El Madrid encaraba el que posiblemente vaya a ser su partido más intrascendente de la temporada en términos clasificatorios. La primera sorpresa llegó cuando conocimos la alienación. Casemiro, jugador permanentemente alineado por Zidane volvía a ser titular. Ya veremos si ello implica que descanse en Valencia por el temor de perderse el Clásico por acumulación de tarjetas. O quizás, pensará alguno, el Madrid ha cuenta conque el Clásico se volverá a aplazar.
Apetecía también ver a Jovic en la delantera flanqueado por los dos niños brasileños. En una plantilla que vende los minutos tan caros, estos partidos deben servir para alimentar a los más necesitados.
La primera parte dejó poco que comentar. Vimos a un Odriozola al que la inactividad y una difícil marca (Vanaken), le ponían en dificultades. El vasco es un lateral atípico que disfruta mucho más atacando que achicando. Su crecimiento pasa por seguir mejorando atrás. Isco, algo sobón con el balón, perdía algunos balones en la salida, pero también era el que más se ofrecía. El Madrid contó sólo con dos ocasiones: en la primera Jovic remató bien un buen pase de Vinicius, pero el portero local se lució. En la segunda Isco recibió un pase de Vinicius de nuevo en la frontal, pero su chut al primer palo se marchó por poco. Realmente nada más se puede destacar de un primer acto bastante anodino.
La segunda parte comenzó con otro vigor. Los locales amenazaban con intentar intimidar más la meta de Areola, pero la primera ocasión madridista acabó en gol. Odriozola puso un centro que Rodrygo remató con la izquierda por puro instinto. El brasileño tiene una facilidad enorme para encontrar el gol y siempre es concreto y quirúrgico en la definición.
Tras el saque de centro, Militao falló en la salida y Rodrygo cayó ante la presión local. El balón le llegó a Vanaken que definió con clase. Apenas había durado la alegría por el gol, pero las sensaciones que desprendía el partido ya eran bastante diferentes. Unos minutos después Jovic bajaba con la cabeza un balón en el área y tras el remate fallido de Rodrygo el balón le llegó a Vinicius que definió con el exterior. Gol terapéutico que justifica un partido intrascendente.
De ahí al final, comenzaron a llegar los cambios. Entraron Brahim, Benzema y Valverde y descansaron Vinicius e Isco. Cuando el partido moría Casemiro encontró a Modric, que remató desde la frontal para poner el 1-3 definitivo. Los octavos esperan.
Me pido el Liverpool y, luego, el City.
Alienación?
Isco debe cambiar el chip o va a sufrir mucho. Juega muy lento, con exceso de regates y ruletas y ralentiza el juego del equipo.
El tiki taka sobón aburre y ya no se lleva.