Decía Rajoy antes del partido (mientras cantaban los Black Eyed Peas, qué locura) que Zidane lo había hecho muy bien y que Buffon tenía su edad (la de Rajoy), lo cual es como el fin del la retranca gallega o el subidón marianista: don Mariano cantando I gotta feeling (that tonight is gonna be a good night...).
El gesto de Alves saludando a Cristiano era ciertamente tenebroso: le brillaba un diente. Y luego Modric lo empieza a sacar todo, en defensa y en ataque, y todo es la Juventus. Higuaín por dos veces me recuerda a Puskas con su panzón. Tengo un escalofrío pero Keylor me conforta salvando el disparo de Pjanic. Es el inicio del Renacimiento. Hasta el momento sólo ha habido oscuridad, el medievo. La dureza turinesa se impone, casi es el analfabetismo que atesora el clero. Asusta el corte de Ramos que le habla en su idioma a Mandjukic.
Es el arte, la inspiración de los contraataques que se vislumbran entre el frío y la nieve. Corre, Luka, corre, y Carvajal y Cristiano. Es la luz en el minuto veinte. Cristiano, Cristiano, Cristiano. La contra es un paisaje y es el uno a cero. Los clérigos buscan el pecado de Casemiro, el pecado del madridismo, pero el pecado está en Mandjukic (al que se le ve la cola roja por detrás de la camiseta blanquinegra), que marca de chilena lasciva, demoníaca.
El Madrid crece a pesar de todo, pero la Juve no mengua. La Juve no es vecchia. El signo es la amarilla de Ramos donde esa signora ve el elixir de la juventud. El dialecto del árbitro parece piamontés. Esto se traduce en detalles que Mandjukic traduce en veneno puro. Allegri parece un lagarto al sol allí en la banda. Veo su lengua bífida entrar y salir mientras mueve la cabeza en reptilescos gestos. La mirada de Zidane es como una flecha que apunta a Isco al que persigue una jauría sin descanso.
Allegri le ha dado a oler a sus defensas una prenda robada al malagueño. La agresividad le gusta al árbitro, y también la puesta en escena de los italianos. El árbitro aplaude el histrionismo juventino que es de vodevil napolitano. Ninguna verdad madridista. Modric y Kroos sostienen el mundo que empieza a lucir al sol de un Madrid dominador. El Madrid hace trenzas. Empieza a hacerlas Marcelo que salta a la comba.
La decisión es de Casemiro que dispara en el rechace. Y es gol. Es gol. Toca la pelota en un defensa y se desvía el balón al filo del palo donde no puede llegar Buffon. El Madrid se está adelantando. Ahora sí la Juve parece vecchia. Y Cristiano es un efebo. Veo el maravilloso efecto de la rotación zidanesca en el último partido que parece el ultimo partido de la humanidad. La perfección es el Madrid que emana el vapor de su leyenda.
Modric roba al borde del área rival. Modric con alas en los pies, se desdobla, llega hasta la línea de fondo y centra y Cristiano, O Rei Cristiano, se adelanta y remata y marca, marca, marca. El Madrid es una fiesta y Karim baila en la frontal. Huele a gol, otro más, como a lluvia. A Isco lo aclama el mundo mientras Alves le persigue, burlado, sin éxito. El delirio es Zizú poniendo a Bale en el campo por Benzema. Isco y el galés pueden jugar juntos. Veo la sonrisa de Zinedine y lloro. Isco y Bale pueden jugar juntos.
Cristiano se estira por la banda en el minuto ochenta. En el minuto ochenta. En el minuto ochenta. En el minuto ochenta, En el minuto ochenta del último partido de la temporada. Cristiano. El hombre de mi vida. Los hombres de mi vida. En el último partido de la temporada. Qué belleza. Cuánta belleza. La Gran Belleza. Bale a punto de marcar asistido por el Balón de Oro. Isco se marcha mientras caen guirnaldas del cielo. Asensio sonríe al entrar en el campo como el madridismo al que Zidane canta.
Es Morata el último bendecido por ese señor francés, ese crooner del balompié. Y Kroos que hace el pasillo de la gloria. Ya sólo puede marcar goles el Madrid, no puede pasar nada más sobre la tierra. Marcelo hace equilibrios sobre la línea de fondo para que Asensio se abrace con su hermano que le espera en la banda. Todos esperamos en la banda. Todos lloramos en la banda. Qué bonito es el amor, queridos galernautas, porque esto no es fútbol. Esto sólo puede ser amor.
Grandes, muy grandes, como grande es el entrenador que tenemos, y enorme la calidad de la plantilla. Yo no cambiaría demasiado para el año que viene, que somos los campeones de Europa. Hoy, James y Lucas se han quedado en la grada, y Kovacic, Bale y Morata sin jugar, o sin apenas minutos. Con Theo y Marcos Llorente, con Vallejo, con Keylor en plena forma, sacando manos como la de hoy,... lo mejor de todo es que tenemos equipo para muchos años.
Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer...
El Madrid es amor, amor del bueno, del universal, del que une, del que hace piña, del solidario, del que concede al otro, del que sueña, del que cree.
¡Hala Madrid! Y nada más.
Felicidades, queridos madridistas.
¡HALA MADRID, Y HASTA EL FINAL, VAMOS, REAL!
Beso, Aliseya
El Real Madrid es gozo...... y ¿nada más?
Nos ha dado el Real Madrid la duodécima y una segunda parte que podremos contar a nuestros nietos con el mismo orgullo con el que nuestros mayores nos explicaban ese Real Madrid-Eintrach legendario.
Hala Madrid.
Menudo baño en la 2ª parte. Lo curioso es que a pesar del mal 1er tiempo, en el descanso, los que nos habíamos reunido para ver el partido sabíamos que algo iba a pasar; que eso no quedaba así. Y el que más convencido estaba era un amigo que era del Atleti y que, este año sí, por fin pudo quedar con nosotros a ver la final. Qué equipazo tenemos.
Sólo un pequeño borrón sin querer ser aguafiestas. El teatro de Ramos que consiguió que expulsasen a Cuadrado fue feo e innecesario. Me hubiera gustado que no se hubiese producido.
Una docenita. En blanco y negro y en color. Quién dará más? El REAL MADRID sin dudar. Y Ud. escribiendo la historia con AMOR.
HALA MADRID!!!
Pues sí.... la duodécima, y mira que los mangarrianes de la UEFA se empeñaron en ponerlo difícil con los arbitrajes en los cuartos contra el Bayern de Rizzoli en Múnich y de Kassai en casa,, donde nos pitaron dos penaltys totalmente inexistentes, y nos privaron de un par de ellos a favor muy claros, retrasaron la expulsión de vidal en el Bernabéu cerca de 90 minutos, la primera tarjeta amarilla por la entrada criminal sobre Isco, creo recordar, era roja directa, los acaecidos en la eliminatoria de cuartos contra el pateti de Madrid por obra y "gracia" de Skomina en la ida y Cakir en la vuelta, o el sibilino arbitraje del impresentable alemán Félix Britch, permitiendo la dureza italiana e invetándose faltas de los madridistas que costaban injustísimas tarjetas amarillas, ésas que a la Juve sólo empezó a sacar cuando el partido ya estaba totalmente decidio a favor del Real Madrid, ya está en casa, y con ella el tetraplete, que no doblete, conseguido esta temporada por el mejor equipo de la historia del fútbol mundial. Aunque sea muy prematuro y haya que disfrutar primero de los éxitos conseguidos esta temporada, seguro que en la cúpula del Real Madrid ya están pensando en la temporada de 2018, ésta es la grandeza del Real Madrid y ésto es lo que exige el haber sido el primer equipo europeo en conseguir dos champions de forma consecutiva.... ROAD TO KIEV...#APorLa13.
Para la temporada próxima, yo haría pocas variaciones en la plantilla, ésta es la mejor, con diferencia, en la historia del Real Madrid, y se trata sólo de recuperar algunos cedidos en otros equipos, como los casos de Vallejo, para suplir la salida de Pepe, o Marcos Llorente para doblar la posición de CaseMITO...por lo demás, no hacen falta más retoques, y, por supuesto, menos que ninguno, en la posición de la portería, ya que tanto Keylor como Kiko son dos estupendos porteros, al nivel de los mejores del mundo, y si se produce la salida de Rubén Yáñez porque él quiera salir para jugar más, el Real Madrid tiene opciones muy válidas en su cantera para ese tercer portero como Luca Zidane, Carlos Abad, o Moha, a no ser que se produzcan más salidas como las de James , Morata o Bale... en este caso, estaría muy bien la llegada de Mbappé, y a mí personalmente, hay un jugador español que me encanta, que ya se rumoreó con su posible fichaje por el Real Madrid, que es el bético Dani Ceballos