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Parece mentira, pero han pasado ya veinticinco años desde que aquel estúpido accidente automovilístico en una carretera alemana se llevó para siempre la vida de un deportista único en su especie. Recuerdo que cuando mi madre vino a mi habitación a comunicarme la noticia, estando yo como estaba en la víspera de un examen importante, se me quitaron las ya de por sí escasas ganas de estudiar que me quedaban. Jamás he vuelto a tener una sensación tan extraña de vacío desde aquel momento; se nos acababa de ir un jugador de baloncesto especial, cuyo perfil estaba muy alejado del prototipo habitual, demasiado plano, lineal y sin aristas. Petrović representaba como nadie aquella combinación explosiva de visceralidad, ambición bien entendida y genialidad.
Mi primera imagen nítida y clara de un partido de baloncesto se remonta al 6 de diciembre de 1984, tiene como protagonista principal a Dražen y como actores secundarios a los integrantes de la plantilla del Real Madrid. La prensa especializada catalogaba a aquel partido como un mero trámite, ya que la visita del Real al Palacio de Hielo de Zagreb debía suponer una victoria fácil frente a un rival teóricamente flojo en la liguilla de la Copa de Europa. En su última participación la Cibona había perdido todos y cada uno de sus partidos en la competición. Sin embargo, el Madrid se topó con un enemigo inesperado. Ciertamente, Dražen Petrović era ya internacional por Yugoslavia y había participado en los Juegos Olímpicos de Los Angeles, pero nadie parecía haberse preparado a fondo para contrarrestar aquel torbellino de fundamentos de alta escuela y provocación. De repente, el baloncesto español (y por extensión el europeo) encontraba una razón más para su crecimiento a nivel mediático. Inmerso de pleno en el boom que trajo consigo el éxito de Los Angeles y el nacimiento de la ACB, la aparición estelar del diablo azul de Šibenik hizo que siquiera por un instante el baloncesto igualara fuerzas con el fútbol y se codeara en cuanto a atención pública. Uno de los motivos, por supuesto, radicaba en el hecho de que Petrović se atrevía a humillar una y otra vez al Real Madrid, no a cualquier otro equipo de menor enjundia. El caldo de cultivo estaba servido. Bienvenidos a la guerra total.
A partir de ahí, la carrera del genio de Šibenik atraviesa altos y bajos, encuentros y desencuentros en su relación con el enemigo blanco, más tarde convertido en su club. Pero Dražen pasaba por ser uno de esos raros especímenes cuyo alimento principal consistía en su ambición, su esfuerzo, su genialidad y su habilidad por colocarse siempre en el ojo del huracán informativo. Jamás pasaba desapercibido, para bien o para mal; de su estancia en Madrid aún se habla profusamente casi treinta años más tarde y sigue siendo tema de conversación habitual. Su marcha a la NBA se convirtió casi en una interminable cuestión de estado con un final desolador desde el punto de vista del aficionado blanco.
La cuestión de quién es el mejor jugador nacido en Europa se mantiene abierta y mucho me temo que siempre sucederá de esta forma. Resulta incuestionable que Dražen, a pesar de una carrera inconclusa y una muerte prematura, pertenece a la élite del basket continental, y algunos sostienen incluso que podría ocupar la parte más alta del pódium. Gente como Dirk Nowitzki, Arvydas Sabonis, Pau Gasol, Tony Parker y un largo etcétera pueden discutir el trono y tienen tantas papeletas como Dražen, o incluso más, para reclamarlo. Lo que para mí resulta incuestionable es que fue el jugador más importante en la evolución del deporte de la canasta más allá de lo puramente deportivo. Dražen, quizá sin quererlo, ayudó decisivamente a transformar una pura lucha deportiva en un acontecimiento prácticamente de orden social.
La persona desapareció físicamente pero su halo de misticismo nunca se desvanecerá. Como Fernando Martín, como Mirza Delibasic, como Radivoj Korać o Krešimir Ćosić, todos ellos volaron demasiado jóvenes, con mucha vida por delante, y pasaron a ser inmortales. Veinticinco años después aquí seguimos muchos aficionados recordando que un día aquellos genios nos hicieron vibrar y levantarnos de nuestros asientos. Nos corresponde a nosotros mantener la llama viva, para que las nuevas generaciones tomen conciencia no de que todo tiempo pasado fuera mejor, como el tópico nos repite, pero sí al menos tan bueno como el actual. Pelo ensortijado, brazos al aire y actitud chulesca. Sin duda una de las imágenes imborrables de una época, de nuestra época.
Juan Francisco Escudero (Autor del libro La leyenda del indomable)
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La clase se tiene o no.
🎂Cumple 33 años el hombre que le enseñó a Bellingham lo que significaba «chilena», el hombre tranquilo que no flaqueará jamás ante un penalti decisivo, el gran @Lucasvazquez91
¡Felicidades!
Lamine Yamal es muy joven.
Enormemente joven.
¿Y?
#portanálisis
👉👉👉 https://www.lagalerna.com/lamine-yamal-es-muy-joven-y/
En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.
La explicación completa, aquí
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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.
@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.
Bonito y merecido homenaje a un genio.
A mí también me impactó mucho su muerte...son noticias que te dejan un vacío en el estómago...lo mismo me pasó con la de Fernando Martín....
Petrovic era un genio del basket...su carrera terminó muy pronto desgraciadamente y no sabemos dónde habría dejado su techo....lo que está claro es que era una locura de jugador y también verlo jugar y un tormento cuando era tu rival....yo le tenía mucha manía, aunque no dejaba de desear que lo fichara el Madrid...le tenía manía porque además de un genio que te ganaba partidos también era un jugador muy provocador, en algo me recuerda a Cristiano, son de los que las reacciones "negativas" de las aficiones rivales no los hunden, al contrario se vienen arriba....se crecen...
Imaginad la alegría que sentí cuando le fichó el Madrid....eran tiempos en que veía mucho basket porque no se me salía el corazón....
Saludos
Cuánto le odié y cuánto le amé. La primera vez que le vi en una cancha nos enchufó 45 puntos y bailó literalmente a nuestros mitos Corbalán, Itu, creo que Jou Llorente. Leyendo tu comentario he pensado si me pasaría lo mismo con Neymar, si sería capaz de abandonar la manía que le tengo y celebrar sus bailoteos y chorradas sobre la cancha. Y no lo tengo nada claro. No lo quiero, como tampoco quise al genio de Sibenik antes de su fichaje. Aunque lo cierto es que luego deseé que se quedara para siempre.
Yo a Neymar no le tengo manía, no le quiero en el Madrid porque no me gusta el estilo de esa familia, ni sus tonterías en el campo, ni cómo nos dejó tirados y cómo se largó del Barça y ya está pensando en salir del PSG...pero no le tengo manía...así es que si viene no me costará mucho aceptarlo....
Si acabé aceptando a Figo, y me costó lo mío, puedo aceptar casi a cualquiera jajajaajj
Veinticinco años ya, ¡cómo pasa el tiempo!
Drazen Petrovic lo tuvo todo para ser recordado como un mito. Extraordinaria calidad, talento, ambición ilimitada, voluntad férrea de ser el mejor, y mala leche competitiva, o "habilidad" para sacar de quicio a los rivales. Todo eso le llevó a ser dominador en Europa, con la Cibona de Zagreb. Aquel equipo, con los hermanos Petrovic, y algún otro talento balcánico, humilló al Madrid en dos temporadas consecutivas en la Copa de Europa. Y el Madrid de entonces era un gran equipo. Y cuando digo humillar, lo hago en todos los sentidos de la palabra, en el deportivo y en lo personal.
Mendoza tuvo la posibilidad de ficharlo y se lo trajo para Madrid. Debió pensar que "si no puedes con tu enemigo, mejor cómpralo". En el Madrid, estuvo una sola temporada, que en mi opinión, para Petrovic fue sólo el puente para su salto a la NBA.
Esa temporada en el Madrid, que debió ser la de la liga de Petrovic, fue la de la "Liga de Neyro", que en paz descanse, aquel árbitro vizcaino con bigote a lo Pancho Villa, que se tomó su cumplida venganza de Petrovic, a costa del Madrid, en el quinto partido de la final de liga en el Palau Blau Grana. Los que lo vimos, lo recordaremos siempre.
Y esa temporada fue la de la final de la Recopa, en la que Drazen anotó más de sesenta puntos contra el Snaidero Caserta de Oscar Schmit, que anotó otros cuarenta y cinco puntos para su equipo. Ese partido, que fue un triunfo en una final europea, fue también el del cabreo de buena parte del resto del equipo, en particular Fernando Martín, que se sintieron ninguneados por la estrella croata.
Por todo eso, Petrovic es un mito del baloncesto europeo, pero para mí no es un mito del madridismo.
Para mi es un mito del baloncesto madridista, otro balcánico, el bosnio Mirza Delibasic, el jugador que más me ha impresionado viéndole jugar en directo en una cancha. Mirza era un tirador exterior infalible, cuando todavía no existía la línea de tres puntos, pero sobre todo, era un pasador extraordinario. El único jugador al que he visto hacer cosas parecidas fue Magic Johnson. Mirza era feliz dando asistencias, hacía feliz al que recibía el pase y nos asombraba a los espectadores. Con Mirza sí se ganó la liga, y siempre de una manera elegante.
Pero sobre todo, lo que más me impresionó de Mirza, fue su manera de ser. Salió del Madrid sin queja alguna, aunque era una estrella, por un problema con el número de extranjeros inscribibles, y porque Lolo Sainz prefirió otro tipo de jugador. Su final, durante la guerra de los Balcanes, enfermo y en el sitio de Sarajevo, que no quiso abandonar aunque el Madrid le ofreció salir de allí, por no abandonar a sus paisanos, le engrandecen más en mi memoria. Era todo un personaje, además de un extraordinario jugador de baloncesto, que sí dejó huella en sus compañeros en el Madrid.
Drazen Petrovic es un mito del baloncesto, pero Mirza Delibasic, menos conocido por las nuevas generaciones, para mí es uno de los mayores mitos de la historia del baloncesto del Real Madrid.
Mi homenaje para ambos.
Saludos y disculpas por la extensión del comentario.
La Liga de Neyro. Para los más jóvenes que no presenciaron ese terrible quinto partido les dejo un dato: F.C.Barcelona 19 faltas, Real Madrid 40. Acabamos con cuatro jugadores y Epi haciendo el.payaso porque decía que eso es lo que hacía Drazen. En igualdad de condiciones no habría tenido ese arrojo. El Madrid perdió (creo, hablo de memoria) los 3 partidos de la final que pitó Neyro y ganó los otros 2. Para pensárselo.
Coincido contigo en que Drazen fue un mito del baloncesto europeo y no del madridismo, porque estuvo poco tiempo, pero ¡qué recuerdos, amigo!
En aquella época, los equipos de fútbol y baloncesto, entrenaban en la antigua Ciudad Deportiva, y yo, que iba mucho a ver los entrenamientos de fútbol, vi salir a los de baloncesto. Ni que decir tiene que me hice fotos con algunos. Como no soy muy alta, la verdad sea dicha, son fotos graciosísimas, sobre todo la de Romay y también en la que estoy entre Petrovic y Villalobos. ¡Qué tiempos aquellos!
Petrovic fue odiado y AMADO a partes iguales.
Ya le hemos enviado el comunicado con respecto a los eventos del 22/10/2019 cuando, a través de la promoción de la canción “Dražen – para siempre“, anunciamos públicamente la obra de teatro musical "Amadeus encadenado", basada en la tragedia de Esquilo "Prometeo encadenado". El estreno mundial de la obra está programado para la misma fecha el próximo año (22/10/2020), el 56 cumpleaños de Dražen. Esta presentación contó con la presencia de las delegaciones del alcalde de Zagreb, del primer ministro de la República de Croacia, de la presidenta de la República de Croacia, del Comité Olímpico Croata y otras figuras prominentes de la vida pública de Croacia, así como el embajador de los Estados Unidos, Sr. Kohorst, su gerente de relaciones públicas y el agregado cultural Sr. Wylita Bell.
Como usted ya sabe, Dražen fue el mejor jugador de baloncesto europeo de todos los tiempos, el atleta croata del siglo y probablemente el mejor atleta europeo en absoluto. A la edad de 16 años, Dražen debutó con su primer equipo e inmediatamente se convirtió en líder. Fue conocido por su trabajo incansable en los entrenamientos, por tratar a todos con respeto, su moral intransigente y su personalidad inspiradora.
Después de su estreno en la República de Croacia, nuestra intención es traducir y adaptar la obra al español y presentarla en España, y luego en los Estados Unidos y Europa.
Alonso Dezcallar de Mazzarredo también está al tanto de este proyecto y contamos con su apoyo, y nos tomamos la libertad de ponernos en contacto con el Real Madrid Baloncesto, y ahora con usted por posible cooperación con el fin de poner esta obra en escena de Madrid y de toda España.
Teniendo en cuenta que Dražen Petrović fue el jugador del Real Madrid Baloncesto y el mejor jugador de baloncesto europeo de todos los tiempos, creemos que usted está interesado en que este espectáculo también se acerque a España para que todos disfrutemos de una obra de teatro única representando a nuestro y vuestro Amadeus.
Por la presente, le agradecemos que haya publicado los eventos relacionados con Dražen en su página web.
Saludos cordiales de los autores
maestro Ivica Krajač, Dražen Žanko y Dražen Runje
Letras de canción DRAŽEN – PARA SIEMPRE,
Tenías una sonrisa amplia,
muy joven seguiste a tu hermano,
nadie era como tú,
demasiado pronto te quedaste dormido.
La marea crece junto a las rocas de Šibenik,
una fuerza te llevó lejos,
quedó una casa vacía,
llegaste a ser una flor croata.
Para siempre, para siempre,
el nombre de Dražen, su historia y su sombra,
para siempre, para siempre,
nos quedamos solos, sin el capitán que necesitamos,
ahora el mar mece su sol, para siempre.
No todos merecen los campos celestiales,
no hay mucho oro, mucho menos brillo,
revela dónde ahora viven los más grandes,
tu estrella es eterna y sin fin.
Al final de la canción, una letra más,
la cinta de capitán se quedó sola,
todo lo que hiciste fue nuevo,
nos has dado tu juventud.
https://youtu.be/fP7A36NUDn0