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3-2: Victoria in extremis frente al cuarteto arbitral

3-2: Victoria in extremis frente al cuarteto arbitral

Escrito por: Fernando Alcalá-Zamora17 febrero, 2025
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El Real Madrid femenino doblegó (3-2) al Levante Badalona en el último partido de Liga F previo al parón de selecciones tras sobreponerse a dos tantos rivales y a la alevosa incompetencia arbitral tan habitual. Eva Navarro, Maëlle Lakrar y Alba Redondo firmaron los goles madridistas.

En este anodino domingo de febrero, con la competición liguera femenina vista para sentencia y el interés en cualquier otra parte hasta la llegada de los cuartos de final de la Champions, el Real Madrid volvió a saltar al césped del estadio Alfredo di Stéfano para enfrentarse a sus dos principales rivales: los errores propios y los despropósitos del cuarteto arbitral. De sobra es conocido que el reino del Madrid, de tan grande, no es de este mundo, por lo que sus quebraderos de cabeza rara vez tienen que ver con los equipos que tienen enfrente —a excepción del Barça y de los grandes de Europa—. No fue excepción la visita del Levante Badalona, un equipo decente y de media tabla cuyo nivel lo marca el contentarse con rascar un punto en la capital.

Alberto Toril apostó por dar entrada de inicio a Sheila García y a Yasmim Ribeiro en los laterales, a Teresa Abelleira en el centro del campo y a Eva Navarro y Alba Redondo en posiciones atacantes, suficiente para llevar el peso del partido y marcar el ritmo de juego. No obstante, pronto quedó claro el protagonismo que adquirirían la poseedora del silbato y sus ayudantes —a quienes el lector me permitirá ni reseñar por su nombre—. La primera intentona de peligro local, un prometedor pase al hueco de Alba Redondo buscando a Caroline Weir, fue desbaratada antes de que la escocesa cargase la pierna por culpa de un dudoso fuera de juego. Inmediatamente después y en el área contraria, un centro lateral desembocó en catástrofe: Maëlle Lakrar alejó el peligro de cabeza, pero Misa Rodríguez arrolló a destiempo a Itzi Pinillos un segundo después ofreciendo la excusa perfecta para decretar penalti. María Llompart, que había iniciado la jugada con su centro, puso por delante a las visitantes desde los once metros.

El Real Madrid volvió a saltar al césped del estadio Alfredo di Stéfano para enfrentarse a sus dos principales rivales: los errores propios y los despropósitos del cuarteto arbitral

La guardameta canaria se resarciría del error al superarse la media hora de partido al rechazar un uno contra uno frente a la delantera Irina Uribe, pero por entonces el grueso de la acción sucedía dentro del campo del Levante Badalona. Si bien tanto Linda Caicedo como Alba Redondo pudieron empatar, fue una Eva Navarro muy atenta la encargada de poner la igualada. Centró Yasmim desde la izquierda —buen partido de la brasileña— y Navarro conectó un disparo con la zurda de primeras tras sorprender desde atrás a Nuria Garrote. Lateral y extremo volverían a ser protagonistas al borde del descanso, cuando el argumento principal de este partido quedó fijado: el arbitraje, en papel de malo de película bordado sin necesidad de ensayar, te pone un palo en las ruedas y el héroe se sobrepone al instante para asegurar el final feliz.

Se acercaba el descanso cuando Eva Navarro, afilada en todas sus acciones, pisó el área desde el costado y fue indiscutiblemente trabada abajo en el instante en el que se deshacía de una tacada de dos rivales. El penalti negado por la asalariada del gremio de Negreira, de tan claro, volvió a recordar la labor fundamental de Real Madrid TV, que con todas las de la ley debe redoblar sus esfuerzos. Como veníamos diciendo, eso sí, el hilo del partido iba de que nada hay más inevitable que el Real Madrid peleando contra los elementos. Así que, un minuto después, tras un saque de córner de Weir, Lakrar tiró un desmarque con valentía desde el segundo palo y conectó de cabeza justo a tiempo para dirigir el balón a la red.

Las madridistas embocaron el túnel de vestuarios satisfechas después de dejar en nada el primer acto prevaricador de la tarde, pero el vacío existencial de los cuarenta y cinco minutos que aún quedaban por delante debía ser rellenado de algún modo, siquiera por respeto a los valientes que acuden al Di Stéfano. Y como suele ocurrir cuando son camisetas blancas las protagonistas, la traca final llegó superado el 80. Maëlle Lakrar no acertó a alejar de primeras el peligro que venía por alto en una de las pocas ocasiones de gol del Levante Badalona, lo que permitió a Rebecca Elloh aprovechar el balón sin dueño para cantar gol a un metro de la portería. Aunque el 2-2 activó levemente los resortes internos que conducen al Real a sus fases de mágica locura, lo cierto es que poco importa sumar un punto en esta competición insulsa.

El penalti negado por la asalariada del gremio de Negreira, de tan claro, volvió a recordar la labor fundamental de Real Madrid TV, que con todas las de la ley debe redoblar sus esfuerzos

Así pues, el partido habría acabado en empate de no ser por la punzada de orgullo propio que produce la injusticia. Ya de lleno en el tiempo de descuento, el Madrid colapsaba el área rival por mera costumbre mientras las catalanas suplicaban el pitido final.  Para desgracia de las visitantes, antes de oír ese sonido llegó otro bien distinto: Alba Redondo peleó con insistencia y limpieza un balón dentro del área ante las defensas rivales que fue a parar a Athenea del Castillo. La cántabra filtró el balón por el único hueco abierto entre su pie y la red y empezó a celebrar el tanto de la victoria cuando la persona teóricamente encargada de impartir justicia decretó una falta previa inexistente. Ni mano, ni patada a la defensora que simulaba un golpe. La realización televisiva se afanaba como de costumbre por buscar el frame delator, el clavo ardiendo, la aguja en el pajar, y no había nada.

A pesar de que el detector de metales seguía trabajando para intentar cubrir la espalda de la árbitra mientras el balón volvía a rodar, fue el corazón inabarcable del Real Madrid Club de Fútbol lo único capaz de doblegar a esta empollona del maestro Negreira. Las repeticiones a cámara lenta seguían… y daba absolutamente igual: el cuero volvía a estar en la red gracias a un fantástico remate de primeras de Redondo.


Derrotado el cuarteto arbitral, el pitido final ni importaba ni interesó, puesto que sonaba la música del paraíso: el grito inmortal, lo esencial, lo que permanece inmutable, el «Hala Madrid y nada más».

Fotografías: realmadrid.com

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4 comentarios en: 3-2: Victoria in extremis frente al cuarteto arbitral

  1. Lo que empezó hace tres años como una competición en la que el Madrid participaba por primera vez, y que nos ilusionó a algunos, se ha convertido en una "competición insulsa".
    No por las jugadoras, que ayer demostraron que tienen el espíritu del Madrid, remontando en el descuento, contra el rival y contra el equipo arbitral.
    Si lo de ayer hubiera sucedido hace unos años, se podría pensar que fue por la "incompetencia arbitral". Pero en la situación actual, en la que estamos en guerra con la federación española, los arbitrajes al equipo femenino son un frente de guerra más, dentro de los que tiene abiertos el régimen para castigar al Madrid.
    El gol anulado a Atenea en el descuento, que era el gol de la victoria, fue perfectamente legal. Por mucho que las repeticiones buscaban algo, ese algo no aparecía. Solo se evidenciaba la voluntad de perjudicar al Madrid.
    Pero esta vez, hubo justicia, y Alba Redondo volvió a marcar el gol de la victoria en la jugada siguiente. No hubo ovarios para volver a anularlo.
    Por lo demás, la liga F se parece a la liga de balonmano. Hay un ganador perpetuo, y los demás están allí de comparsas. El Madrid tiene que aspirar a competir por el primer puesto, no por el segundo.
    Saludos.

  2. No pude ver el partido pero seguí los últimos 30 minutos a través de la web del club. Y ya cuando agonizaba el partido me apareció una pantalla en azul (actualización) que informaba sobre la buena nueva. Como madridista agradezco que se incida en la prevaricación arbitral. No hay que arredrarse . Ni un paso atrás, sino es para coger impulso. Por H P...Y no estoy haciendo referencia a la celebre multinacional ubicada en Palo Alto de Silicon Valley...

  3. Estoy de acuerdo con lo escrito. Pero así y todo, insisto, Alberto Toril no es entrenador para el Real Madrid femenino. Con las jugadoras que tiene debería competir con el Farsa por el primer puesto.

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