Y qué sé yo. Por no saber, no sé ni cómo empezar la crónica sobre un partido que vuelve a dejarme la sensación de que el Real Madrid sigue buscándose. Ha cambiado todo tanto desde agosto que parece un nuevo siglo, un nuevo mundo, algo entre el pasado más tenebroso y un futuro repleto de incógnitas. El equipo de Zidane es una interrogación constante, especialmente en Liga. No sabemos a qué agarrarnos pese a que finales de agosto nos creíamos -porque así lo demostrábamos- los mejores. ¿Dónde quedó ese ayer tan luminoso? A saber...
Aterrizó el Real Madrid contra el Málaga con Carvajal demostrando por qué es el mejor lateral derecho del mundo. Le hemos echado tanto de menos que no hay palabras para describir su regreso. Lo necesita el equipo y lo necesita Zidane, que vuelve a tener en la banda derecha una autovía por la que construir otro camino hacia el juego ofensivo. Carvajal te da demasiadas cosas en ataque como para perdértelas.
El comienzo fue bueno. El campeón de Europa se mostró intenso, dinámico, incluso con vértigo en algunas acciones. Benzema abrió el marcador al aprovechar un balón suelto dentro del área pequeña. Voló Cristiano con un salto portentoso para mandar el balón al palo. En el rechace, acento francés para el 1-0. Cristiano sonrió con ironía, como si pensase que una maldición le persigue en Liga. Al menos su fallo no acabó en lamento.
Estábamos contentos, casi radiantes, porque reencontrarse con lo que una vez te hizo feliz es algo extraordinario. Pero el Madrid se derrumbó. Sí, lo volvió a hacer. Se desconectó del partido y el Málaga, que llevaba más de quinientos minutos sin marcar fuera de casa, tiró la puerta abajo. Empató el cuadro de Míchel y al Bernabéu lo abrazó ese run-run que atosiga cuando las cosas no van bien. No supo reaccionar con maestría el equipo blanco. Sólo Isco, acaparando más pelota que buenas acciones, intentaba darle sentido a un guión que parecía escrito en chino. Pero no era la tarde. Otra vez no era la tarde. Y son muchas ya en Liga. El gol de Casemiro a la salida de un córner -qué guante tiene Kroos- cambió el resultado, pero no lo demás.
En la segunda mitad bastó un poco de entusiasmo malaguista para que el Real Madrid se desplomase defensivamente. Roberto lo paraba casi todo evitando la sentencia y los nuestros añadían dramatismo dando facilidades atrás. Lo que invitaba al 5-1 se aproximaba demasiado al 2-2. Y así fue. Tímido disparo y error garrafal de Kiko Casilla, inseguro durante toda la tarde. No se escucharon silbidos porque al Bernabéu lo cubre la típica anestesia que consigues cuando ganas casi todo. Zidane reaccionó quitando a Isco por Modric y pocos lo entendieron. El Madrid terminó de perder la pelota. Todo quedaba destinado a la improvisación. Menos mal que Gil Manzano, en un ejercicio de honestidad casi milagroso, pitó penalti sobre Modric -clarísimo- y Cristiano firmó el 3-2 tras fallar desde los once metros y acertar en el rechace. Roberto volvió a ser gigante, aunque esta vez no insuperable.
La tarde empezó bien y se torció. El árbitro se comió dos penaltis y un gol legal, pero acabó pitando una pena máxima a favor. El Real Madrid demostró que sabe jugar muy bien y que lo puede hacer también muy mal. Todo ello en noventa minutos. Stranger Things en el Bernabéu. Al menos sumamos tres puntos. La reflexión sabe mejor si la haces con una victoria en la mochila.
De acuerdo en todo, pero el penalti fue sobre Modric, no Lucas Vázquez.
El partido de hoy se resume en pocas palabras. Ganó el Madrid, les pitaron un penalti y siguen jugando muy mal frente a unos que no eran nada de nada.
Con esta "afición" es muy difícil jugar medianamente bien. El Madrid juega mucho mejor fuera que en el Bernabéu. Me apuesto bueyes contra pajaritos que, si jugara a puerta cerrada, lo haría mucho mejor.
Y, otra cosa, calificar de error el remate al larguero de Cristiano en el primer gol me parece muy poco afortunado. Alcanzar y dirigir al larguero un balón centrado por Marcelo para que, muy difícilmente lo pudieran jugar Pau Gasol, Ayón o Tavares, es de un mérito extraordinario.
Jajajaja. Y lleva dos seguidos (Nicosia)
Creo que el mal momento del equipo está directamente relacionado con el bajón tremendo de Kroos,Modric y Marcelo, que son fundamentales en la elaboracíon de juego y dominio del partido, y perjudica a los de arriba que reciben pocos balones en condiciónes y a la defensa que tiene que multiplicarse por la facilidad con la que se plantan en nuestra área. También la portería, salvo en partidos aislados, evidencia una sensación de cierta inseguridad. Me parece que los Ceballos, Kovacic, Llorente, Theo.... deberían tener algo más de presencia en estos momentos.