Buenos días, amigos madridistas, y enhorabuena por lo que, desde ayer a eso de las once de la noche, es ya virtualmente un nuevo título de liga. La cosa quedó básicamente vista para sentencia tras una victoria ante el FC Barcelona que tuvo todas las trazas de la épica característica del Real Madrid, un Real Madrid que remontó las dos ventajas culés en el marcador a punta de casta, con el mejor partido en la carrera de Lucas Vázquez y un gol decisivo del mejor futbolista del campeonato: Jude Bellingham. Y todo ello bajo la luz rutilante y completa del nuevo videomarcador en 360 grados que anoche estrenó ante el mundo el nuevo estadio Santiago Bernabéu.
El mejor estadio del mundo para el mejor equipo del mundo. Completitud. Pleno. 360 grados de campeón.
"Campeón virtual", titula As, con la foto icónica de Jude Bellingham abriendo los brazos de cara al público (y Joselu secundándole apretando los dientes). El inglés es el icono mundial del madridismo, su máximo estandarte, y también el jugador bandera de esta liga de chichinabo a despecho de que el negreirato 2.0 le birle goles sobre la bocina y encima le sancione dos partidos por decir "It's a fucking goal" en respuesta al atropello. Así trata la liga (con minúscula) de Tebas a sus estrellas. Cuidado, por otra parte, porque lo de "fucking" lo volvió a soltar ayer, y esta vez por escrito, encima, y en redes sociales. Cuidado, Jude, que te estás jugando una nueva sanción. Los estamentos no se andan con chiquitas con el uso de la "f-word". Además, ¿quién te has creído? Ni que fueras la máxima sensación del fútbol mundial y esta liga de tres al cuarto tuviera ninguna razón para cuidarte.
Sí, amigos. Para Jude Bellingham, Lucas Vázquez is a fucking legend, y para nosotros también. Menuda semana del gallego. O mejor dicho: menuda carrera del gallego, porque su penalti tras malabarismos al City entronca con su penalti con malabarismos ante el Atleti en 2016, y porque su exhibición superlativa ayer es una cuenta más en el rosario de grandes momentos cuyas glorias le escatima siempre el madridismo vinagresco. Lo del mal llamado clásico de ayer fue de órdago: penalti forzado (clarísimo pese a las protestas del culellorerío), golazo empalmando un gran centro de Vinícius y asistencia para el tanto definitivo de su fucking amigo de las islas, todo ello siendo defensa y manteniendo a raya a cuanto blaugrana trató en vano de surcar sus territorios.
Para Marca el Madrid es también campeón, suponemos que un poco más que para As, dado que lo de "virtual" lo pone en pequeñito y entre paréntesis. Los dos fuckingamigos (podría ser la nueva versión de los pichabrós) salen entrelazados en esa especie de danza hoedown que ¿improvisaron? tras el gol del éxtasis final. Lo cierto es que no fueron sólo Jude y Lucas. Luka Modric impartió una nueva lección, de las que te obligan a preguntarte si la edad que marca el pasaporte es por sí sola razón suficiente para la jubilación. Rüdiger se pidió de postre un Lewandowski después de dos raciones de Haaland, y tras deglutir dichos víveres, que a cualquier otro le hubieran repetido, llevó a cabo una digestión ejemplarizante en la que casi incluye un policía nacional al que asustó, en broma, en el momento de salir al campo. Nunca calculamos que se pudiera querer tanto a un fucking (de nuevo) freak de esta magnitud. Es como un hijo imposible de MC Hammer y Luke "Scratch" Perry pasado por el filtro de Uli Stielike.
Marca menciona también las quejas, ruines e hilarantes, de Xavi Hernández a cuenta del no-gol fantasma de Lamine del que habla todo el mundo, y si habla todo el mundo es sólo porque Xavi, tan dueño del relato como de absolutamente nada más, se ha empeñado en que así sea. Diferentes medios demostraron al término del partido que, aunque por poco, el balón no había traspasado del todo la línea de portería de Lunin.
No. A diferencia del de Jude en Mestalla, it wasn't a fucking goal, and it wasn't por mucho que se empeñe la (cada día más) patética prensa cataculé.
Nos lo podían poner un poco más difícil para rebatírselo. De otro modo, restan alicientes a la elaboración de este portanálisis. "Era gol", asegura Mundo Deportivo. No, no lo era. Lo acabamos de demostrar. ¿Pasamos a otra cosa?
No, no pasamos a otra cosa. Antes habrá que calificar como se merece a quien habla de tanto "hurtado" al Barça, como literalmente dice en la portada de Mundo Deportivo. Son risibles. Tienen la grandeza y la estética de quien se hubiera comprado el sistema arbitral durante al menos veinte años, siguiera en Primera División por una cuestión administrativa de prescripciones y encima se las diera de víctima, ¿os imagináis?
Qué despreciable falta de talla deportiva y moral la de esa institución, así como la del entorno que le ríe permanentemente la gracia.
Tanto Sport como Mundo Deportivo hablan del "dudoso" penalti a Lucas (dudoso my arse, por seguir con la lengua de Yeats, porque hasta Yeats decía eso y lo de fucking en la intimidad), y hablan de otro penalti escamoteado al Barça. Os juramos que no sabemos ni a qué jugada se refieren. Han enloquecido, en el supuesto de que no estén locos de fábrica, que no se descarta.
Sport se hace eco de las declaraciones de Ter Stegen ("es una vergüenza"), censurando el que la liga no tenga la tecnología del gol fantasma. Estamos de acuerdo con el gran guardameta alemán. Es una vergüenza que Tebas no quiera implementar dicha tecnología. De haberla tenido, hoy tendríamos aún menos dudas en el sentido de que no era gol, y el negreirismo no tendría el cuajo de quejarse.
Aunque, en realidad, cualquier cosa puede esperarse de ellos. El Madrid es imbatible sobre el césped, pero ellos lo son en la cancha del ridículo.
En fin, amigos. Disfrutad el campeonato oficioso, enorgulleceos de la magnitud futbolística y humana de vuestro equipo, sonreíd y disfrutad.
Pasad un fucking great day.
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