Apenas diez minutos tardó el balompié en La Catedral en hacernos olvidar estas penurias contemporáneas relacionadas con el coronavirus, la Covid, SARS-COV2, Ómicron o todas sus funestas variantes pandémicas. Así es San Mamés. Así son dos monstruos históricos de la Liga como Real Madrid y Athletic Club.
Golpearon primero los blancos. A los cuatro minutos un tuya-mía entre Kroos, dentro del área, y Karim, fuera. El gato que se convirtió en tigre dibujó un disparo con rosca gourmet con el sello particular del chef francés ante el que nada pudo hacer el desdichado suplente de Unai Simón, el arquero preferido de Luis Enrique en la Roja. Poco pudo hacer Aguirrezabala 120 segundos después, cuando de nuevo Benzema recibió un balón de un defensor bilbaíno- tras tarascada provocada por un combativo Edén- y cruzó sin sobresaltos a la red.
0-2 a los siete minutos, pero el festival de goles de La Catedral no había concluido. Amenazaba el Madrid con merendarse al león de la melena a la cola, que diría bravo Del Nido antes de llevarse tres el Sevilla en la Copa en este mismo escenario, cuando Ohian Sancet, el prometedor ariete del Athletic, que tantos quebraderos de cabeza, ruleta en el área incluida, causó en el Bernabéu, busco el disparo desde la frontal del área. A fe mía que lo encontró con un zartako basati ante el que no pudo hacer nada Courtois que vio cómo el balón se estrellaba violentamente en el poste antes de alojarse en el fondo de las mallas. Cinco encuentros llevaba el belga, y por ende el Madrid, con la portería a cero. Por apenas dos minutos batió su récord de imbatibilidad cuyo registro deja ahora en 538 minutos.
A veces da la sensación de que sólo a base de golazos de este calibre se puede batir al arquero valón de los blancos. 1-2 a los diez minutos.
Ahítos de goles, ligeramente exhaustos tras tamaño inicio de encuentro, el partido entró en una nueva fase de tanteo, la típica de tantos choques, y que esta noche navideña Real Madrid y Athletic decidieron saltarse. Los leones ajustaron líneas y adelantaron la presión provocando complicaciones en la neófita medular blanca, sin Modric, ni Casemiro, al que estos duelos le van como fosa nasal a PCR. Decía Javi Clemente en fastuosa entrevista en La Galerna que con Casemiro “no pasa ni su padre” por el centro del campo. Habrá que añadir, tackle a tackle, que con Camavinga como mucho pasa el cuñado simpático en Nochebuena.
Con el jovencísimo francés tratando de hacer olvidar a Casemiro y el Pajarito volando bajo fuera de sitio, otro que buscó su lugar fue Hazard, más eléctrico que de costumbre, pero poco claro en el área cuando tuvo la ocasión de hacer el tercero y decidió pasar a Karim, peor colocado.
El encuentro entró en un armisticio, solo sacudido por un agarrón a Vinicius -menos aventurero, pero leyendo con éxito el juego casi siempre. que provocó que Marcelino García Toral, en el banquillo rojiblanco, transmutara en Mari Jaia de Kalejira en plena Aste Nagusia. Casualidad o no, no le volvieron a pitar una falta a Vini en los primeros 45 minutos. Un insolente empujón frontal recibido sin sanción provocó incluso un rifirrafe con Unai Vencedor -¿quién no querría apellidarse así si fuera futbolista?- que se saldó con dos tan salomónicas como absurdas tarjetas amarillas para ambos.
Espadas en todo lo alto para el segundo tiempo en Bilbao.
El Athletic regresó al césped con la intensidad que reclama su hinchada, el Madrid hizo lo propio, como hace el madridismo. Y curiosamente el partido entró en una etapa de bloqueo mutuo que transcurrió choque a choque, sin ocasiones, hasta que Lucas Vázquez coló en plenas Navidades un clásico de la Semana Santa: la torrija.
El gallego sirvió inocente e ingenuo un pase letal a un Williams en la frontal, menos imponentes, pero más rápidos que las tenistas, e Iñaki disparó con veneno. No fue gol por apenas centímetros. Suerte para el Madrid… y para Lucas.
El error del gallego y la gran ocasión generada espoleó a los locales. San Mamés rugía. El Madrid apretaba los dientes. Sabe hacerlo, pero le empezaban a faltar piernas. En el banquillo, Carletto, chicle a chicle, mascullaba unos cambios que tardarían en llegar demasiado. El Athletic, obtuso pero corajudo, empujado por el aliento local, amenazaba por acogotar a un Madrid cansado que resistía agarrado a dos fogonazos, uno de ellos de fulgor inolvidable.
La recta final del choque se hizo eterna para los blancos. Lo intentó Raúl García, de nuevo los Williams, los merengues sufrían. Pudo aliviar sus penas y sentenciar el partido a falta de diez minutos en una contra conducida por Vini, caño incluido, que sirvió a Karim, que devolvió dentro del área de nuevo a Vini. El ex del Fla centró un balón peligroso que cruzó rabioso Hazard para lucimiento de Aguirrezabala.
Y de repente, un cambio. Mariano entraba en el 83 en lugar de Vinicius. El Castilla seguía esperando su oportunidad mientras el dominicano, como acostumbra, entraba para pegarse con todos, algo que el Madrid podría agradecer a medida que agonizaba en el partido. La oportunidad para los canteranos llegaría dos minutos después, el prometedor Peter Federico, cuyo nombre evoca a galán de telenovela, entraba por Edén. El tardío carrusel de cambios de Ancelotti concluía en el 89 cuando Jovic reemplazaba a Karim para los minutos de descuento.
La tuvo Peter Federico en el tiempo extra tras recibir un buen pase cruzado de Camavinga en un contraataque. Falló ante un crecido Aguirrezabala que poco después evitaría el tercero tras remate colocado de Kroos desde dentro del área.
Quedaba un córner. La última bala para el Athletic. Supo resistir el Madrid, numantino, serio, riguroso, para cerrar el año en la cima de un campeonato de Liga que ya sabe a polvorón.
Blanca Navidad en San Mamés.
Fotografías: Imago
Como madridista encantado de la victoria de esta noche que nos pone en ventaja de alcanzar la Liga
Pero el juego de este equipo es la aberración del fútbol moderno.
Fundamentalmente no se puede defender tan atrás. Tampoco se puede menear tanto la perdiz en ataque para que el final sea un fallo y te pillen a la contra
Nadie juega tan bien como el Madrid en la adulterada y corrompida liga de Tebas. Ya sucedió lo mismo la temporada pasada. Otra cuestión diferente es la Champions.
Hoy hay que reconocerle el buen juego practicado por Hazard y Camavinga entre otros. Lo de Militao es impresionante. El fútbol es sorprendente y tiene cosas difícilmente comprensibles.
Gran partido, pese a las bajas. Sigo pensando -como muchos- que los cambios tardíos nos complican más de lo debido. Hoy se vió lo buen fichaje de Camavinga, pese a no jugar en su posición. Esperemos que lo de Hazard no sea de un partido y que su aporte al equipo vaya a mayor. De risa lo del Malakito que en la próxima jornada lo podría superar en la tabla el barcarrota.
El Madrid ha hecho un buen partido en lineas generales. Hay que tener en cuenta las bajas y la poca confianza que tenía Ancelotti en el banquillo, lo que ha provocado que el equipo pensara demasiado en el marcador. No se puede presionar arriba los 90 minutos y a veces toca organizarse atrás, algo que hemos sabido hacer en el último cuarto de partido. Da la sensación de que Vinicius tiene problemas de espacio en los últimos encuentros. Se le ve más chato y con menos agresividad en el uno contra uno. Mantener una racha de victorias como la nuestra tienen un mérito tremendo, sobre todo con la cantidad de partidos acumulados y las bajas por COVID. Es verdad que no estamos jugando un gran fútbol, pero a mí me gusta más el equipo ahora que en los últimos años.
A todas luces, resultado corto y engañoso. Los vizcaínos tuvieron mucha suerte al conseguir el gol al poco del segundo de Benzema.Sin ese gol, creo que les hubiera caído un carro. Aunque haya un ambiente un tanto hostil hacia los de blanco, San Mamés tiene un punto de nobleza destacable. En ese sentido se parece al Santiago Bernabéu.
Manuel en este último párrafo estoy de acuerdo. Pero totalmente en desacuerdo con la visión del partido tanto tuya como los anteriores.
Ante un equipo de Champions cual hubiese sido el resultado del asedio constante del Bilbao dejándole todo campo. Y que hubiese sido el resultado del fallo garrafal de nuestro lateral derecho.
Como que no se puede presionar más arriba los 90 minutos. El Barcelona actual lo hace, y es un desecho de equipo.
Y no me vale que la Champions es diferente como dándola por perdida por conmigo y con el equipo eso no se sostiene.
El Madrid no puede presionar arriba 90 minutos. Empezó la temporada intentándolo pero el equipo se resquebrajaba fácilmente. El FCB es distinto porque llevan jugando así desde hace 30 años. Si presionas arriba, la defensa debe estar en el centro del campo y eso conlleva un riesgo enorme. Cuando se hace bien no hay fútbol más bonito pero necesitas una implicación defensiva y una precisión que ahora mismo es impensable. Creo que Ancelotti lo está haciendo bien. Es cierto que empezó muy ofensivo y ha reculado algo pero los resultados le están dando la razón.
¡Gran crónica!
Me gustó el primer tiempo del Madrid. El segundo tiempo fue otra cosa. El Madrid quería tener el balón y controlar el tiempo. Fue un juego sin ambición, carente de de querer ampliar el resultado. Y lo podía hacer, había buenos jugadores para ello. La banda izquierda Mendy/Vinicius se entorpecen , Mendy ocupa el espacio de Vini y se descolocan ambos. Buenas actuaciones de Camavinga y Hazard, y esperemos que no sea flor de un día. Estoy de acuerdo con lo de gran crónica. Hala Madrid.