0-3: La cabalgata de Courtois y Varane

El convincente y trabajado triunfo del Real Madrid en Getafe no se entiende sin la decisiva presencia de Courtois y Varane, que sostuvieron al equipo en los momentos más complicados y terminaron de lanzarlo hacia una goleada que hace olvidar el sabor agridulce que dejó el 0-0 cosechado ante el Athletic de Bilbao.

Sabía el equipo de Zidane que hoy tocaba ponerse el traje de faena y bajar al barro, que en el Coliseum no hay respiro y que Bordalás suele minar el campo con trampas de todo tipo en las que lo más normal es caer. El Real Madrid regresó al 4-4-2 con Casemiro, Kroos, Modric e Isco en el once. Descansaba Valverde, que se ha convertido en ese jugador al que ya echas de menos cuando no está.

Pobló de futbolistas la zona media Zidane, aunque uno no sabe si lo hizo para tener más la pelota -no lo consiguió- o para sumar piernas que dificultaran el trabajo de un Getafe que agobia en la presión y juega rápido. Sea como fuere, la fórmula, quitando los primeros veinticinco minutos, salió a la perfección. En esa etapa inicial, el Real Madrid se encomendó a Courtois, majestuoso y con un par de intervenciones de portero grande. Lleva mucho tiempo a un gran nivel y por eso se habla menos de él. Una vez superada la tormenta, llegó el momento de Varane. El central francés abrió la lata con ayuda de David Soria y la amplió nada más regresar de vestuarios con un testarazo impecable que permitió sentenciar el choque.

Con 0-2 y el Getafe repartiendo estopa -especialmente duro y pasado de revoluciones Cucurella-, el Real Madrid se dedicó a dormir el encuentro. Balón al suelo, posesiones algo más largas que en la primera mitad y mucha tranquilidad. Aprovechando el resultado, Zidane dio descanso a Kroos e Isco, que trabajaron mucho y lucieron poco debido a las exigencias del guión. Dicho esto, del guante del alemán cayó una nueva asistencia, la del 0-2. Entraron Valverde y Vinicius para dar más dinamismo y dibujar un 4-3-3.

Apenas inquietó el Getafe, aunque siempre que quiso hacerlo se encontró con un Varane que decidió mandar en ambas áreas y con un inquebrantable Courtois. En realidad, el trabajo de toda la defensa fue impecable, pero es imposible no destacar al guardameta belga y al zaguero francés.

Jovic, que entró por Benzema, estuvo acertadísimo en casi todas las acciones. El serbio supo entender el contexto y se adaptó perfectamente a él. Un fallo de Vinicius en un mano a mano impidió que Luka sumase una asistencia. El otro Luka -Modric- sí dejó una muesca en la estadística poniendo el 0-3 a pase de Valverde, que se exhibió con una poderosa carrera para bajar el telón del choque. El pobre Cucurella intentó evitar el tanto cometiendo su enésima falta, pero no pudo ser. Tres puntos de oro y a por la Supercopa de España a Arabia Saudí. Empieza fuerte 2020.