a la disciplina del Real Madrid. De las perchas que el Real había enviado a La Plana aún continuaba en el club albinegro el portero cántabro Pedro Corral, 'compañero de viaje' de Aguilar y Santillana desde el Racing al Real Madrid, en 1971. Pero Corral no se alineó ante Netzer y Más, precisamente por el contrato de cesión entre Castellón y Real Madrid, y sí lo hizo el meta vizcaíno Andrés Mendieta, el padre de Gaizka, que a la jornada siguiente dejaría paso abierto a Corral.
En aquella torcida sabatina que abría septiembre de 1973 y la Liga 73-74 en el 'Estadio Santiago Bernabéu', Netzer falló —enviándolo fuera— el penalti que el árbitro sevillano Pablo Sánchez Ibáñez, de Mairena del Alcor, había decretado contra los albinegros de 'Castalia' y el Lucien Muller. Ese mal partido inicial, obertura en 0-0, fue como un nefasto augurio para ambos rivales, Real Madrid y Castellón. En la primera jornada de la segunda vuelta, en el viejo 'Castalia', el Castellón batiría al Real Madrid por 2-0 (Clares, Causanilles, arbitraje de Guruceta) y sentenció el despido de Miguel Muñoz Mozún, quien había dirigido el banquillo madridista desde 1960.
El Real Madrid concluiría octavo en Liga esa campaña 73-74-, aunque amarraría el título de Copa con un sonoro 4-0 al Barcelona. Mientras, el Castellón de Muller se hundiría de nuevo en el infierno de la Segunda División.
Cómo Llegó Netzer
En el verano de 1973, 59 jugadores extranjeros habían sido importados al fútbol español por los 38 equipos de Primera y Segunda División, por un importe de unos 300 millones de pesetas, de los que sólo los cuatro extranjeros de Real Madrid y Barcelona (Netzer, Más, Cruyff y Hugo 'Cholo' Sotil) agrupaban 185 millones. Y de los cuatro, Cruyff, 120 millones. Es decir, Real y Barça habían gastado, en conjunto, más que los otros 36 clubes... y sus cuatro refuerzos extranjeros habían costado más que los otros 55 juntos.
Por ejemplo, el Atlético de Madrid de Vicente Calderón, campeón de Liga 1972-73 con Max Merkel, había fichado —bastante más baratos— a los notables internacionales argentinos Rubén 'Ratón' Ayala y Ramón 'Cacho' Heredia. Al margen, Athletic Bilbao y Real Sociedad no habían adquirido a una sola figura extranjera.
Entre 1962, tras el fracaso en la Copa Mundial de Chile, 1966 (con discretísima actuación en el Mundial de Inglaterra) y 1973, cuando casi ya se consumaba el descalabro de no haber asistido a dos Mundiales en fila (México'70 y Alemania Federal'74), el fútbol español había vivido una década larga de 'autarquía' en la que se vetaron los fichajes de jugadores extranjeros. De todos esos fiascos se acabó culpando a la crisis de las 'canteras nacionales' por la llegada masiva de esos mismos extranjeros en los años 50 y primeros 60.
Una votación federativa, el 26 de mayo de 1973 abrió al fin las fronteras y pudieron volverse a fichar extranjeros en la liga española
Pero como, por añadidura, y pese a la prohibición de extranjeros (sí podían jugar aquellos singulares 'oriundos', Adorno, Sebastián Fleitas, Óscar Valdez, etc., incluso el madridista y bético Eduardo Anzarda, más los extranjeros que ya hubiesen tenido contrato en la Liga española antes de la prohibición), España ni siquiera se clasificó para el Mundial de México-70 y el pasaporte para el WM de Alemania Federal/1974 estaba totalmente en entredicho (se perdería en febrero del 74, ante la Yugoslavia del 'verdugo' Josip Katalinski), una nueva votación federativa, el 26 de mayo de 1973 abrió al fin las fronteras.
Fue, entre otras cosas, a causa de la presión desesperada de los 'grandes', Real Madrid, Barcelona y Atlético, que a partir de la Recopa del Atlético, en 1962 (Vs. Fiorentina), sólo habían podido traer a España una Copa de Europa ('Real Madrid ye-yé', 1966); y, por ejemplo, ni una sola Recopa más. A las empresas periodísticas y su mercado de ventas, poco podía apetecerles más que una apertura para los jugadores extranjeros, con todo su revuelo y mercadillo de idas y venidas. Así que...
Cruyff y Netzer
Al fin, ese 26 de mayo de 1973 se reabrieron las fronteras futbolísticas en España. En 1969, el técnico inglés Vic Buckingham, que había sido literalmente 'padre adoptivo' de Johan Cruyff en Ámsterdam, había hablado de que podía fichar a Johan, el 'Flaco' o 'Canijo' del Stadion De Meer con sólo 22 millones de pesetas para el Ajax, club 'matriz' de Hendrik Johannes Cruijff o 'Cruyff'. Entonces, los directivos barcelonistas descartaron el asunto por la clara imposibilidad reglamentaria. Ya se vería.
En 1970, el Real Madrid sí había llegado a alcanzar un acuerdo con el Ajax, de club a club y sin tratar con Cruyff (Johan había maravillado en Chamartín en la Copa de Europa de 1967, ante el Real, y en la final europea de 1969, ante el Milan); algo que había enfurecido al propio Cruyff —y a su suegro y agente, Cor Coster, mercader judío de diamantes en Ámsterdam— de tal modo que en 1973 había hecho imposible ningún planteamiento de fichaje por parte de Santiago Bernabéu y sus negociadores.
El Barcelona tenía libertad para 'abrir juego' y, de hecho, ya había contratado como entrenador, en 1971 y tras Vic Buckingham, a Rinus Michels el hombre que en ese mismo 1971 había dirigido al Ajax y a Cruyff a su primera Copa de Europa, ante Panathinaikos. Y el Barça del presidente Agustín Montal y el gerente Armand Carabén i Ribó iba a abrir juego con Cruyff, vaya sí a iba a hacerlo.
En vista de la situación, el Real Madrid empezó a fijarse ya avanzada la primavera del 73 en otra pieza 'de caza mayor': Netzer; Günter Theo Netzer (Mönchengladbach, Alemania Federal, 14.9.1944; Borussia Mönchengladbach), el mediocampista armador que había deslumbrado con la Selección de Alemania Federal hasta llevarla al Campeonato de la Eurocopa en 1972 (3-0 a la URSS en la final), después de un soberbio, histórico 1-3 a Inglaterra en el viejo Wembley, el sábado 29.4.1972, con goles de Francis Lee, Uli Hoeness, el propio Netzer y Gerd Müller, El Bombardero de la Nación'.
En aquella tarde del Wembley Imperial Stadium (el sagrado recinto de los Juegos Olímpicos de 1948 y la final de la Copa Mundial FIFA de 1966), con Alemania Federal en camiseta verde y Netzer reinando sobre el pasto de Wembley, iba a estallar probablemente el mejor partido en toda la carrera del que ya pasó a llamarse 'el dios rubio del Borussia Mönchengladbach', que posteriormente, ahora veremos cómo, también iba a ser ofrecido al Barcelona de Montal y Carabén. 'The King of Wembley', 'El Rey de Wembley', así presentaron a Günter los tabloides londinenses de Fleet Street.
Oficial… y el Barça
Así las cosas, a mediados de junio de 1973, entre el 15 y el 17, los grandes medios alemanes ya hicieron oficial el traspaso de Netzer al Real Madrid, acuerdo que el propio jugador, de la mano de su agente, el curioso 'Herr Wengert' que residía en Castelldefels y había lanzado en Palma de Mallorca pintorescos negocios de cartelería de toros, ya había negociado en Madrid con los directivos del Real.
Según 'Stern', las cifras eran de 30 millones de pesetas para el Borussia (unos 180.000 euros de hoy) y un total de otros 39 millones de pesetas (o 295.000 marcos alemanes) para el propio Netzer por dos años de contrato, cantidad esta última en la que se incluían 23 millones de pesetas en concepto de 'derechos de traspaso'.
Por su parte, 'Der Spiegel' agrupaba el montante de toda la operación, guiada por Herr Wengert, que hacía carteles de toros en Mallorca (los famosos carteles donde cada uno puede poner su nombre), en un total escasamente inferior a un millón de marcos alemanes (como 500.000 euros de hoy), incluidos todos los derechos de unos y otros, el Borussia, Netzer, Herr Wengert y el pase del traspaso, en poder del jugador.
A mediados de junio de 1973, entre el 15 y el 17, los grandes medios alemanes ya hicieron oficial el traspaso de Netzer al Real Madrid
En efecto, y como el propio Netzer acaba de confirmar hace pocas semanas en el periódico alemán 'Tychis Einblick', el inventivo, ingenioso Wengert, residente en Castelldefels, que tenía los poderes y la palabra de Günter, habló con el Barcelona antes que con Madrid. Pero el Barça dio largas al planteamiento del astuto tratante Wengert porque ya tenía a Cruyff en cartera (y a Rinus Michels, ya en Barcelona; Michels vetó al alemán) y porque, desde el principio, no le seducía la proyección y edad de Netzer, que cumplía 29 años en septiembre de 1973. Günter era hijo de un comerciante de semillas en Mönchengladbach. No se admitían coronas de espinas.
Además, se alegaban problemas en la espalda de Netzer —que incluso le habían apartado del servicio militar en la Bundeswehr; manejaba un 46 de pie— y su orgulloso carácter daba que pensar, tras enfrentarse al entrenador 'borusser', el no menos reputado y respetado Hennes Weisweiler, en la final de la Copa de Alemania de 1973, Borussia-Köln, 'Derbi del Rhin' en el Rheinstadion de Düsseldorf. Esto fue célebre.
Aquí, Netzer llegó a 'autocambiarse' en la prórroga de la final Borussia-Colonia por el mediapunta Christian Kulik, cuando Weisweiler había sentado a Günter en el banquillo, ya que el propio Netzer, enfrentado con Weisweiler, había renunciado por criterio propio a la titularidad. "Parece que es usted muy valiente", dijo entonces Herr Hennes Weisweiler a Günter Theodore Netzer.
Tras el 'autocambio', y con 1-1 en el marcador, Netzer salió hecho una furia vengativa al pasto del Rheinstadion, ejecutó una fabulosa pared con Rainer Bonhof —otro maravilloso mediocampista 'borusser', que ficharía en 1978 por el Valencia de Pepe Ramos Costa— y firmó un gol sensacional que dio el título a los 'gladbacher'.
Este fue el último y más inolvidable partido de Günter Netzer con el Borussia de Mönchengladbach. Presumía: "Me basta con la punta del pie para corregir y controlar la dirección de cualquier balón que me llegue". En la Bundesliga, Netzer firmó diez tantos en saques directos de córners.
'Contracultural'
En aquellos primeros años 70 había algo de 'contracultural' en Netzer, gran nibelungo de melena rubia al viento de Renania, y en ese imponente Borussia de la camiseta blanca con una extraña raya verdinegra, siempre enfrentado a aquel 'impoluto' e 'intocable' Bayern Múnich tricampeón de Europa con el 'Kaiser' Franz Beckenbauer y con el meta Maier, 'El Gato Maier', Paul 'Abisinio' Breitner y 'Der Bomber' Múller. El 'establishment' de la Democracia Cristiana de Baviera se encarnaba en el gran club del 'Kaiser'.
Algunos llamaban a Günter Netzer 'el George Best alemán', una 'pop-star'. En Mönchengladbach, Netzer era el propietario de la discoteca Lover’s Lane, donde se reunían los futbolistas 'borussers', se dejaba ver con una 'novia tras otra', hacía anuncios publicitarios con un 'Ferrari' y también era amigo del canciller socialista Willy Brandt. Günter mantuvo un romance con la explosiva actriz Elke Sommer.
Con desparpajo, el llamado 'Von Karajan' del Borussia desmentía muy pocas de las habladurías: "En efecto, yo fui la primera 'Pop-Star' del fútbol alemán" (diría después"); o aún mientras jugaba: "entiendo que tengo que correr, pero lo hago de mala gana, al menos, cuando no tengo el balón; lo fundamental es jugar bien y que el espectador aproveche lo que le parezca". Cuando tenía el balón, Netzer, con su clarividencia y sus desplazamientos en largo, milimétricos y a los espacios, no era 'ese' melenudo, un 'Beatle' nibelungo, era, era... un 'Karajan' sobre la hierba; sólo le faltaba la batuta del grandísimo director austríaco de la Orquesta Filarmónica de Berlín.
"Incluso si juegas en el extranjero, ante todo te representas a ti mismo”, dijo orgullosamente y 'germánicamente' Netzer a 'Spiegel' no bien se hizo oficial su fichaje por el Real Madrid. "Me veo como un 'showman'; me voy a Madrid por dinero, ésa es la verdadera motivación, creo que está clara y creo que el Borussia podía haber sacado más dinero de haberme hecho caso a mí; el Real Madrid estaba dispuesto a dar hasta cuatro veces más, lo que hubiera hecho si llego a ser yo el que hubiera negociado por el club".
"En efecto, yo fui la primera 'Pop-Star' del fútbol alemán. entiendo que tengo que correr, pero lo hago de mala gana, al menos, cuando no tengo el balón; lo fundamental es jugar bien y que el espectador aproveche lo que le parezca"
"Irse con ese contrato al Real Madrid, seis veces campeón de Europa, es el 'non plus ultra' en el fútbol", dijo el mismo Max Merkel que había hecho campeón de Liga al Atlético de Madrid en 1973 y que había firmado con el recién ascendido Sevilla el tercer puesto en el Campeonato español de 1969-70. El vienés Merkel, expiloto de combate con la Luftwaffe en la II Guerra Mundial, con cientos de misiones en el Frente del Este, también había aspirado en vano a dirigir el banquillo madridista.
En aquel junio de 1973, el Dr. Helmut Beyer, presidente en el club de Mönchengladbach, se mostró reacio a revelar el precio de la 'Operación Netzer': "Sería como ponerle una etiqueta de precio a un trozo de carne que aún se retuerce y sangra". Beyer estaba receloso de abrirse en público. No sin razones. En 1972, el Estrasburgo adquirió por 450.000 marcos a Reinhard Libuda, extremo del Schalke 04. Libuda jugó un verano en Estrasburgo antes de que los juicios en el grave escándalo de soborno de la Bundesliga terminaran abruptamente con su carrera.
"Si Netzer se va definitivamente y se afinca en España, nuestras posibilidades de ganar la Copa del Mundo de 1974 en nuestro país se reducen considerablemente", valoró el extremo internacional Erwin Kremers. Hasta el propio Weisweiler se lamentó: "Sin Netzer somos un buen equipo, pero con Netzer somos algo brillante, somos geniales". 'Netzer, nosotros te necesitamos", tituló 'Bild Zeitung'. "Netzer representa el papel del pensador solitario en mitad de la batalla" se leía en 'Konkret', el mismo magacín de izquierdas que leían los de la Fracción del Ejército Rojo, Andreas Baader y Ulrike Meinhof (Ulrike trabajó en 'Konkret').
El mítico seleccionador nacional germano, el 'Bundestrainer' Helmut Schön, se enteró de los últimos en Berlín. En 'shock', Schön, discípulo predilecto del gran seleccionador Sepp Herberger para el título mundial de 1954, sólo pudo agregar: "Netzer ha sido el futbolista alemán del año 1972-73 y para el equipo nacional se ha vuelto indispensable".
Al fin, pero ya como un emigrante a la inversa, un 'gastarbeiter', no uno que 'escogió la libertad', como Kubala o Puskás, Netzer —que simplemente había escogido el dinero del Real Madrid— quiso seguir jugando en la Selección del 'Bundestrainer' Schön. "Liberarle para su equipo nacional será un honor para nosotros", validó el presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu (que hablaba buen alemán), "siempre que el Real Madrid no juegue también en la misma fecha". Las concentraciones y entrenamientos ya serían otra cosa, naturalmente.
Mientras... Cruyff
Mientras, tras el tercer gran título continental del Ajax en fila (30.5.1973, 1-0 a Juventus en Belgrado/'Çrvena Zvezda', gol de Johnny Rep, luego al Valencia), y con intermediación de un periodista holandés, Theo Stolze —al que ayudó abiertamente Marjolijn van der Meer, novia y esposa del gerente Carabén, holandesa que había trabajado en un 'camping' de Castelldefels— Johan Cruyff ya planteaba abiertamente al Ajax su fichaje por un Barcelona donde desde 1971 le aguardaba Marinus, 'Rinus' Michels.
Igual que hizo en el Ajax, Michels había sucedido a Vic Buckingham, poco menos que 'ayo' de Johan Cruyff tras la inopinada muerte de su padre, Hermanus, 'Manus'. Jaap van Praag, presidente 'ajacied', intentó retrasar la operación todo lo que pudo. Pariente y descendiente de judíos de Amsterdam liquidados por el nazismo, Van Praag (que había pasado la II Guerra Mundial escondido en un 'zulo' subterráneo a pan y agua) sabía la crisis que la marcha de 'El Profeta del Gol' iba a traer a 'su' Ajax; que, en efecto y hasta 1995, ya no volvería a ganar otra Copa de Europa, ahora como 'UEFA Champions League'.
Rinus Michels también se incorporó a las conversaciones Barcelona-Ajax, junto a Marjolijn 'Carabén'; era imposible que a los dos holandeses, Rinus y Marjolijn, se les hurtara una sola palabra en idioma neerlandés. Y el 15 de agosto de 1973, a la salida de una de las interminables reuniones en el hotel Esso de Ámsterdam, cerca del gigantesco Aeropuerto de Schiphol, Van Praag dijo esto a los periodistas: "Okay, Cruyff-Barcelona". Pero aún intervino el Parlamento del Reino de los Países Bajos, las viejas Provincias Unidas de Holanda.
La Federación futbolística del Reino (KNVB) se oponía y esgrimía derechos legales para vetar el traspaso de Johan. El propio Ministro de Asuntos Sociales del país, Jaap Boersma, hubo de defender la aprobación en el Parlamento, entre un intenso debate en los Países Bajos que provocó incluso la dimisión en pleno de la Comisión de Futbolistas Profesionales de la KNVB. En fin, Cruyff firmó por el Barça el 18.08.1973. El presidente Montal abonó un millón de dólares al Ajax y otro millón 'global' de dólares a Cruyff por las tres temporadas de su primer contrato con el Barça, hasta 1976.
En aquel verano de 1973, un millón de dólares equivalía a unos 60 millones de pesetas, que con la inflación de hoy cabría computar aproximadamente en algo menos de 100 millones de pesetas. Unos 600.000 euros. Dos millones de dólares serían iguales a 1.200.000 euros de hoy. Eso fue lo que costó, todo incluido, la llegada de Cruyff al Barcelona de Montal (donde le esperaba como pareja extranjera inicial el atacante internacional peruano Hugo 'Cholo' Sotil; sería sustituido en solo un año por otro holandés, el mediocampista Johan Neeskens) mientras que el Real Madrid de Santiago Bernabéu se tenía que 'conformar' con Netzer y con 'Pinino' Más. Pero, como títulos de verdad', entre 1974 y su despedida como jugador del Camp Nou, en 1978, el genial Johan Cruyff... sólo lograría con el Barça la triunfal Liga de 1974, más la Copa de 1978.
'La Girrulat'
"Netzer jugaba con vitola de aplausos en cada acción bien desplegada", relató en 'Marca' el gran crítico Antonio Valencia, en su crónica del Real Madrid-Castellón, el domingo 2.9.1973. Pero, tras el fracaso del 0-0 inicial y el penalti fallado ante Andrés Mendieta, el diario vespertino 'Pueblo' hablaba de 'Cerebro Netzer', 'cerebro' que no se ocupa de destruir el juego del contrario ni de marcar".
Un problema añadido era cómo la directiva madridista le buscaba un 'papel honesto' a Hannelore Girrulat, la novia de Netzer, en una España en la que eran 'muy poco vistas' y no bien consideradas las convivencias extramatrimoniales. Naturalmente Girrulat se vino con Netzer a España. Netzer empezó residiendo en un hotel madrileño; como en absoluto Girrulat se parecía a Netzer (era morena) y por supuesto, Günter tampoco guardaba el menor parecido físico con Hannelore, Raimundo Saporta tuvo que descartar la eventual explicación de que Girrrulat fuese una 'familiar' y pasó a calificársela como 'secretaria' o 'responsable de negocios' de Netzer. Nada menos que el mismo entrenador Miguel Muñoz hubo de especificar en cierta entrevista radiofónica: "Yo me considero liberal y a mí lo único que me interesa de Netzer es que juegue bien al fútbol". Así eran las cosas en la España de los años 70.
Más adelante, Günter Netzer también matizó en 'Triunfo' a J. M. Comas Vegas, sobre el 'Affaire Girrulat': "No he observado nada desfavorable, los españoles me han parecido tolerantes, nadie me ha dado normas y no veo que la suya sea una moral diferente a la alemana; y en el equipo, yo sólo puedo decir que ni Pirri, ni Velázquez, ni Zoco, ni Grosso... ninguno de los jugadores antiguos dejaron entrever que yo sea uno que viene de fuera y que gana más dinero. Al contrario. Son unos tíos formidables que se portaron muy bien conmigo. Entras en ese vestuario y ves las camisetas totalmente blancas, sin publicidad y sólo con números, y es algo impresionante, tanto o más que esa hermosa Sala de Trofeos".
Pero en juego, y en el sistema del último Real Madrid de Miguel Muñoz, el choque en posiciones y mentalidad de Netzer con Manolo Velázquez, uno de los ídolos en aquel Real Madrid, también iba a pasar factura de 'ajuste por errores técnicos' al ex 'gladbacher', quien, como todo el equipo y afición madridistas, sufrió a carne abierta el colosal chasco del 0-5 ante el Barcelona de Cruyff en el 'Estadio Santiago Bernabéu', el 17 de febrero de 1974. A esa noche del histórico 0-5 (Asensi, 2; Cruyff, Juan Carlos y Sotil), con el Real Madrid absolutamente descompuesto, pertenece la fotografía que hermana a Netzer y Cruyff y que acompaña este texto.
Pero, a esas históricas alturas del 0-5, ni siquiera Miguel Muñoz era ya entrenador del Real Madrid. El 'salvador' canario Luis Molowny, 'El Mangas', había sustituido a Muñoz justo tras el ya relatado fiasco del primer equipo madridista en Castellón; ese 2-0 para los hombres de Lucien Muller que, en la primera jornada de la segunda vuelta, la 18ª que 'sentaba' al Real Madrid séptimo, a ocho puntos del Barça de Michels y Cruyff, el 13 de enero de 1974 y aún con toda la segunda vuelta por delante. Para más males, en Copa de la UEFA, un potente Ipswich Town había abatido al Real en la primera ronda, treintaidosavos de final: 1-0, 0-0.
Pero Molowny, tras sellar un gris octavo puesto en Liga (después del desastre inicial ante el Granada en Chamartín, 0-1, tanto del mediocampista Lorenzo), se redimió y resucitó al decaído madridismo con una fantástica trayectoria en la Copa todavía 'del Generalísimo', en la que —sin extranjeros en acción—, el Real pasó a galope tendido sobre el recién ascendido Betis (1-1, 7-1), se vengó cumplidamente del Granada (0-0, 7-3), arrasó a la UD Las Palmas (5-0, 1-2) y, en fin, y en la final, machacó —siempre sin los extranjeros— al mismísimo Barcelona, flamante campeón de Liga 'con' Cruyff': 4-0, el 29.6.74 en el ya desaparecido 'Vicente Calderón', tantos de Santillana, Rubiñán, Aguilar y Pirri.
El Barcelona de Cruyff ganó la Liga 1973-74 con ocho puntos de ventaja ante el segundo, Atlético de Madrid (50-42) y 16 sobre un Real Madrid abismado en la octava plaza del Campeonato. Pese a haber podido jugar sólo a partir de la jornada 8ª, 4-0 al Granada, el 28.10.1973, Cruyff anotó 16 tantos sólo en Liga; en Copa de la UEFA, el Niza había apeado al Barça en la ronda inicial: 3-0, 0-2.
Mundial 1974
A continuación, y aunque el genial 'Número 14' Cruyff y su equipo, 'La Naranja Mecánica' de los Países Bajos (KNVB) produjeron un fantástico Mundial alemán en 1974, los 'oranje' no pudieron atrapar aquella Copa del Mundo, en la final del 07.07.1974 en Múnich/Olympiastadion ante los 'locales' de la Alemania Federal del 'Kaiser' Beckenbauer, de Müller, Maier, Breitner, Uli Hoeness y del 'sospechoso' árbitro inglés Jack Taylor, el del fantasmal penalti (?) de Janssen a Hölzenbein para el 1-1.
En ese mismo Mundial 'alemán' y entre constantes conflictos y discusiones en el 'Mannschaft', Helmut Schön relegó a Netzer a la suplencia en beneficio de otro carismático líder zurdo para su mediocampo: el elegante zurdo —y, también, de complicada personalidad— Wolfgang Overath, del Colonia. Netzer no saldría como titular en el polémico partido de Alemania Federal ante la República Democrática Alemania, donde los 'federales' perdieron por 0-1 ante los 'minipanzers' del Este, en lo que sería la sentencia de Netzer en ese Mundial. En el verano de 1975, tras 37 partidos con el 'Natiional Elf' federal, el 'rebelde' Netzer anunció que no concurriría más con la Selección de Alemania Federal y del 'Bundestrainer' Schön.
Sin embargo, y con la llegada del duro técnico yugoslavo Miljan Miljanic al Real Madrid, en ese mismo verano de 1975, Netzer se recuperó perfectamente de la traumática campaña 1973-74 y guio desde el eje medular de la media a un Real Madrid que doblaría títulos en Liga y Copa del Generalísimo 74-75; aquí, 0-0 y 4-3 en penaltis ante el Atlético de Madrid también en el 'Vicente Calderón'. Esta sería la última final de 'Campeonato de España' de fútbol que iba a presidir el General Franco Bahamonde. Fue la noche del sábado 5 de julio de 1975.
Breitner, Miljanic
Aquella temporada 1974-75, y de la mano de Miljan Miljanic, Netzer casi dobló en partidos a Manolo Velázquez (31-17, 31-14 como titular) y enseñó a Manuel Velázquez —con quien el 'nibelungo' mantuvo polémicas incluso sobre el campo de juego— el puntual reflejo del ocaso.
Para la segunda plaza de extranjero, el Real Madrid se desprendió de Oscar Más y adquirió del Bayern al lateral izquierdo y comodín Paul Breitner, 'El Abisinio', el presunto 'maoísta' y estudiante de Pedagogía, el hombre que el 7.7.1974 había convertido sin dudar en el 1-1 de la final mundialista del Olympiastadion aquel 'penal' de ciencia-ficción de Janssen a Hölzenbein.
Y, al mismo tiempo que 'Kaiser' Franz Beckenbauer sostenía que el canciller socialista Willy Brandt (ex 'Brigadas Internacionales' en la Guerra Civil española) era 'una catástrofe nacional para Alemania', Netzer ya era así de duro con las ideas de Breitner y sus escasas puestas en práctica, en la revista 'Triunfo' (septiembre de 1973): "Breitner es un tío muy simpático. Y como futbolista, extraordinario. Lo único que me desagrada de él es su postura política, que es absolutamente incompatible con la vida que hace. Es un seguidor absoluto de Mao y no hace nada de lo que Mao enseña. Yo no puedo apoyar una cosa y actuar en forma contraria. Él vive como un capitalista y es partidario de Mao. Eso no puede ser, él no puede censurar de ese modo lo que hacen los capitalistas... tengo que tener comprensión si vivo como un capitalista; su vida es muy agradable así. En el sistema, tal como es en Alemania, yo me siento perfectamente, no me siento oprimido, me siento libre y bastante a gusto".
Con Miljanic a los mandos, Netzer aún renovó contrato con el Real Madrid por una temporada más, la 1975-76, en la que un nuevo título de Liga tomó la ruta de Chamartín, pero no sin que los de Miljanic se detuviesen en las semifinales en Copa de Europa ante el eventual campeón, nada menos que el Bayern de Múnich y de Beckenbauer (2-0, 1-1; Gerd Müller, los tres goles del Bayern). Y esto, después de una tormentosa clasificación en cuartos de final (2-2, 1-1) frente a los excompañeros de Netzer, el Borussia Mönchengladbach de los Berti Vogts, Bonhof, Heynckes, Simonssen, Wimmer, Jensen, Stielike, Wittkamp… que se escandalizaron con la anulación de dos goles en Madrid a cargo de un recordado árbitro holandés: Van der Kroft.
The end
Rinus Michels dejó inicialmente el Barcelona al final de la campaña 1974-75 y le sustituyó nada menos que... Hennes Weisweiler ( el 'ex' del Borussia Mönchengladbach), quien rompió abiertamente con Cruyff y tuvo que abandonar el club antes del final de 1975-76, relevado por el estudioso Laureano Ruiz. Weisweiler no podía digerir el liderazgo de un Cruyff que hacía, literalmente, lo que le daba la gana en Barcelona y en el Barça e instauró la costumbre de entrenarse con uno de aquellos primeros relojes digitales 'Casio' de muñeca, a fin de cronometrar el entrenamiento. Y nunca dejó de fumar, algo que en 2016 le pasaría la factura de la vida, mediante fatídico cáncer de pulmón.
Tras esa campaña final en el Real Madrid, 1975-76, Günter Netzer (al que en ese equipo de Miljanic sustituiría otro 'borusser', el 'mediapunta' danés Henning Jensen) se despidió de España para jugar aún una temporada más, la 76-77, ya con 32 años cumplidos, en el Grasshoppers de Zúrich. En Zúrich y en 1977 fue donde Netzer puso punto y final a su carrera en la alta competición. Luego fue el comentarista-estrella de los partidos internacionales en la cadena alemana ARD (donde tuvo un sonado incidente con Rudi Völler, cuando éste era seleccionador) y pasó a dedicarse a negocios audiovisuales, como con la plataforma 'Kirsch'/ProSieben', a principios del Siglo XXI.
Hoy, muy cerca de cumplir 79 años, Günter Netzer reside en Zürich donde es el director ejecutivo y responsable de Infront Sports & Media AG, agencia suiza —radicada en Zúrich, naturalmente— de gestión de derechos deportivos. Como cabría esperar, hace frecuentes negocios con la Federación Alemana de Fútbol. Uno de los lemas vitales de Günter Netzer es: "Siempre me había infraestimado a mí mismo, hasta que en los años del Borussia con Hennes Weisweiler decidí que se acabó y que ya estaba bien, que iba a ser siempre 'yo".
(De Johan Cruyff, aquel 'Profeta del Gol', nos quedan palabras como éstas: "Soy una persona sin títulos académicos, todo lo que sé lo he aprendido por experiencia. Con mis zapatillas de lona y la pelota, por la calle, descubrí que el bordillo puede no ser un obstáculo, sino que pude convertirse en un compañero de equipo": Hendrik Johannes Cruijff, 'Cruyff', AKA 'El Flaco', 1947-2016).
Pero, cuando el gran relato del verano de 1973 ya nos cumple 50 años, al gran ejecutivo Günter Netzer aún se le puede hallar y hablar por las calles de Zúrich. William Faulkner (Premio Nobel, 1949) nos hablaría de 'The Sound&The Fury', 'la sensatez y la furia', etcétera. La vida es una historia de genios. Y de rebeldes. De maoístas que no 'ejercen', como Paul Breitner. Y de grandes empresarios que movían el balón como si tuvieran en el pie 'talla 46' la fina batuta del profesor Herbert Von Karajan. Hablamos de Günter Netzer.
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Lo de Breitner les pasa a muchos, comunismo si pero para otros que yo aquí estoy muy bien.
He disfrutado mucho con este artículo.Reviviendo momentos de hace 50 añakos. Como un enano. Lo que era cuando me ilusioné muchísimo , creo que como nunca, ante la llegada de un futbolista extranjero. Hay que considerar mi edad infantil y que uno fantaseaba con lo que podía representar la apertura a la llegada de futbolistas extranjeros. Tanto me alegró aquel fichaje que , coincidiendo en el tiempo la aparición de un cachorro de dálmata cruce con no sé qué -que lo hacía el perrito más guapo y cariñoso que haya visto en mi vida- ,bauticé al can con el nombre de Günter. Ilusión vs decepción sucedieron a la llegada de los 2 Günter's a mi escenario emocional. ¡Qué palo el 0-0 el día de su debut oficial , en el Bernabéu, ante el Castellón! Recuerdo perfectamente la mañana del domingo en que a través de Mundo Deportivo leía la crónica de aquel partido donde se hacía hincapié en el alemán que marró el penalty. Recuerdo , pocos meses después, aquel 0-5 con mi padre disfrutando , no pudo contenerse finalmente , y un servidor (no informático) conteniendo a duras penas las lágrimas. Y por aquella época también vino otro golpe de la vida para un niño que dejó de ver a su queridísimo perro ; siempre sospechamos que alguien , a pesar de ir con collar, se lo llevó.
Historietas de abuelo cebolleta aparte, quisiera añadir dos apuntes a un artículo que me ha emocionado. El 0-1 del Granada, ya con Molowny, fue marcado por un canterano madridista (Lorenzo); la tradición viene de antaño. Y a este maravilloso artículo, por la serie de detalles que ofrece, le aportaría un matiz. Cuando el Real Madrid hizo oficial el fichaje de Netzer, el marco alemán estaba alguna peseta por debajo de las 40. O sea que al cambio el fichaje sería más o menos dec250.000 euros actuales. Casi unos 40 millones de pesetas en aquellos tiempos. Recuerdo perfectamente una estancia en Alemania , en 1978, con el valor de cambio entre marco alemán y peseta. Entonces con la peseta más devaluada, 1 marco equivalía a 40 pesetas.
*La Baader&Meinhoft...buff, creo que meses antes se encontraron en una cárcel alemana los cuerpos sin vida de sus dirigentes ...
El partido contra el River fue el primero que vi en el Bernabéu, con mi padre. No era consciente de que asistí al debut de Netzer, por quien tanto sufrí de niño cuando el Madrid se desprendió de él. (También sufrí en aquellos años por las ventas de Marañón y Macanás, si soy sincero.).
Hacia mucho tiempo que no leía un relato con tanta calidad.
No soy del Madrid, siempre he sido del Valencia, pero recuerdo esa época como si fuera ayer.
Me encantaban las crónicas deportivas del As Color, donde si el Barcelona jugaba bien, se le alababa, o en los periódicos catalanes hablaban del Real Madrid.
Ahora da pena leer las crónicas de equipos diferentes según el periódico que sea.
Tengo dos cajones de recortes de fotos de todos los equipos y de los mejores jugadores de esa década y en las paredes de mi cuarto estaban todos los equipos de 1ª y 2ª división y los mejores futbolistas, entre ellos , claro está, Gunter Netzer.
Muchas gracias por este reportaje. Un saludo.