2-0: Isco recupera al Bernabéu

El Bernabéu se ha convertido en una canción de Andrés Suárez para el Real Madrid. Ya no sabes si hay amor o desamor en sus palabras. O un poco de todo. Lo cierto es que los partidos suenan melancólicos, como si cualquier tiempo pasado fue mejor, como si el ahora y el mañana generasen pereza y hasta miedos. Ante el Espanyol, el equipo de Zidane gustó y se gustó durante cuarenta y cinco minutos, pero desapareció tras el descanso y el tedio abrazó al miedo en una segunda mitad que recordó a partidos anteriores.

Menos mal que emergió Isco. El malagueño reconquistó el Bernabéu para la causa con una de esas exhibiciones que se recuerdan una vez finalizada la temporada. En su referéndum particular, Isco dictaminó que sí y expuso sus argumentos, tan sólidos como incontestables. Regaló fútbol y goles -dos, de hecho- en una noche con sabor político y demasiadas ausencias -faltaban Carvajal, Marcelo, Bale, Kovacic y Benzema-. Con Cristiano Ronaldo enfadado con el gol en Liga -en Champions no hay quien le tosa- y Asensio echándole un pulso al halago, sólo Isco aguantó el tipo ante la mirada dubitativa de un madridismo que ya no celebra con efusividad el hecho de jugar en casa.

El 1-0 llegó a la media hora en medio de un escenario totalmente controlado por el Real Madrid. Cristiano Ronaldo hizo de Isco y este hizo de Cristiano Ronaldo. El portugués superó a la defensa del Espanyol con un milimétrico pase entre líneas y su compañero lo agradeció con un desmarque de ruptura y posterior remate a la red. Falló un mano a mano nada más comenzar el encuentro, pero no desperdició el segundo. El Bernabéu respiró con sincera tranquilidad y a Zidane se le dibujó una sonrisa cómplice. Sin embargo, Andrés Suárez volvió a sonar tras el descanso y el Espanyol creyó que era posible amargar la primera noche de octubre.

El equipo catalán firmó ocasiones claras, pero Keylor, acertado en todo momento, y Varane, de rendimiento sobresaliente, impidieron que la agitación perica acabase en incendio. Cabe destacar también el buen nivel mostrado por Achraf, que demostró estar preparado para aceptar el reto. Se mostró tímido y conservador, pero dejó pinceladas de la clase de lateral que puede llegar a ser. Hay futuro en el Castilla. Carvajal -y Zidane- puede respirar tranquilo.

Volviendo al partido, Isco se empeñó en regresar al ruedo tras un rato de asueto. Lo hizo con un abanico espléndido de controles, regates y pases que se acabó convirtiendo en el camino perfecto hasta el desenlace final, que no fue otro que el 2-0. Recibió de Asensio dentro del área y engañó a Pau López y a todos con un giro de cadera en el que intuimos su eterno remate al palo corto para acabar celebrando el disparo al palo largo. No falló y el Real Madrid ganó.

Ahora toca descansar, aunque no demasiado, ya que la mayoría de jugadores irá con sus selecciones. A la vuelta, semanas intensas en las que el campeón de Europa buscará seguir ganando, recuperar sensaciones, jugar mejor durante más minutos y que Andrés Suárez dejé de sonar cuando el balón besa el césped del Santiago Bernabéu.