(Me he puesto a escribir estas razones con los nervios mordisqueándome frenéticamente, como una ardilla con una nuez. He puesto 13 porque me parecía que consignar 14 era tentar a la suerte).
1-. Per se
La propia enumeración en que consiste este artículo constituye una pequeña blasfemia. La Champions hay que ganarla por sí misma, sin necesidad de establecer más motivaciones. Se basta y se sobra como razón. Con todo, ahondaremos en esta cosa herética de las razones por cuanto lo colateral nunca deja de tener su interés.
2-. La historia del Real Madrid
La Champions, en virtud del punto 1, es una perspectiva gloriosa para cualquiera, pero para el Madrid es una vocación enraizada en lo más íntimo de su tradición. Como creador de la Copa de Europa y ganador de las cinco primeras ediciones, como recuperador de la sagrada misión seis años después con los ye-yés, como arqueólogo responsable de desenterrar el Santo Grial de la Séptima, como continuador de la hazaña en París y Glasgow, como autor de la secuencia implacable del Madrid de los jerarcas, el Madrid tiene que ganar la que es SU competición. ¿Una vez más? Sí, una vez más.
3-. La trayectoria hasta la Final
El guionista de esta película, tras concebir una trama tan inimaginable y a la vez perfecta, no puede despacharse ahora con el final ramplón de una derrota. Sería un alarde de humor negro que no se correspondería con el tono épico, casi efectista y sin embargo irreprochable, en que ha estado imbuido todo, desde una derrota contra un equipo del Far West que a la vez es de la KGB hasta un sorteo sospechoso pero contraproducente, pasando por el aniquilamiento de los transatlánticos petroleros o de los magnates. Una película en la que el Madrid descerraja media hora como la del PSG, borda el fútbol en Stanford Bridge, aborta un heroico intento de remontada del Chelsea con el exterior de Modric y remonta ante el City gracias a un panenka de Benzema en Manchester, un doblete de Rodrygo cuando ya no había tiempo ni para meter uno y un penalti de pánico en la prórroga. Esta historia no puede acabar mal si el guionista quiere el Óscar. Que no juegue a guionista como los entrenadores juegan a veces a serlo. Que nos depare un final comercial y acomodaticio. Otra cosa es inconcebible.
4-. Ceferin
Citar (y nada menos que en cuarto lugar) al enemigo como motivación puede ser visto como rasgo de ruindad o insignificancia. Se me entenderá mejor si matizo que se trata no solo de ganar al enemigo, sino de ganar su propia competición y en sus mismísimos morros. El sujeto que se ha atrevido a desafiar al Real Madrid, a tratar de sancionarlo por el delito de capitanear la iniciativa de creación de una competición en un mundo supuestamente libre, a jactarse incluso de ignorar cualquier aproximación a un juego financiero limpio, a mentir respecto a las condiciones de la oferta del club blanco a Mbappé, merece la humillación que tanto teme: la de verse obligado a entregar la Orejona al capitán del Real Madrid ante el aplauso de su némesis Florentino Pérez.
5-. Benzema
Es en sí mismo una razón para que la Champions no se escape. Su florecer como uno de los más grandes delanteros (y a la vez más grandes lideres) que han visto nuestros ojos amerita una Champions en la cual él sea la estrella, y no el gregario de la estrella. Ya se las ha apañado para ganar dos Ligas tras zafarse de la sombra de Cristiano Ronaldo (habrían sido tres de no haber mediado el rubialato), y ahora quiere ser el gran protagonista de una conquista europea. No solo quiere serlo. Tiene que serlo si hay algo de justicia bajo el cielo. Por eso Karim es otra razón para ganarla.
6-. Courtois
Por una doble razón dentro de la razón. En primer lugar, la sensación clara de que estamos ante el mejor portero de la historia del Madrid, que cada vez más madridistas comparten, debe ir acompañada de un palmarés a la altura de esa excelencia. Es el momento de incorporar a su currículum una Champions. Por otro lado, debe cumplirse de una vez por todas la justicia poética de que el hombre que sale en el vídeo de Lisboa encajando el gol de Ramos sea protagonista del logro de una Copa de Europa “desde el lado bueno de la Historia”, por utilizar sus propias palabras.
7-. La silla de Alaba
Esa silla merece que su carga simbólica quede refrendada por un trofeo no simbólico, y con el más grande de todos. No podemos consentir que la cosa quede como que la silla de Álaba (o de Militao, que levantó otra menos icónica por lo que sea) fue la única Champions que alzamos al cielo. No es verdad que Alaba levantara la silla porque la euforia le empujase a cometer dislates. Alaba sabía perfectamente lo que hacía: anticipar, con lo que encontró más a mano, el alzamiento muy real que nos incumbe hoy.
8.- Lunin
Esta Copa de Europa es la de una Europa manchada de sangre, y tenemos en la plantilla un damnificado directo de esta grotesca anomalía. El segundo portero, el que está tristemente predestinado a disputar durante el año pocos más partidos de los que da la Copa del Rey —y no suele dar muchos— tiene en este caso frustraciones más graves. Por él y por los suyos.
9.- La calidad humana de la plantilla
Llamarlo solo buen ambiente sería banalizarlo. Un culé cabal como Rafa Cabeleira manifestó hace poco su contrariedad ante lo difícil que es odiar a este grupo de jugadores. Uno de los aspectos más reseñables es la envidiable relación intergeneracional. Escuchar a Valverde decir que quieren ganar esta Champions para que los veteranos puedan tener una más, como ha confesado, es llorar de admiración. El brazo de Benzema sobre el hombro de Vinicius, escuchando ambos a Ancelotti en la previa, quedará para siempre como paradigma de nobleza, amistad y determinación.
10.- Los Garcías
Están vengados desde Kiev, pero el destino brinda al Madrid la cuadratura del círculo del desquite. Ahora hay que reparar el agravio del 81 exactamente en la ciudad donde se produjo y ante el mismo club que ejecutó a aquellos héroes abnegados, epítome de la entrega y amor al escudo.
11.- Gento
Solo podía ser la razón número 11. Va a ser la primera Final sin D. Paco, y extenderse en explicar por qué esta victoria sería la mejor ofrenda al mejor extremo izquierdo de la historia del fútbol es algo que me avergonzaría, por innecesario. Hay que brindarle la Catorce y privar al Liverpool, que ahora mismo está empatado con él en número de Copas de Europa, de la hazaña de superarle.
12.- Los que han ido a París
Como es tradición, pero tradición cada año más asombrosa, miles y miles de madridistas peregrinan desde las latitudes más variadas, y lo hacen sin reparar en los obstáculos de la geografía, el clima o las leyes de la estadística. Por ejemplo: la que dice que un suceso (en este caso la victoria) solo puede repetirse un número limitado de veces. Hemos encadenado siete victorias en Finales de Champions seguidas y los principios de la probabilidad indican que en el algún momento hay que perder alguna. Pero estos peregrinos no toman nota de lógicas pedestres. Saben desde que empiezan a hacer la maleta y hasta que suena el silbato que, sencillamente, no va a ser hoy. No puede ser hoy.
13.- Puede ser la última
Alguien tiene que decirlo. No habrá más remedio que verbalizarlo. Es otro fútbol, uno en el que no sabemos si el Madrid podrá seguir reinando. Con el petrodólar campando por sus respetos, sin el menor control financiero, costará sostener el milagro, este milagro que atenta contra toda lógica. Los milagros lo son porque por definición no son sostenibles, aunque este tenga trazas de perpetuarse. ¿Podrá sin embargo hacerlo? ¿Podrá el Madrid, dentro de este nuevo paradigma, seguir siendo el Madrid? No intentemos responder a la pregunta, no vayamos a darnos de bruces contra algo inasumible. Mejor ganemos, sin pararnos a pensar que hace tiempo que es imposible seguir haciéndolo.
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Chapeau. Hala Madrid!!!!!!
Por el madridismo, los que estaran en el estadio y los que lo veremos por tv, por los que estamos y por los que ya no estan.
La última razón es durísima de afrontar, pero está ahí. Hemos vivido un tiempo extraordinario. Nuestro equipo fue el más grande del siglo XX, transcurridas un par de décadas del XXI ha aguantado a la altura de su propia leyenda y nosotros hemos tenido la fortuna de verlo. Cada nueva victoria es y será una lucha contra el universo tratando de ordenarse: de ninguna manera un equipito español debería haber sido nunca algo tan enorme como esto. El Real Madrid es un milagro, en efecto.
¡ A por la espuela !
¡ A por la decimocuarta !
¡ Hala madrid !
Sí; puede ser la última pero, porque la próxima será la primer SuperLiga. No hay otra razón posible.
Sería maravilloso. Muy bien traído.
Chapeau, Jesús. No se puede escribir mejor tanto en el fondo como en la forma. Se nota que el tema te motiva un poquito :-). Sólo le iba a poner un pero (semos del madrid, siempre hay peros)....pero el ilustre ajedrecista que me ha precedido en el comentario lo ha desactivado. Sería la última champions porque la próxima será la supercopa. Así, sí. Sin peros.
14.- Por Mbappe
Porque el Madrid está por encima de cualquier jugador, porque el club es lo más importante, por demostrarnos que no es imprescindible y por demostrarle a él, en su casa, que ha perdido una oportunidad única de pertenecer al mejor club del mundo
Hala Madrid, a por la 14
Y porque somos el MADRID !!!! y nada mas ,,,,,,
Estamos esperando todos algo mágico, una gran cosa... Reconozcámoslo. Benzema nos guiará.