Un 2 de agosto del año 2000 se concretó el fichaje de Claude Makelele por el Real Madrid. El centrocampista francés acabó llegando como uno de los recambios de Fernando Redondo en el cuadro blanco, pero el interés por su incorporación tuvo lugar antes de conocerse la marcha del argentino.
En el Celta se convirtió en uno de los mejores jugadores de la Liga española en su posición y llamó la atención de otros clubes españoles y europeos. Anteriormente había militado en el OM una temporada y en el Nantes (en muchas ocasiones jugando por la banda derecha) que conquistó la Ligue 1 en 1995 y participó un año después en la Champions League.
Makelele era un verdadero pulmón en la medular. Un mediocentro defensivo magistral en la recuperación del balón, inteligente, muy resistente, trabajador y de juego pulcro con la pelota en los pies. Con una gran fortaleza física, su presencia era una garantía en tareas de equilibrio y contención. Su papel en el Real Madrid acabó siendo el de escolta de Zidane y guardia pretoriana en el centro del campo para los ‘Galácticos’ a los que descargaba de mucha parte del esfuerzo defensivo.
La primera noticia del interés del conjunto merengue en el francés surgió en el mes de abril. El diario AS publicó que tanto el Real Madrid como el Celta habían estudiado un intercambio de jugadores: Sergio y Makelele aterrizarían en la casa blanca y Guti y Bizzarri en el equipo celeste.
Makelele era un verdadero pulmón en la medular. Un mediocentro defensivo magistral en la recuperación del balón, inteligente, muy resistente, trabajador y de juego pulcro con la pelota en los pies. Con una gran fortaleza física, su presencia era una garantía en tareas de equilibrio y contención
Uno de los grandes valedores del fichaje de Makelele era el secretario técnico blanco Pirri, aunque también contaba con el visto bueno del entrenador, Vicente del Bosque. Consideraban que era el recambio futuro de Redondo y el que podía ir dando minutos de descanso de calidad al argentino. La edad del francés, 27 años, se consideraba ideal porque estaba en el momento de madurez de su carrera. La cláusula en el Celta ascendía a 5.000 millones de pesetas pero el conjunto madridista sabía de boca del presidente celtiña, Horacio Gómez, que podría aceptar su traspaso por una cantidad bastante inferior.
En el mes de mayo el fichaje dio una vuelta de tuerca más cuando el jugador anunció su marcha del Celta. “El de Barcelona puede haber sido mi último partido con la camiseta del Celta. Hay varios equipos españoles, italianos e ingleses interesados en mí. Además, mi intención es la de mejorar deportivamente”, declaró Makelele según recogió el diario MARCA.
La primera oferta madridista se acercaba a los 1.500 millones y la cesión de algún futbolista, según apuntaron los dos periódicos deportivos madrileños el 30 de mayo. Lorenzo Sanz se reunió en el Santiago Bernabéu con los dos representantes del jugador, Marc Roger y Carpeggiani, para negociar el salario del francés y establecer la estrategia a seguir. La operación iba viento en popa y parecía que se cerraría pronto. Incluso AS sacó una portada con el titular ‘Makelele a un paso del Madrid’. Pero la cifra seguía siendo baja para los intereses celtiñas, que pedían más de 3.000 kilos.
El jugador lo tenía claro. El 31 de mayo el diario AS informó de unas declaraciones del francés que afirmaba: “Quiero jugar en el Madrid”. Explicaba que desea “aprovechar la posibilidad en un grande”. Sin embargo, a principios de junio toda la operación se enfrió por las exigencias del equipo gallego, que no bajaba de los 3.000 millones por el traspaso del futbolista. Además, entró en escena y con fuerza otro conjunto muy interesado en su fichaje, el Valencia. Por su parte, el Real Madrid buscó otras alternativas y pensó en nombres como Flavio Conceiçao que acabaría firmando por los blancos en cualquier caso, y también el portugués Costinha.
A mediados del mes de julio la oferta valencianista superaba en cuantía a la madridista y se acercaba a los 2.500 millones. El presidente del Celta, Horacio Gómez, negociaba con el equipo che pero seguía inflexible en su petición de 3.000. Por su parte, Makelele estaba realizando la pretemporada con los celestes pero poco centrado, triste y aislado hablando por el teléfono móvil. Finalmente acabó por declararse en rebeldía, no entrenarse y ‘fugarse’ de Vigo, por lo que la entidad gallega le abrió un expediente y lo sancionó. El día 28 de julio, el jugador aseguró que había recibido amenazas de muerte y que salía a la calle y le insultaban. La situación era bastante complicada.
La sorprendente venta de Fernando Redondo del Real Madrid al AC Milan aclaró el panorama y el Real Madrid volvió a la carga por su fichaje en los últimos días del mes de julio. El Valencia seguía en la carrera y Cúper lo veía compatible con Deschamps pero el deseo de Makelele era vestir la zamarra blanca. Las posturas entre blancos y celestes se habían acercado y el día 30 de julio MARCA afirmaba que el traspaso se cerraría en 48 horas. Una llamada de Florentino Pérez, que acababa de llegar a la presidencia blanca, a su homólogo Horacio Gómez desencalló la operación. Finalmente solo habría dinero y ningún jugador incluido pese al interés gallego en los últimos días por Canabal y Karanka.
El día 2 de agosto llegó la fumata blanca. A la vez, los merengues también cerraron a Flavio Conceiçao para que ambos jugadores fueran los recambios de Fernando Redondo. Makelele aterrizó en Madrid para el reconocimiento médico con el traspaso entre los clubes cerrado en unos 2.500 millones de pesetas. El francés respiraba tranquilo tras unas semanas complicadas y “contento porque voy a jugar al lado de grandes jugadores”.
Un día después llegó la presentación conjunta con Flavio Conceiçao en el Santiago Bernabéu y ambos acompañados por Alfredo di Stéfano, presidente honorífico, que sustituyó a Florentino Pérez. Makelele firmó un contrato de seis temporadas y no se quiso comparar con Redondo “que es un gran jugador” pero “soy distinto a él”. Su principal objetivo en la nueva etapa blanca era “ganar títulos, que es lo que le falta a mi carrera, y aspirar a incorporarme a la selección”. También mostró sus ganas de jugar con Figo: “Es impresionante; uno de los mejores del mundo”. Por último, mostró autocrítica por su salida del Celta explicando que “ambas partes nos hemos equivocado” y añadió que “no soy un pesetero”.
Makelele completó tres grandes temporadas en la casa blanca siendo un jugador vital y titularísimo en los esquemas de Vicente del Bosque. Un sostén en el esquema defensivo de los merengues, que cumplió siempre con gran eficacia y cuya participación resultó básica para los éxitos aquellos años. En total ganó dos Ligas, una Copa de Europa, dos Supercopas de España y una Copa Intercontinental. En el plano individual jugó 145 partidos oficiales entre todas las competiciones y marcó 2 goles. En el verano de 2003 tras unas semanas muy convulsas abandonó el Real Madrid camino del Chelsea, que pagó 20 millones por su fichaje. El francés pidió una mejora sustancial de su contrato pero no llegó a un acuerdo con la gerencia y el director deportivo, Jorge Valdano. El cuadro blanco y sus compañeros lo echarían realmente de menos a partir de entonces.
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Buenas noches, la no renovación de MAkelele figura sin duda en la lista de errores deportivos más grandes de la historia del Madrid, desde su fundación, el hecho de que en los 3 años siguientes no ganasemos nada influyo y mucho la marcha de Makelele, fueron años terribles de cagada en cagada, como por ejemplo, no fichar a Etoo, dejarle marchar al Mallorca y luego dejarle fichar por La Orga, no fichar a Ronaldiño y traer en su lugar al inglés Bechkam, buen jugador pero no un fuera de serie como el brasileño, sería casualidad que estuviese el Sr. Valdano de director deportivo