El Real Madrid femenino venció (3-0) al Sporting Club de Huelva en el duelo de la decimoquinta jornada de Primera Iberdrola. Tras una primera mitad atascada, los goles de Esther González, Nahikari García y Athenea del Castillo permitieron a las blancas cerrar el año 2021 sumando tres nuevos puntos para acercarse a Europa.
Durante una hora de juego en el estadio Alfredo di Stéfano, ante un Sporting Club de Huelva autoproclamado rey del empate, el Real Madrid femenino dio la sensación de caminar inexorablemente hacia el 0-0 insulso con el que el balón había comenzado a rodar. Aunque el dominio del juego y las ocasiones de peligro eran madridistas, el paso de los minutos iba aletargando las piernas de unas jugadoras a un paso de las vacaciones de Navidad.
Alberto Toril repitió defensa de tres, dejando los carriles a Kenti Robles y Athenea del Castillo, y añadió a Aurélie Kaci a la línea de medios conformada por Maite Oroz y Claudia Zornoza. Arriba, como ya hiciera ante el Madrid CFF, repitieron Esther González y Nahikari García. La asimetría de los costados hizo que las intentonas ofensivas tendiesen a fluir por el lado de Athenea, muy superior a su par, y todo invitaba a imaginar una tarde plácida para las blancas.
El Sporting aceptó desde muy pronto su condición de visitante en inferioridad, optando por esperar casi siempre en posiciones rezagadas y sin reunir demasiada confianza para trenzar juego de ataque a pesar de contar con jugadoras para ello. La propia configuración de la partida inclinó el tablero del lado blanco, lo que condenó a la guardameta Chelsea a trabajar horas extra bajo palos. La británica sostuvo a su equipo durante toda la primera mitad, destacó especialmente en el rechace de cada disparo dirigido a portería, e hizo pensar que el choque podría complicársele al Real.
Esther González volvió a ser la atacante más incisiva, liderando la ofensiva rival a base de golpeos que siempre encontraban los guantes de la arquera antes de salir rechazados. Como en el juego del escondite, el gol estaba cerca; podía intuirse, pero la opción de haberlo pasado de largo sólo iría en aumento si el reloj seguía corriendo. Y así se llegó hasta el minuto 59, cuando las futbolistas del Real Madrid se negaron a que un balón de córner abandonase el área rival. Primero Nahikari de taconazo, luego Rocío Gálvez con un globo, y finalmente Esther por alto, empujaron el cuero en dirección a la línea de gol. Sólo tras la sucesión de intentonas, y con el larguero de por medio, pudo la delantera andaluza chutar a la red.
En ese preciso instante se rompió el embrujo. El 1-0 subió al marcador, Chelsea dejó de ser imbatible y en diez minutos el empate a nada pasaría a convertirse en una goleada solvente. Las propias jugadoras del Sporting de Huelva parecieron asumirlo, pues en un abrir y cerrar de ojos Claudia Zornoza pudo avanzar a zancadas por el carril interior del campo sin oposición. La madrileña cedió en profundidad a Esther, volvió a recibir la posesión ya pisando área y, con astucia, asistió a Nahikari. La de Urnieta chutó, marcó y volvió a celebrar con rabia en un nuevo capítulo de su particular proceso de adaptación al club.
Había bastado un claro en el cielo para cambiar por completo el signo del partido, y tan segura pasó a ser la victoria del Real Madrid que Alberto Toril dio inicio a la tanda de rotaciones. Empezaron por descansar Esther y Zornoza, pero Athenea siguió subida en su tabla de skate haciendo trucos y piruetas como las quinceañeras que en Tokio acudieron a los Juegos Olímpicos. Ella misma se fabricó el 3-0 tomando velocidad, desbordando hacia dentro y, una vez llegada al balcón del área, disparando de imprevisto al palo corto de la portería. Quizás por cansancio, o tal vez simplemente desmoralizada, a Chelsea se le acabaron los superpoderes y solo pudo hacer la estatua.
Los tres puntos se quedaron en Valdebebas, las posiciones de Champions League se atisban ya en el horizonte y, tras un 2021 inolvidable, la plantilla del Real Madrid femenino podrá irse de vacaciones pensando en positivo. 2022 traerá nueva curvas, pero también invita a soñar con lo que está por llegar.
Buen partido. El equipo va a más. Me alegro mucho de que una muy buena futbolista, como es Athenea, empiece a asentar sus credenciales. Lo importante es que pongan su calidad individual al servicio del equipo. Eso tiene que permanecer grabado en sus cuerpos a sangre y fuego. Han de interiorizarlo y asimilarlo debidamente. Uno que es muy del baloncesto blanco, con lo que ello conlleva, tiene la sensación de que hacía mucho tiempo que nuestro Real Madrid no me excitaba tanto como el domingo pasado en la victoria a domicilio ante el vecino Madrid CFF . Y ayer se produjo la continuación de lo anterior en cuanto a buen juego. En mi carta de Reyes simbólica para las futbolistas de blanco pido salud, dinero y amor para todas, pobre de alguna de ellas que si se casa no lo haga a lo tradicional (por el color) -jeje je- . Y especialmente para Marta Cardona mis mejores deseos para que no quede ninguna secuela de su lesión. Para Lorena, que el entrenador , buen entrenador, continúe percibiendo su calidad. Me encanta su izquierda y su visión de juego.
Mi crítica constructiva tiene que ver con un par de posiciones defensivas. Se necesita mayor rapidez, para la élite -puestos punteros en Europa- son algo lentas.