El Real Madrid femenino empató (2-2) ante el Chelsea FC en su estreno en la fase de grupos de la Champions League gracias a dos goles de Olga Carmona. Aunque la sevillana abrió y, posteriormente, cerró el marcador, el equipo inglés demostró seguir un par de escalones por encima y estuvo cerca de llevarse el duelo con los tantos de Niamh Charles y Sam Kerr.
Si el fútbol profesional masculino ha llegado a un nivel de desarrollo en el que únicamente los detalles marginales marcan la diferencia, en el panorama femenino lo fundamental es la fuerza con la que los clubes deciden invertir y apretar el acelerador. Al estadio Alfredo di Stéfano volvió a llegar el Chelsea por segundo año consecutivo, decidido a confirmar el paradigma: si la primera vez se presentó con una gran plantilla, la de este año —lesiones aparte— es aún mejor. Frente a rivales de esa envergadura, el plantel del Real Madrid sigue sin dar el estirón, obligado a intentar hacer pie de puntillas y a duras penas en equilibrio.
La noche europea comenzó de forma inmejorable en Madrid. Olga Carmona barrió un balón peligroso en el área local y, llegado el diez de juego, apareció en la frontal contraria con tiempo para chutar. Lo hizo, porque en el sistema nervioso de este Real ella es ramal principal, y su disparo se envenenó al estrellarse con el corpachón de Millie Bright. El 1-0 animó a las de Alberto Toril, disponiendo de los que a la postre serían los mejores minutos de juego blanco de todo el partido. Con Teresa Abelleira, Claudia Zornoza y Sandie Toletti todavía frescas, el Madrid consiguió mantener el balón, si quiera levemente, hasta que las inglesas despertaron del aturdimiento inicial.
Al Chelsea, campeonísimo inglés durante las últimas cuatro temporadas, no se le recuerda un partido en el que su juego no sea plano, gris e industrial, pero lo compensan con creces con la fuerza y el nivel global de sus jugadoras. En el campo, recuerdan a la central eléctrica de Battersea, con su silueta imponente de ladrillos y chimeneas. A los 20 minutos empezaron a carburar, a la media hora Misa Rodríguez le birló a Sam Kerr un gol precioso con sus guantes, y en adelante llegó un asedio mediante balones parados que empequeñeció a las madridistas.
Sin capacidad física para recuperar el terreno perdido, al menos hasta retrasar el juego rival a la zona central del campo, el Madrid quedó a merced del acierto de las londinenses. Por momentos pareció que la resistencia aguantaría hasta el descanso, pero en el 41 la insistencia de una excepcional Johanna Rytting Kaneryd tuvo premio. Aunque su duelo individual con Olga fue bonito, a la sevillana le habría venido bien contar con algo más de ayuda en su costado. A la enésima intentona, la sueca combinó con su lateral Ashley Lawrence ya con espacio suficiente y su centro venenoso al palo largo fue cabeceado sin marca por Niamh Charles, la lateral del extremo opuesto. De lateral a lateral: un hecho significativo.
Aunque Olga Carmona abrió y, posteriormente, cerró el marcador, el equipo inglés demostró seguir un par de escalones por encima y estuvo cerca de llevarse el duelo
En la segunda parte la superioridad del Chelsea fue agudizándose minuto a minuto. A las blancas les faltaba tanto capacidad pulmonar para abarcar campo como fuerza con la que aguantar y ganar los duelos. Únicamente Misa mantuvo al Madrid en el partido con sus intervenciones, firmando su mejor partido en mucho tiempo. La canaria conseguiría despejar una segunda acción de Kerr, aunque a la tercera no pudo frenar a la atacante. Si las dos primeras fueron disparos con la diestra, esta se trató de un cabezazo en el área pequeña —lid en la que la australiana es la mejor del mundo— tras ganarle el salto a Kathellen.
En ese contexto y sin la magia de Caroline Weir, los tres puntos deberían haber volado a Londres. Sin embargo, el embrujo de la Champions regaló quince minutos de traca final con los que subir las pulsaciones. A ello contribuyó la colegiada, en una nueva muestra pública del indecente nivel medio del arbitraje femenino; por fortuna para el Real, esta vez la moneda salió cara. Athenea del Castillo se escapó a la contra a las puertas del 80, encaró a Jessie Fleming y fue trabada al borde del área. Su cuerpo cayó dentro, se señaló penalti y Olga Carmona se apresuró a mandar un trallazo a la red antes de que las quejas fuesen a más.
El empate a dos era un tesoro tan grande e inesperado que las futbolistas de Toril a duras penas lograron conservarlo. La brillante, a la par que desesperante, Lauren James disparó al larguero, Rytting Kaneryd obligó a Misa a firmar una última estirada gatuna y, en la última jugada ya superando el 95, Fleming mandó el balón a la red para helar —aún más— Valdebebas. Pero sonó el silbato por infracción de Sam Kerr; quizás por fuera de juego, quizás por falta… probablemente por nada.
El Real Madrid sufrió para empatar, aunque empató, y ello abrirá la puerta a ver vasos medio llenos y medio vacíos. Quizás lo más prudente sea aguardar al domingo: en la visita al FC Barcelona será imposible esconder nada.
Fotografías: realmadrid.com
Las cosas como son, ayer el Chelsea fue bastante superior al Madrid. Dicho esto hay que reconocer el pundonor de las nuestras que jamás dejaron de luchar y de intentarlo, pero el penalti fue fuera del área y que en el ultimo gol anulado al Chelsea tampoco se entiende.
Resumiendo al final salimos vivos y las chicas lo dieron todo ante un rival con mejor futbol y seguimos creciendo.
Buenos días,
no pude ver la primera parte, pero en la segunda bien podría haber acabado el partido 1-4. Gracias al penalti inventado y a fallos de las inglesas, combinados con aciertos de Misa, conseguimos rascar el puntito.
El fútbol femenino está creciendo a muy buen ritmo. Invertir en un equipo ganador, ahora que los precios son desdeñables para el Madrid, podría ser una muy buena decisión para apuntalar al club como referente mundial femenino. Hace 70 años tuvieron el valor de hacer una apuesta arriesgada que llevó al Madrid a lo más alto. Quizá es el momento de repetir la historia.
Un saludo.
El Chelsea fue bastante superior. Sobre todo físicamente. Y tácticamente es algo que uno , como mero aficionado, no se atreve a sentenciar. Pero si me lo dijera un entrenador profesional contrastado, me lo creería.
El gol del conjunto inglés estuvo bien anulado . Incluso no estoy seguro que pueda hablarse de anulado, pues pudo haberse señalado la infracción segundos antes por el fuera de juego de una futbolista , no la que remató, al interferir en la acción recabando la atención de defensas y guardameta. Esa futbolista estaba claramente , cuando se produjo el pase, en fuera de juego.
Es una vergüenza , por parte de los medios de comunicación en general, que la tira de veces que el Real Madrid de futfem ha sido más perjudicado por el arbitraje que el Chelsea ayer, no haya titulares , ni contenido, informando al respecto.