2-1: La Liga se gana en partidos así

Esperaba el antimadridismo la tercera gran alegría en siete días con su correspondiente pérdida del liderato, pero a Sergio Ramos no le apetecía regalar más sonrisas en pleno invierno. El central de Camas acudió al rescate adelantando su reloj. Entendió que el 93' era cuando el Real Madrid estaba pasándolo mal. Abrió el marcador y el cielo para luego meter tierra de por medio con otro tanto. Dos goles, ambos a pase de Toni Kroos. La pizarra de Zinedine Zidane consiste en poner al alemán pegado al balón y una línea tirada con rotulador hacia una foto de Sergio Ramos. Más que suficiente. Es la pareja más letal del fútbol desde Oliver Atom y Tom Baker.

Porque Ramos no entiende de esquemas, malas rachas o buenos rivales. Él pisa el área rival y hace sonar en su cabeza aquello de "historia que tú hiciste, historia por hacer". Hace indicaciones al lanzador y segundos después ya tiene al Bernabéu levantado en pie de guerra festejando un nuevo paso hacia el título. Un día más en la oficina. Es el segundo máximo goleador del Real Madrid en Liga y Zidane debería ponerlo de delantero las noches en las que el encuentro esté resuelto y las pruebas tengan sentido.

Volviendo al partido, el Málaga fue un equipo serio, compacto, en ciertos momentos atrevido. Sin embargo, puso más de su parte la inseguridad del propio Real Madrid que el acierto andaluz en los últimos metros. Keylor Navas saludó a Dios un par de veces, pero el resto del choque lo vivió tranquilo, sin más sustos que cuatro balones aéreos sin dueño. A los hombres de Zidane le pesaron demasiado las dos últimas derrotas y los fallos que coleccionaron Benzema y Cristiano Ronaldo arriba.

Marcelo se lesionó cuando todos salvo Kroos y Lucas Vázquez caminaban por la cuerda floja -a Sergio Ramos no le contamos porque él ya juega únicamente para la historia-. El brasileño, que avisó a Zidane hace días de que andaba justo de gasolina, se tapó la cara con la camiseta para mezclar llanto con el temor de que el pasado te visite antes de tiempo. Al Madrid pareció dolerle la ausencia casi todo el encuentro. No sufrió, es verdad, pero tampoco encontró el juego ni la continuidad. Pese a ello, ganó, sumó tres puntos más y se dijo a sí mismo que la Liga también se conquista en tardes así: grises, desapacibles, nerviosas.

La racha triunfal se frenó en cuarenta y la crisis histórica se rompió en dos. Ahora toca mirar a Vigo, con Sergio Ramos y Toni Kroos dibujando movimientos en la pizarra de Zinedine Zidane. La puerta grande de Balaídos está abierta por si al Real Madrid se le ocurre abrazar una remontada con la que muchos no cuentan.

LAS NOTAS

Keylor Navas (6): De menos a más. Hizo dos buenas intervenciones al final.

Nacho (7): Sigue ofreciendo un gran nivel.

Sergio Ramos (9): No va a dejar escapar esta Liga.

Varane (7): Seguro y solvente.

Marcelo (5'5): Llegaba tieso y lo notó. Lesionado.

Casemiro (6): Empezó bien, pero fue a menos en la segunda parte.

Toni Kroos (8): El alemán pone la mesa con el pie derecho.

Luka Modric (7): Lo hace bien incluso cuando juega a menos revoluciones.

Lucas Vázquez (7): Este chico vale para todo.

Cristiano Ronaldo (5): Lo intentó, pero no tuvo su tarde.

Benzema (4'5): Fallón y muy impreciso.

Isco (6): Arropó al centro del campo y puso pausa.

Kovacic (5'5): Trabajó más sin balón que con él.

Morata (sc).